La jugadora catalana se planta en la mesa final de las Series Mundiales de Póker. El mundo del naipe también sueña con la primera victoria de una mujer en el torneo más importante del planeta. «¡Es el mejor día de mi vida!», dice la protagonista.
Leo Margets lo consiguió. Lautaro Guerra se quedó en el camino, aunque cualquiera habría firmado bajarse en su parada antes de salir: puesto 15, 450.000 dólares de recompensa. La jugadora catalana se ha convertido en la gran atracción de las WSOP 2025, en la niña mimada del público y de los jugadores estadounidenses. Puede ser la primera mujer que gana el Main Event de las Series Mundiales de Póker.
Hasta ahora, solo Barbara Enright, que terminó quinta en 1995, se había colado en una mesa final. La ex compañera de Winamax Gaëlle Baumann estuvo a punto. Fue la chica burbuja (de la burbuja buena) y terminó décima en 2012.

Lo de Leo en la octava jornada del Main Event fue un escándalo. El punto culminante fue un bote enorme que se llevó con pareja de jotas frente al As-Rey del portugués Sergio Veloso. Ambos se jugaron todas sus fichas antes de ver las primeras cartas comunitarias. Margets no quería ni mirar, abrazada a Lucía Navarro. Por allí también andaban y gritaban otros jugadores españoles, como Adrián Mateos y Javier Tazón.
En el flop cayeron un as, una dama y un 9. La española estaba medio muerta. Necesitaba una jota o… Las últimas dos cartas fueron dos tréboles, que le dieron un color salvador. La fiesta del perejil. Así lo vivieron Leo y Lucía:
De momento, Margets se ha asegurado un premio mínimo de un millón, aunque está en disposición de llevarse los diez millones que ganará el vencedor (o vencedora) de estas Series Mundiales. Recordemos que tomaron la salida 9.735 jugadores. Tenía cerca del 0,1 % de probabilidades de llegar hasta aquí.
Jotas mágicas para Leo Margets
La mano contra Veloso no fue la única en la que sus jotas superaban el As-Rey, un duelo clásico en el que tuvo la suerte imprescindible para llevarse cualquier título. Tres días antes, Daniel Becker perdió un flip casi idéntico, también en favor de la española, porque la carta más alta que salió luego fue una dama.
Cuando cayó Joey Padron, décimo clasificado, se confirmó que Leo entraba en los libros de la pequeña historia del póker. Quedan dos días de mesa final y solo ocho obstáculos para ganar el primer Main Event que se lleva una mujer y el segundo que recae en un español, después del triunfo de Carlos Mortensen en 2001. El Matador «solo» se llevó un millón y medio de premio.
Según cuenta Jonás Fernández en su crónica, su compañero e equipo Adrián Mateos se encargó de bajarla de las nubes: «Aún queda mucha tela por cortar y dos días de mesa final por delante». La propia Leo Margets confesaba que no se creía lo que estaba viviendo: «Hoy han sido demasiadas emociones. Esto es lo que todo jugador de póker sueña con conseguir. Creo, sinceramente, que hoy es el mejor día de mi vida».

También se acordó de sus compañeros, dentro y fuera del equipo Winamax: «Tengo el mejor apoyo que se puede tener, tanto en el team como de mis amigos, que hoy han estado apoyándome en cada mano. No puedo dejar de pensar en Lucía y en todo lo que ha supuesto para mí estos días. Hoy ni siquiera quería mirar el board en ese flip; me bastaba con que lo mirara ella».
Lo mejor de todo es que Leo aún no ha tocado el cielo del todo. Sigue sin conformarse con lo conseguido: «Como me decía Adri, ahora toca bajar a tierra y pensar en la mesa final que me queda por delante. Es muy jodida y tengo que saber encararla. Todavía queda mucho por hacer». No le faltará apoyo ni conocimiento. Solo hace falta que no la abandone la suerte en los momentos clave.
En la imagen de arriba, Lucía Navarro y Leo Margets se abrazan después de ganar la mano mágica del día 8. Foto: Caroline Darcourt / Winamax
Si has llegado hasta aquí, apenas te costará unos segundos más suscribirte a Damas y Reyes, con lo que ayudas a que esta página siga siendo gratuita, no tenga publicidad invasiva y esté actualizada con frecuencia.
