El ajedrecista navarro volvía a las clases después de ganar la medalla de oro en Brasil, en la categoría sub 16
Javier Habans es nuestro último campeón del mundo de ajedrez. En esta crónica en ‘El Mundo’ el ajedrecista navarro cuenta cómo se sintió en el torneo, mientras que su entrenador, Jesús De la Villa, explica las grandes condiciones de un chico al que entrena desde hace una década. Ahora volvemos sobre el campeonato que hizo, pero antes veamos cómo lo recibieron en su colegio de Pamplona, San Cernin.
Lo cierto es que el recibimiento, con todo lo emotivo que fue, no es del todo original. Hace un año, por estas fechas, contábamos por aquí cómo habían recibido en la ciudad polaca de Zabrze a Jakub Seemann, antecesor de Habans como campeón del mundo sub 16. Podemos ver de nuevo el vídeo, que se parece bastante.
To jest Jakub Seemann, który właśnie został szachowym mistrzem świata do lat 16.
— Tomasz Rożek (@RozekTom) November 28, 2023
W ten sposób został, dzisiaj rano, przywitany w swojej szkole, III LO w Zabrzu.
Ogromne gratulacje dla Jakuba i podziękowania dla nauczycieli i uczniów szkoły. To ważne by ci, którzy odnoszą… pic.twitter.com/HotQdZi0EM
Espero que se convierta en una bonita tradición para los futuros campeones mundiales que todavía acudan al colegio. Son un referente y un ejemplo para sus compañeros. Habans, que juega en el club Oberena, es entrenado desde hace una década por Jesús de la Villa.
De la Villa: «Derecho a soñar»
«Javier Habans tiene derecho a soñar», asegura desde Brasil el gran maestro y entrenador del joven navarro, que unas horas antes se había proclamado campeón del mundo en Florianópolis. El propio ajedrecista admitía que no se había planeado demasiado la posibilidad de vencer: «Es muy bonito soñar, pero solo pensaba en hacerlo bien, aunque empecé fenomenal y vi que se ponía cada vez más cerca. Comencé a creérmelo y a concentrarme aún más. Llegado a ese punto, no quería que se me escapase de ninguna manera».
Habans es el tercer español que se cuelga un oro en un Mundial por edades, después de Paco Vallejo (campeón sub 18 en el año 2000) y Pedro Ginés (sub 14 en 2018). Nuestro ajedrez culmina así un año espectacular, con una buena colección de metales, aunque Habans es quien más ha salido en las fotos: fue miembro del equipo campeón sub 18 en el Europeo celebrado en agosto en Praga, donde también fue bronce sub 16 individual.
Me gustó mucho la forma en que De la Villa motiva a sus jugadores: «Yo siempre uso una frase de mentalización un poco antes de los grandes torneos», explicaba por teléfono desde el aeropuerto, minutos antes de embarcar de vuelta a España. Jesús le dijo: «Dentro de dos semanas, puedes ser campeón del mundo o nuestra vida puede seguir igual. Era una oportunidad y él se veía fuerte, aunque luego en un sistema suizo te tiene que salir todo bien».
Habans padre: «Como ver un partido de fútbol»
Otra persona que me demostró su sensatez, y una prueba más del buen entorno que rodea a Habans, es su padre, que se preocupó por aprender a jugar mejor para vivir mejor los torneos en los que acompaña a su hijo desde que es muy pequeño. «Como padre ha sido una suerte engancharme a esto, porque pasamos muchísimas horas de espera y ya tengo el nivel suficiente para implicarme, divertirme viendo a mi hijo y a la élite. Puedo ver una partida de Carlsen y estoy encantado, es como ver un partido de fútbol».
Javier Habans padre también contaba la suerte que tuvieron al coincidir con De la Villa, cuyo trabajo ha sido fundamental para hacer del chico un campeón. «Son carambolas del destino. Lo apuntamos primero a jugar en el colegio con mi hija, que tiene dos años. Comían allí y había extraescolares a mediodía. Mi hija es bastante inquieta y mi mujer la apuntó. Vino a casa, había un tablero de los Reyes de cuando yo era niño, enseñó a su hermano pequeño y enseguida le gustó. Entonces lo apuntamos también en el colegio, pero todavía era demasiado pequeño y nos recomendaron informarnos en la Federación Navarra. En Pamplona hay cuatro o cinco equipos y escogimos el Oberena porque nos venía mejor, por comodidad. Ahí caimos, con la suerte de que Jesús es es socio del club y el responsable de la sección de ajedrez. Así empezó todo».
Con esta victoria, Habans consigue automáticamente el título de maestro internacional. Pronto será gran maestro, aunque ni él ni su entrenador tienen prisa. Como dicen ambos en el artículo para ‘El Mundo’, es más importante no obsesionarse y hacer las cosas bien.
En el Mundial sub 18, por cierto, Diego Macías terminó en cuarta posición, un resultado excelente, aunque haya sido eclipsado por el gran éxito de Habans.
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor