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Olimpiada, día 7: Gukesh gana una partida digna de un campeón del mundo

Gukesh mira a Wei Yi, que ya sabe que va a perder. Foto: FIDE / Michael Walusza

Gukesh mira a Wei Yi, que ya sabe que va a perder. Foto: FIDE / Michael Walusza

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El duelo entre China y la India deja a la segunda como grandísima favorita para ganar el torneo, también en categoría femenina

Esta vez no pude seguir la Olimpiada de Ajedrez en directo, salvo a ratos sueltos, y tengo claro que me perdí una jornada apasionante. Merecía la pena recuperarla después para escribir la preceptiva reseña. Gukesh D fue el protagonista absoluto: por cómo ganó, por el equipo y el rival que tenía enfrente y porque China decidió dejar en el banquillo al campeón del mundo, Ding Liren.

Durante varias horas, la medida pareció sabia y efectiva, hasta que el próximo rey del ajedrez –esta profecía es tan fácil ahora mismo que incluso da miedo– dejó claro que él también sabe ganar como Carlsen. Fe una victoria magnusiana, sentenciaron Pepe Cuenca y Carlos Matamoros.

Que el equipo chino quisiera preservar a Ding Liren no es nada sorprendente. Si le quedan armas por esconder, no era el momento de sacarlas. Si le queda ánimo para enfrentarse al prodigio indio, mejor que lo guarde para Singapur. China salió por tanto con Wei Yi como rival de Gukesh. Estrategias aparte, Wei es el número 8 del mundo y el campeón del mundo no está ya ni entre los 20 primeros.

La partida fue dura y larga. Duró 80 jugadas, en las que el gran maestro chino tuvo una precisión por encima del 91 por ciento, insuficiente para entablar. Planteó una defensa siciliana y salió bien de la apertura. Siguió haciendo las buenas y en la jugada 20, después de un c4 galáctico en el movimiento anterior, estaba incluso mejor.

En la 30, Gukesh tenía un peón de más, pero una pareja de caballos frente a los alfiles de su rival. Aquí he de decir que siempre he sido un admirador de la pareja de equinos, que en mis manos parecen dos burros pero que en las del príncipe indio se convierten en pura sangres. La cosa derivó en un final de tres peones contra tres y dos caballos contra una torre. Para las máquinas, igualdad absoluta. Para un pellejudo, era una posición diabólico, imposible de valorar con equidad (‘equinidad’, en este caso).

Gukesh y Wei Yi, sin embargo, se orientaron con sorprendente cordura y siguieron bailando sin perder el paso hasta la jugada 60. En la 65 ya solo tenían dos peones por barba, aunque en el asunto capilar el indio es claramente superior. Los ordenadores seguían augurando tablas, pero cualquier jugador normal habría perdido esa posición aunque le hubieran permitido elegir bando.

En la jugada 71, llegó el error fatal de Wei Yi, que se apresuró de manera comprensible y avanzó uno de sus peones hasta h3, a solo dos pasos de la meta soñada. El blanco contrarrestaba la amenaza con otro peón avanzado en la columna f. Se adivinaba la necesidad de recurrir a la foto-finish.

Los dos llegaron a la séptima fila, pero ahí Gukesh ya había tejido una red imbatible con sus caballos-araña de siete leguas, que defendían y atacaban a la vez desde la primera fila a la última. La torre tiene un alcance mucho mayor, un poderío que se suele acentuar en los finales, pero los caballos del indio trabajaban en equipo, mientras que a la solitaria pieza pesada le faltaban manos y piernas para atender todos los frentes.

Resultado: 1-0 para Gukesh y 2,5 a 1,5 para India, líder imbatida y hasta ahora con aspecto de imbatible. Otra noticia del día es que Erigaisi no ganó, ya que el resto de las partidas del duelo entre los dos gigantes terminaron en tablas. Arjun ‘solo’ lleva ahora 6,5 de 7 y una actuación de 2985 puntos Elo. Gukesh, con 5,5 de 6, está por encima de los 3050 y ya es quinto del mundo. Se le está poniendo cara de campeón. Es decir, cada vez más.

India-Irán, duelo estelar para hoy

Con todo, el equipo indio todavía no ha conseguido nada, porque a solo un punto tiene a la sorprendente selección iraní, contra la que deberá enfrentarse este jueves. Un escalón por debajo se amontonan hasta cuatro países: Uzbekistán, Hungría, Armenia y Serbia, todos por delante de Estados Unidos y un largo etcétera.

Y para demostrar que el dominio indio es absoluto, en la competición femenina su selección también ha ganado todos los encuentros. La segunda es Polonia, que ha cedido dos empate, y con los mismos puntos están Kazajistán y Francia, con seis victorias y una derrota.

Ana Matnadze perdió contra la francesa Pauline Guichard. Foto: FIDE / Michal Walusza

España sigue a medio gas

La selección española, por su parte, sigue sin explotar todo su potencial, pero al menos ganó al equipo de Letonia, país de origen de nuestro primer tablero, Alexei Shirov. El encuentro se decidió gracias a la victoria de Jaime Santos, con tablas en el resto de partidas.

El equipo femenino perdió contra Francia, un equipo que sobre el papel no es superior a España: solo puntuaron Sara Khadem, con tablas, y Mónica Calzetta, que venció a Mitra Hejazipour. Fue una pena la primera derrota de Sabrina Vega, frente a Sophie Millet.

En la imagen de arriba, Gukesh D mira a Wei Yi, que ya sabe que va a perder. Foto: FIDE / Michael Walusza


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