Icono del sitio Damas y Reyes

Manuel Álvarez baila en el tablero a los 102 años

Manuel Álvarez, en el abierto de Cap Negret. Foto: FMB

Manuel Álvarez, en el abierto de Cap Negrete. Foto: FMB

Comparte la noticia

El ajedrecista madrileño vuelve a mejorar su Elo en el I Abierto Internacional de Cap Negret

Manuel Álvarez Escudero es una leyenda desde hace mucho tiempo. Con 102 años, sigue participando en torneos de ajedrez, donde demuestra un espíritu de lucha envidiable. No hace mucho me dijo que este año esperaba mejorar su Elo y siempre que puede cumple su promesa.

Acudí al I Open Internacional de Cap Negret invitado por la organización (ya hablaremos del torneo, porque merece un artículo aparte), con el aliciente de ver a Manolo en acción. Solo estuve dos días en Altea, pero en la primera de las tardes al veterano jugador madrileño le salió una faena para el recuerdo. Le tocaba contra el belga Gerald Goetgeluck, un ajedrecista con más de 1800 puntos Elo, por los casi 1600 que tiene Álvarez.



En contra de lo que pueden pensar los nostálgicos en exceso, el ajedrez que se practica en nuestros tiempos no está exento de belleza. Hace unos días comentábamos por aquí el espectacular sacrificio de dama de la griega Stavroula Tsolakiduo, candidata a la jugada del año. Alireza Firouzja también ha llamado la atención con otro sacrificio de dama espectacular, pero el lector me permitirá destacar lo que ha hecho Álvarez con 102 años.

El español jugó valiente y no dudó en entregar un alfil. La combinación no era del todo correcta, pero sirvió para meter el miedo en el cuerpo de su rival, un ‘mozalbete’ nacido en 1946, un cuarto de siglo después que Manolo. Podemos ver la partida justo aquí:

Debe activar JavaScript para mejorar la visualización de partidas de ajedrez.

Goetgeluck, cuyo apellido significa buena suerte, prefirió jugar con un peón de menos y evitar los problemas, a la espera de que su oponente diera las lógicas muestras de fatiga. Pero Manolo estaba lanzado y, cinco jugadas después, vio el golpe definitivo que le permitiría ganar la partida. Volvió a sacrificar su alfil de casillas blancas y lo llevó a la casilla d5, controlada por tres piezas negras. La captura, sin embargo, sería mortal, porque permitiría un bonito mate. Goetgeluck prefirió abandonar.

Partida de dominó

Es fácil imaginarse al venerable ajedrecista cenando pronto para acostarse lo antes posible y recuperar fuerzas. Unas horas después, sin embargo, me lo encontré jugando al dominó en la cafetería del hotel, con lo que cumplía otra de sus tradiciones favoritas. Me lo había contado en la entrevista que le hice para ‘Peón de Rey’ y estaba claro que también esto era verdad. «El dominó me gustaba mucho y ganaba a menudo. También he jugado a la pocha, un juego en el que aunque te vengan cartas malas, si lo haces bien, puedes ganar», declaró entonces. 

Para Álvarez, la ‘miniatura’ contra el belga era su segunda victoria en el torneo. Luego perdió contra el brasileño Kasuo Okamura y contra César Estrada, dos jugadores aún más duros. Pese a todo, acabó la competición con una subida de 15 puntos Elo. No sé qué esperan los lectores de la vida, pero es difícil imaginarse a uno mismo a esa edad y subiendo posiciones en la clasificación internacional.

La fotografía de Manuel Álvarez la hice justo el día de la partida contra el belga, en el I Open Internacional de Cap Negret

Salir de la versión móvil