Icono del sitio Damas y Reyes

Arquetipos estilísticos

La reina, con su espada, atrapa al rey en el castillo. La historia y la capa de reina es obra de Victoria Laursen Baydzhanova, una niña con una clara vocación artística y luchadora.

La reina, con su espada, atrapa al rey en el castillo. La historia y la capa de reina es obra de Victoria Laursen Baydzhanova, una niña con una clara vocación artística y luchadora.

Yago Gallach recuerda la clasificación de ajedrecistas que proponía Yuri Averbaj, seis grandes estilos con sus correspondientes ejemplos, todos ellos válidos

Viajando por los reinos del ajedrez, el gran maestro centenario Yuri Averbaj (sin el patronímico, transliterado de Юрий Львович Авербах) separaba a los ajedrecistas en seis grandes arquetipos estilísticos. Como en casi todo, no todas las personas entran de lleno en una de estas categorías y pueden cohabitar en dos o más de ellas. 

El artículo entero donde aparecen las categorías que aquí se recogen se puede leer en la extinta Jaque (números 663-664), pero aprovechamos para rescatar este enfoque tan interesante, sobre todo porque tiene una clara aplicación a la hora de abordar clases grupales.


gran hotel bali 800x600 1

Para el gran maestro de Kaluga, las seis cajas principales (y sus ejemplos) eran (casi copio):

Ejecutores: Marcados por el deseo no solo de ganar, sino de ejecutar golpes decisivos (Alekhine, Korchnoi y Botvinnik vivirían en esta caja).

Luchadores: Movidos por una voluntad extrema de ganar, pero no necesariamente de tumbar a golpes al adversario (para Averbaj, Kasparov es mitad ejecutor mitad luchador. Y creo que estaría de acuerdo en que Kamsky y Reshevsky son muy luchadores ambos).

Deportistas: Ven el ajedrez como cualquier otro juego. Juegan a ganar, cierto, pero carecen de una tendencia obsesiva y fuera del tablero son capaces de llevar una vida normal (Capablanca y Spassky vivirían aquí).

Jugadores: A los jugadores, Averbaj los llamaba jugadores de azar, pero a mí no me encaja tanto el complemento de azar. En parte, porque los tiempos han cambiado y la visión del juego ha avanzado; en parte porque he conocido a muchas personas a quienes les gusta jugar a muchos juegos variados (y no necesariamente de azar). Son los que disfrutan de muchos juegos, como el billar o los naipes (Karpov sería el ejemplo clásico). 

Yuri Averbaj. Foto: FIDE

«El ajedrez tiene la ventaja de que es un juego muy rico, que permite una gran variedad de estilos y enfoques».

Yuri Aberbaj

Los ajedrecistas de estos cuatro primeros grupos tienen una fuerte motivación, característica de su temperamento.

Científicos o investigadores: Conciben el ajedrez como conciben la ciencia, con especial inclinación analítica. Su objetivo principal es acumular conocimientos. Es decir, tratan de entender el ajedrez, pero puede que carezcan del deseo obsesivo de victoria (en este cajón caben los grandes Nimzo y Rubinstein).

Artistas: Para los jugadores de este tipo, no solo ganar es importante, sino que se vuelcan en lograrlo artísticamente. Cada partida es una oportunidad para expresar su capacidad artística (el ejemplo podría ser Simaguin. Y entre los campeones y cocampeones mundiales, Tal y Bronstein serían, para él, artistas y luchadores).

Más allá de que la clasificación nos sirva para colocar a los grandes de la historia (los que Averbaj conocía mejor, hasta Kasparov) y de que podamos jugar a imaginarnos dónde caben los maestros actuales, estos arquetipos me parecen muy útiles a la hora de programar clases grupales (e individuales, claro).

Averbaj, en un torneo de 1944, en Ivanovo. Foto: FIDE

«Con el enfoque adecuado, el ajedrez puede ayudar a todo el mundo».

Yuri Aberbaj

Y como el acercamiento al ajedrez va a proceder de distintos enfoques, podemos observar cuál es la tendencia o distribución de cada uno de nuestros grupos para tratar de alimentar cada arquetipo. En la medida en que seamos capaces de afinar, las clases serán mejores y el alumnado disfrutará más. Resumiendo, dar un poco de todos para todos.

Y, por último…

¿En qué arquetipos te ves a ti? ¿Cómo puedes seguir alimentando tu propia pasión?


En la imagen de arriba, la reina, con su espada, atrapa al rey en el castillo. La historia y la capa de reina es obra de Victoria Laursen Baydzhanova, una niña con una clara vocación artística y luchadora.


Si has llegado hasta aquí, apenas te costará unos segundos más suscribirte a Damas y Reyes, con lo que ayudas a que esta página siga siendo gratuita, no tenga publicidad invasiva y esté actualizada con frecuencia.

Salir de la versión móvil