El argentino, de 10 años, logra su segunda norma de maestro internacional en el Campeonato Continental Absoluto de las Américas, en Medellín. En Madrid podría conseguir el récord como MI más precoz del ajedrez
En el caso de Faustino Oro es difícil navegar entre el entusiasmo que provoca y la necesaria prudencia que requiere un niño. Es difícil proteger a un genio que solo tiene 10 años y está a un paso de convertirse en el maestro internacional de ajedrez más joven de la historia. El chico argentino, conocido de sobra por los aficionados, acaba de lograr en Medellín su segunda norma de MI. Le falta un resultado igual de bueno en algún torneo para conseguir el título. En el Madrid Chess Festival, dentro de dos semanas, tendrá la oportunidad de superar un récord increíble.
Faustino está jugando en Colombia el Campeonato Continental Absoluto de las Américas, donde ya ha conseguido su primera meta. En las primeras nueve partidas ha cosechado 6,5 puntos, con una actuación digna de un jugador con 2436 puntos Elo. Algunos se preguntan cómo puede tener ya la norma asegurada, aunque queden dos rondas por disputar. Alejandro Oro, padre de Faustino, nos da la respuesta: «Para los torneos de más de 9 rondas, pueden contarse solo las primeras 9, 10, 11… Si en cualquiera de los casos cumple con los requisitos, es norma».
Próximo objetivo de Faustino Oro: jugar la Copa del Mundo
Otra posibilidad con la especulaban algunos es que, una vez conseguida esa meta tan importante, Faustino podría abandonar el torneo para no ponerla en riesgo. Es algo parecido a lo que hacen algunos jugadores en las Olimpiadas, cuando ya se han asegurado una medalla individual. No es el caso del jugador argentino: «Claro que va a seguir jugando, porque cumplido ese objetivo ahora quiere ir a la Copa del Mundo», explica su padre.
Para lograr clasificarse, un logro mucho más exigente, Oro tendría que terminar el torneo entre los cuatro primeros. Es difícil, pero aún es posible si ganara las dos partidas que le quedan. De entrada, hoy su rival es menos duro que los que ha tenido en las últimas jornadas, al menos en teoría; deberá jugar contra el colombiano Richard Alejandro Rueda (2076).
Hasta ahora, en el Campeonato de las Américas Fausti se ha enfrentado a dos grandes maestros (Pablo Salinas y Omar Quintana) y a cinco maestros internacionales. No ha perdido ninguna partida y ha ganado las cuatro en las que sus oponentes tenían menos Elo que él, dos maestros FIDE (como él) y una candidata a maestra. Veamos una de sus partidas:
Si tienes problemas para visualizar la partida, puedes bajar hasta el final del texto y pinchar en ‘Salir de la versión móvil’.
Los padres de Oro no quieren presionar al muchacho y aseguran que el título de MI ya se verá más adelante: «Lo importante es jugar mejor y Fausti lo está haciendo muy bien», aseguran. Sus resultados en Medellín han sido los siguientes:
Cada que vez aparece una noticia sobre los logros del ‘Messi del ajedrez’, no faltan voces que critican que los medios vendan humo, pero el muchacho sigue demostrando que su talento es único. Con solo 10 años, Faustino no participa en torneos infantiles. En los torneos sub 12 no tendría rivales. Con 12 o más años ya hay varios jugadores temibles, como el turco Yagiz Kaan Erdogmus, que acaba de romper un récord que tenía Judit Polgar desde hace 35 años.
Otro de los objetivos de Fausti es convertirse en el gran maestro más joven de la historia. El récord lo tiene Abhimanyu Mishra, con 12 años, cuatro meses y 25 días. En cualquier caso, el ajedrez es una carrera de fondo y mucho más importante que todas estas plusmarcas es el objetivo de ser campeón del mundo.
Faustino no deja de aparecer en las noticias, pero casi siempre es por mérito propio. Hace poco derrotó a Magnus Carlsen en una partida por internet, en la primera ocasión en la que se enfrentaban. Poco después quedaba entre los primeros en un Titled Tuesday, por delante del noruego y de otros monstruos del ajedez. También supimos que un grupo de empresarios han decidido apoyar al jugador argentino, para que no le falten oportunidades de competir en los grandes torneos.
La familia Oro tomó una decisión que parecía arriesgada cuando los padres dejaron sus respectivos trabajos y se vinieron a vivir a España con el chico. No faltaron las voces críticas, pero hasta ahora el joven ajedrecista ha demostrado que las esperanzas depositadas en él no son infundadas. Si llega o no a campeón del mundo dependerá de demasiados factores, muchos de ellos incontrolables, pero la apuesta es firme.