Este martes empieza en la Universidad Politécnica de Valencia el I Desafío a la Ciega, un torneo en el que videntes e invidentes juegan sin poder ver las piezas
Qué gran idea han tenido en la Federación de Ajedrez de la Comunidad Valenciana: organizar un torneo en el que los participantes, con o sin discapacidad visual, tienen que jugar con las mismas condiciones, sin poder ver el tablero ni las piezas. El I Torneo Desafío a la Ciega se celebra a partir del martes, del 9 al 11 de julio, en la Universidad Politécnica de Valencia. Las partidas, dos cada día, se disputan a partir de las 10.00 y de las 12.00. Cada uno de los tres días se jugarán dos partidas, que serán retransmitidas en directo por Adriana Palao en Youtube y en Twitch.
Serán por tanto seis rondas, en sistema suizo, con un máximo de 100 participantes. El ritmo de juego es de 30 minutos para cada jugador, con un incremento de 30 segundos por jugada. No es demasiado tiempo si tenemos en cuenta la dificultad añadida: todas las partidas se jugarán a la ciega. La organización proporcionará antifaces a los participantes.

La idea es difundir algunos de los mejores valores del ajedrez: igualdad e inclusión. Hay muchos otros deportes que pueden practicar los ciegos, pero en ningún otro pueden competir contra rivales con la vista en perfectas condiciones. Aquí no obstante, se eliminan del todo las diferencias, para que el resto de jugadores aprendan a ponerse en la piel de los ajedrecistas invidentes.
Para transmitir las jugadas y ejecutarlas en el tablero principal, será necesaria la participación de un asistente en cada tablero. Según estipulan las bases, los jugadores que posean discapacidad visual podrán jugar con los típicos tableros adaptados. En estos, las piezas tienen un pincho en la base, de modo que se pueden tocar sin peligro de derribarlas o sacarlas de sus casillas, en el sentido literal de la expresión. No me queda claro si un jugador sin discapacidad visual puede llevar también un tablero adaptado, una ventaja competitiva en esas condiciones.

Para compensar un poco y ayudar a los ajedrecistas no acostumbrados a jugar así una partida entera, será posible consultar al asistente la ubicación de las piezas y el tiempo restante que que les quede, siempre y cuando lo hagan con su reloj en marcha.
Existen casos de jugadores con discapacidad visual que pueden jugar sin ese tablero auxiliar, sin embargo. Un caso notable (sobresaliente, más bien) es el de Daniel Pulvett, subcampeón del mundo en la especialidad.
Reglas del I Desafío a la Ciega
Para realizar los movimientos, el jugador vidente debe hacer lo siguiente:
- Cantar la jugada al asistente en notación algebraica (Af4, por ejemplo).
- El asistente realiza el movimiento en el tablero.
- El jugador pulsa reloj y el asistente apunta la jugada.
Para realizar los movimientos, el jugador invidente debe hacer lo siguiente:
- Cantar la jugada al asistente en notación algebraica (Af4, por ejemplo). El asistente o el jugador invidente (a elección del invidente) realiza la jugada en el tablero adaptado.
- El asistente realiza el movimiento en el tablero del vidente.
- El invidente pulsa reloj y el asistente apunta la jugada (el invidente también puede apuntarla o grabarla).
Al terminar las partidas, se verá cuál de los dos fue más clarividente, con perdón por el chiste malo. El torneo cuenta con una bolsa de premios de 2.600 euros, con trofeos para distintas categorías. Como es natural, las partidas no serán válidas para Elo.
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor