El argentino, de 10 años, venció al número uno del mundo en una partida bala, de un minuto, en el circuito de torneos Bullet Brawl
El pasado sábado, Faustino Oro derrotó a Magnus Carlsen en una partida bala por internet, en la primera ocasión en que se cruzaban sus destinos. Fausti ha ganado a muchos de los mejores ajedrecistas del mundo, pero derrotar al número uno son palabras mayores. El niño argentino, que solo tiene 10 años, domina sobre todo los ritmos más rápidos de juego, donde su instinto para colocar las piezas en el lugar correcto es letal.
«Estoy muy contento. Es una gran alegría para mí porque nunca había jugado contra él», declaró el pequeño ajedrecista. Faustino vive en Barcelona desde el pasado verano, cuando sus padres tomaron la arriesgada decisión de dejar sus respectivos trabajos y trasladarse a España, para darle a su hijo la oportunidad de desarrollar todo su potencial. En unos días lo veremos en el abierto de San Vicente del Raspeig, en Alicante, al lado de estrellas como Ivanchuk y Alekseenko.
El circuito Bullet Brawl se juega cada sábado dentro de Chess.com. Son dos horas de partidas de un minuto para cada jugador (sin incrementos) con una bolsa de premios de mil dólares. Como decían Les Luthiers, quien piensa pierde, en este caso por tiempo, porque hay que mover a un ritmo aproximado de una jugada por segundo.
De Faustino Oro ya lo sabemos casi todo; en diez años no cabe una biografía ajedrecística más intensa. En esta entrevista para ‘El Mundo’, que concedió cuando aún no era tan conocido en todo el planeta, él y su padre contaban cómo ha progresado tan rápido y cuáles son sus sueños. Fausti aprendió a jugar durante la pandemia, cuando lo apuntaron a Chess.com para que, como cantaba Serrat, «dejara de joder con la pelota». En el tablero de 64 casillas encontró su vocación y descubrió un talento que el continente americano y el ajedrez en español no nos daban de forma tan precoz puede que desde Capablanca.
Su juego es realmente asombroso. Hace poco le trataba de explicar a Manuel Azuaga en Málaga su forma de entender el juego: «Veo dónde van las piezas. Siento que tengo que mover un alfil a una casilla y no a otra, pero no sé por qué me pasa».
Lo podemos ver en la partida que le ganó a Carlsen:
Oro haga gala de sus mejores virtudes. Juega con un gran sentido práctico y, al conducir las piezas blancas, se puede permitir el lujo de ‘esperar’ a su rival, que en la jugada 38, ya muy apurado de tiempo, comete un grave error con el piloto automático puesto. Fausti no se pone nervioso. Antes de poder rematar la partida, a Carlsen se le acaba el tiempo y pierde. Un momento histórico para el joven argentino, por mucho que sea una partida por internet y sin demasiada gloria en juego.
Adaptación de Faustino Oro en España
Nada más venirse a España, Faustino quedó décimo en el Campeonato Iberoamericano de ajedrez rápido, un resultado fantástico. Después, sufrió en los Mundiales de rápidas, pese a lo cual derrotó a un gran maestro y a dos maestros internacionales. Él mismo intenta conseguir el título de MI y, si todo va bien, convertirse en GM más pronto que nadie en la historia. Es una carrera que puede generar presión, aunque el ‘Messi del ajedrez’ debería tomársela como una oportunidad de pasar a la historia, sin añadir más angustia al reto. Tomar parte en esa carrera es ya un premio y una demostración de talento increíble.
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