Críticas a la Federación Internacional de Ajedrez por readmitir a los equipos rusos y bielorrusos en votación secreta (prohibida en sus estatutos) y bajo sospecha
El COI recomendó hace cuatro días el regreso de los deportistas juveniles de Rusia y Bielorrusia con todos sus derechos, incluidos el himno y la bandera. Ayer, la FIDE votó en la misma dirección, pero apuntando más alto, porque decidió incluir a los jugadores mayores de 18 años. Las dos decisiones, por cierto, han merecido muy poco espacio en la prensa internacional. No es un fenómeno exclusivo de España.
En el caso de la FIDE, se aprobó la readmisión de los ajedrecistas de ambos países bajo el mandato y la influencia directa de Arkady Dvorkovich, ciudadano ruso que llegó a ser viceministro de su país. El dirigente dijo que se abstendría, pero su discurso fue muy criticado. Para algunos, estamos ante «el momento más bajo de la FIDE». Otro de los detalles más criticados es que la consulta fuera secreta, lo que incumple los estatutos de la propia Federación.
Críticas a la FIDE
La frase del título es de Malcolm Pein, una de las personas más importantes del ajedrez británico, pero por supuesto no es el único en censurar esta decisión. El gran maestro ucraniano Pavel Eljanov escribió en X: «La última decisión de la FIDE es ilegal y absolutamente inmoral. Ojalá mi propia federación sea más funcional y lleve el caso al TAS».
Peter Heine Nielsen, entrenador de Magnus Carlsen y conocido por su beligerancia contra Putin, es otro de los más críticos: «Ayer la FIDE votó para permitir que Sergey Karjakin juegue bajo la bandera rusa, con el himno nacional ruso. Es el peor defensor de la guerra y propagandista de cualquier deporte de la historia. Merece una prohibición de por vida, tal y como prescriben las normas de la FIDE, ¡no una bienvenida de regreso!». Para Nielsen, esto es «el resultado de una campaña dirigida por el Kremlin».
El gran maestro George Mastrokoukos, otro conocido opositor a Dvorkovich, asegura que el presidente «afirmó al principio de su discurso que se mantendría neutral, pero luego lo convirtió en pura propaganda del Kremlin». «Insinúa que se aplicará la votación secreta si ‘los delegados votan a favor’ (lo cual contradice el artículo 17.15 de los estatutos de la FIDE, ya que todas las votaciones deben ser abiertas). Esta es la Asamblea General de la FIDE más vergonzosa de todos los tiempos», añade.

Maskropoulos también afirma que la votación «fue el procedimiento más amañado» que había presenciado. «Sin reglas, sin estatutos, con propuestas mixtas a propósito (…). Me quedé sin palabras y he visto muchas cosas con mis propios ojos en el pasado».
Cómo fueron las votaciones
En la votación del domingo, celebrada de forma telemática y con voto secreto, estaban en juego dos resoluciones sobre el estatus de Rusia y Bielorrusia en el tablero mundial. El Consejo de la FIDE proponía seguir las recomendaciones del COI (neutralidad política en el deporte) y restaurar los derechos de los ajedrecistas juveniles, incluidos los símbolos, pero optaba por mantener las banderas neutrales en las competiciones de los adultos. Votaron a favor 69 personas, frente a 40 votos en contra, 15 abstenciones y 17 no votantes.
La segunda resolución la presentó la propia Federación Rusa de Ajedrez: pedía la readmisión inmediata de equipos rusos y el uso pleno de símbolos nacionales en todas las categorías. Recibió 61 votos a favor, 51 en contra, 14 abstenciones y 15 no votantes. Según la FIDE, la votación «refleja la diversidad de opiniones dentro de la comunidad de ajedrez».
Ahora queda por resolver las incongruencias entre ambas resoluciones. Más allá del resultado, es extraño poder votar a favor de dos textos que se contradicen al menos en un punto. La Federación reconoce en su comunicado que tendrá que consultar con el COI antes de tomar una decisión definitiva.
Jacob Aagaaard, por su parte, señala que los pro-rusos no lograron más del 50 % de los votos (son 141 delegados en el censo), por lo que entiende que las sanciones se mantienen. No parece que sea esta la interpretación de los resultados que vaya a aplicarse.
Lasse Østebø Løvik, desde la Federación Noruega de Ajedrez, planteó varias dudas a la FIDE, que siguen sin ser respondidas. Por tanto, afirma lo siguiente: «Estoy profundamente preocupado. En la actualidad, da la impresión de que el Consejo de la FIDE actúa de manera alineada con los intereses de la Federación Rusa, en lugar de como un órgano de gobierno neutral e independiente. Esto es problemático. Es posible que ya se haya cruzado una línea roja. Creo que la Asamblea General de la FIDE debe considerar ahora seriamente si el Consejo de la FIDE puede continuar en sus funciones después de esta Asamblea General».
Mi opinión sobre el conflicto
Si no te interesa mi opinión, algo que me parecería de lo más normal, puedes terminar aquí el texto. Dicho esto:
No creo que los castigos a los deportistas tengan demasiada utilidad, si el objetivo es tomar represalias contra su país. Creo, además, que estas medidas esconden frecuentes injusticias. En todo caso, no dejan de sorprenderme los vaivenes de los dirigentes, que se pueden aplicar al caso de Rusia y Bielorrusia, pero también al de Israel, con cuyos ajedrecistas también hemos vivido alguna polémica reciente. No menos llamativa es la doble vara de medir de mucha gente, pero esa es otra historia y bastante vieja.
En el caso de Rusia (y Bielorrusia), la guerra de Ucrania sigue su marcha, por lo que levantar las sanciones es un cambio de política difícil de explicar o el reconocimiento de un fracaso. La fatiga de los materiales, incluidos los humanos, no es suficiente justificación. La FIDE ensayó en Linares, donde las rusas ganaron el Mundial Femenino. Vista la timidez de las protestas, han decidido dar un paso más. En el horizonte de 2026 tenemos una Olimpiada de Ajedrez, en la que los defensores de este camino querían ver a toda costa a los equipos rusos.
Foto: Lennart Ootes / Federación Internacional de Ajedrez
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