Después de ganar el Campeonato de España de Veteranos, el gran maestro español afronta en Terrasini (Italia) un nuevo Mundial, en el que parte entre los favoritos
A Mijail Botvinnik, campeón del mundo de ajedrez y de la seriedad, le preguntaron una vez por las partidas rápidas y dejó atónito a su entrevistador. «Una vez jugué una. Fue en un tren, en 1929», respondió con su habitual laconismo. José Luis Fernández (Portugalete, 1954), vigente subcampeón de Europa y del mundo de superveteranos (más de 65 años), tampoco es amigo de acelerar el juego y responde de forma parecida, sin sentir la necesidad de explicar más: «Nunca juego partidas rápidas».
Fernández acaba de ganar una vez más el Campeonato de España, en Roquetas de Mar (Almería) y, mientras espera la entrega de trofeos, comenta sus impresiones. De entrada, sorprende su autocrítica. No está nada satisfecho, pese a que logró 7,5 puntos en nueve partidas, porque el punto y medio que dejó escapar fue por errores groseros, fruto de la escasez de tiempo: «Estoy contento por el título pero no por el torneo. No debí conceder una derrota y unas tablas. Me estreso con los apuros del reloj. No he logrado equilibrarlo. Si no me apuro de tiempo, normalmente me va mucho mejor».
«Yo intento jugar posiciones sencillas y no apurarme», explica, «pero a veces necesito pensar más tiempo. Estaba acostumbrado a que en la jugada 40 te daban más tiempo, pero ahora resulta que es un ‘finish’ continuo y el estrés es tremendo». Fernández compite desde hoy en Terrasini (Palermo) en el Campeonato del Mundo para ‘viejitos’, donde intentará reeditar sus éxitos esta competición.
No lo tendrá fácil el español, porque este año se ha endurecido el torneo, en el que participan 161 ajedrecistas. Fernández es el sexto jugador con mejor Elo, por detrás de estrellas como John Nunn, vigente campeón, Rafael Vaganian, Lubomir Ftacnic y Yuri Balashov, además de Rainer Knaak. Otros participantes destacados son el argentino Daniel Cámpora y el español Joan Pomés. «Hacer 8 puntos o más en once partidas será muy duro», reconoce el medallista español.
El torneo para mayores de 50 es aún peor: Michael Adams, Maxim Dlugy, el chileno Iván Morovic, el ecuatoriano Carlos Matamoros, el brasileño Darcy Lima y el español Sergio Estremera son algunos de los participantes.
En categoría femenina solo hay un grupo y 33 participantes, en el que la española Mónica Calzetta ocupa la tercera posición en el orden de fuerza inicial, por detrás de otra leyenda, Nona Gaprindashvili, la mujer que derrotó a Netflix, y de la israelí Masha Klinova.
José Luis Fernández: «Jugar el Campeonato de España solo tiene una ventaja»
La clave en el último campeonato de España fue la victoria de José Luis Fernández contra Daniel Elguezábal, segundo favorito, una española en la que el argentino lamentaba haberse equivocado en la apertura. Luego, ya no pudo remontar, ni la partida ni el torneo.
Fernández también participará en el próximo Europeo, aunque señala algunas contradicciones de esta competición. Al ganar el último campeonato de Europa, se clasificó para el Mundial, pero no para el siguiente Europeo. Por eso tuvo que jugar el campeonato español, que de otro modo no sería tan interesante para él, debido a la pobreza de los premios. «Solo tiene la ventaja de que te pagan el Europeo. Si quedas campeón de Europa te invitan al Mundial, pero no al Europeo del año siguiente. La ECU es tal desastre que no tiene ni dinero para invitar a sus campeones. En cambio, la FIDE sí invita a los dos primeros de Europa. Es ridículo».
De vuelta a los sistemas de desempate, Fernández lamenta que el último Campeonato de Europa no lo ganó por una pequeña desgracia. «La mala suerte fue que Pomés perdió el último día. Si no lo hubiera hecho, yo habría ganado el torneo, porque me beneficiaba el resultado particular, que solo contaba si todos los empatados habíamos jugado entre nosotros. Al perder Pomés, se coló uno con el que no había jugado». «Estoy acostumbrado», añade. «He quedado muchos años segundo». En efecto, Fernández ganó el campeonato de España absoluto en 1989, pero quedó segundo en cinco ocasiones.
Claustrofóbico
¿Se ve jugando hasta los 102 años, como Manuel Álvarez? «Importa la salud. De momento estoy bien, me encuentro bien y preparo muchas horas las partidas». ¿Está mejor gracias al ajedrez? «Fui a hacer un estudio en el hospital universitario de La Laguna, en Tenerife, pero me metieron en el escáner y me dio claustrofobia. No sabía que la padecía. Yo he buceado, pero te dejan en una máquina en la que no puedes moverte. No es que te vayas a ahogar, pero es una sensación… Si tuvieras a alguien a tu lado. Si pasa algo chilla, te dicen».
Fernández cuenta que antes le gustaba jugar al tenis y que ahora hace sobre todo natación. «Y camino mucho». Pero no sabe cuánto durará en el ajedrez de competición: «Las enfermedades están al caer». Entretanto, sigue en activo en su trabajo como entrenador en Canarias y no piensa en la jubilación todavía. Los resultados acompañan: «Cogí a un niño y lo hice tercero de España y a una niña campeona de España sub 8».
¿Tiene algún método especial? «Detecto el talento. Y luego les doy motivación. Si miro a un niño, detecto el talento a golpe de vista, en unas simultáneas, por ejemplo, después de unas pocas jugadas. Luego le hacemos un test de inteligencia y concuerda». El problema que tienen en Canarias es que han tenido varios campeones sub 8 o sub 10, pero para conseguirlo a edades mayores hacen falta patrocinadores. «Necesitas viajar tú y el entrenador. En ajedrez, si no sales y solo juegas en Canarias…».