Este sábado, 20 de julio, la FIDE celebra 100 años de vida y los ajedrecistas de todo el planeta ayudarán a superar el récord de partidas jugadas en 24 horas
El ajedrez es una fiesta. Hoy es el Día Internacional del Ajedrez, que coincide con el centenario de la FIDE, fundada en París en 1924. Es imposible citar aquí todos los torneos organizados para unirse a esta celebración, presenciales y por internet. A buen seguro, la jornada culminará con un récord Guinness de partidas jugadas en 24 horas.
Solo en España se celebran hoy un buen número de torneos, a todas las horas del día y de la noche, con los ritmos de juego más diversos y en todas las Comunidades autónomas. En la página habilitada por la FIDE para el récord podemos ver competiciones registradas en Azkoitia, Valdepeñas, San Marti, Barakaldo, A Curuxeira, Sitges, Collado Villalba, Icod de los Vinos… No son los únicos, ni mucho menos: Los Morales, Aranda de Duero, Santapola, Alcubierre, Ferrol, Lerma, Madrid, Atarfe, Ponteareas y muchos otros lugares también han preparado competiciones para todos los gustos y niveles.
Es solo un reflejo de lo que ocurrirá en todo el mundo: Australia, Francia, Argentina, Malawi, Colombia, Sudán, Finlandia, China y la India, Marruecos, Perú, Pakistán, Filipinas, Sudáfrica, Chile, Portugal, Venezuela, Costa de Marfil, México, Kazajistán… No hay país donde no se juegue al ajedrez ni rutas por las que no hayan galopado sus caballos. Ya sabemos que al final de la partida, el rey y el peón acaban en la misma caja. También que en esta metáfora de la vida no hace falta tener fe para saber que la muerte es transitoria y que siempre podemos jugar una partida más.
Cien años para reflexionar
La FIDE no atraviesa su mejor momento, pero está muy lejos del peor. Su presidencia está cuestionada y, al mismo tiempo, es la más activa que se recuerda. El ajedrez también se ve envuelto en mil batallas y escaramuzas, algunas absurdas, que amenazan la integridad del juego y la convivencia diaria. A cambio, se practica con una pasión febril y es capaz de atravesar el tiempo como un vampiro bueno.
Cada día se suben al tablero miles de aficionados nuevos de todas las edades. Los niños brillan cada vez más tiernos y entre los principiantes descubrimos grupos de abuelas que se entregan a este amor tardío como si no hubiera un mañana, quizás porque saben mejor que nadie que las cosas importantes no pueden postergarse más.
La familia crece y las tensiones aumentan. Es algo natural, que debemos aceptar sin conformarnos. Hoy es un día de fiesta en el que ojalá hablemos solo de lo bueno y podamos silenciar a los cenizos.
Quien quiera enviar fotos de sus torneos o de sus partidas privadas jugadas este 20 de julio las verá reproducidas en esta página durante los próximos días. Espero que no sean tantos que lleguen a causar un problema.
Gens Una Sumus.
La imagen de arriba es de un experimento escolar en la localidad china de Liaocheng.
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor