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Patricia Claros, la mujer que ama a los ajedrecistas

Patricia Claros, en el Abierto de Cap Negret, en Altea. Foto: FMB

Patricia Claros, en el Abierto de Cap Negret, en Altea. Foto: FMB

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Nacida en Perú, llegó a España a principios del siglo XXI y ya organiza una treintena de torneos al año.

No hay otra organizadora de torneos de ajedrez como Patricia Claros Aguilar, la faceta más destacada de una dama aficionada a moverse en todas direcciones, a recorrer todas las casillas del tablero. Si flojea en algo es como jugadora, aunque también le da. Ahí el artista de la familia es su hijo Aarón Bendayán. Como organizadora, dirige o colabora en cerca de treinta competiciones cada año, entre ellos los Campeonatos de España que dependen de la FEDA.

Por si alguien quiere simplificar, enumeraremos parte de su actividad más conocida:

Patricia Claros Llegó a España hace poco más de veinte años, en esa época de inflación encubierta en la que cambiamos las pesetas por los euros. No descartamos que fuera ella quien planificó la transición, porque lo organiza todo. En Altea, durante la celebración del primer Abierto Internacional de Cap Negret, pude apartarla de sus múltiples labores durante unos minutos para compartir un café y conocer su vida. En mi defensa diré que no esperaba verla llorar y que, desde luego, no fue deliberado ponerla en esa situación.



A orillas del Mediterráneo, sus emociones se desbordan, pero con la misma disciplina que acomete siempre su trabajo y sin el menor reproche, Patricia Claros sigue respondiendo preguntas antes de regresar a la sala de juego. Si el lector detecta un rastro de tristeza en las fotos, que no se lleve a engaño: derrocha alegría y buen humor, que también puede ser punzante.

Agradecida y viajera, vive en Alicante, aunque es fácil encontrarla en varios continentes: «Trabajo desde 2009 en los Emiratos Árabes, en Suiza, Túnez, Malta, Nueva York, Macedonia… «Empecé en Gibraltar, donde hubo una convocatoria, me presenté y les gustó. Los 15 años que he trabajado con los ingleses ha sido una experiencia maravillosa. No me puedo quejar de ninguno de los torneos en los que he estado, dentro y fuera de España».

Patricia Claros, en un momento de la entrevista. Fotos: FMB

En nuestro país, debutó en el Club Ajedrez Alicante: «Empecé a trabajar como secretaria ni bien llegué y aprendí muchísimo. Eran muchas horas de soledad. Comienzas a gestionar mucho trabajo, a crear uno nuevo, a visitar páginas web, visitar torneos… En cada torneo aprendí muchas cosas».

Patricia Claros antes de España

Rebobinemos un poco: «Vine a España simplemente porque quise cambiar mi vida. Pensaba que lo que había hecho en Perú ya era suficiente. Fui profesora de primaria, tenía un buen trabajo. El padre de mi hijo también. O sea, por la parte económica no fue. Vine por motivos emocionales. Quería romper un poco con lo que estaba haciendo».

¿Ya hacías cosas de ajedrez? «Sí, pero muy poco y en paralelo a mi trabajo. Siempre me he dedicado a organizar, porque a mi hermana también le gustaba el ajedrez, como al padre de mi hijo y a mi hijo, obviamente. Era una forma alternativa de estar cerca de él. Pero también me gusta, ¿eh? Me ha generado muchas cosas, aunque soy muy mala jugando. Siempre le he tenido mucho respeto al ajedrez».

En España, no todos los cambios fueron a mejor: «Una de las cosas que me limitó aquí fue cuando un día fui a reemplazar a un monitor de ajedrez y vi que las escuelas no tienen ni punto de comparación con las de Perú y Sudamérica. Allí el respeto al profesor es único. Jamás se le llama por su nombre, sino por su título. Me quedé traumada».

Claros también trabó cuidando a los hijos de un jugador del club por las mañanas. «Luego me hice conocida en el hospital y comencé a cuidar más niños. Al principio era un 50/50, luego 60/40, hasta que creé mi propia empresa y ya dedicaba todo el tiempo al ajedrez. Todo autodidacta, al cien por cien, todo, todo, todo».

Patricia Claros juega al ajedrez con el productor de cine Xosé Zapata, en el Palacio de Santoña, durante el torneo de Candidatos celebrado el año pasado en Madrid. Fotos: FMB

Justamente me debo a ellos. Me apoyan mucho y eso es un punto que hay que agradecer.

Fuera son empresas privadas las que me contratan, que tienen patrocinios muy fuertes. De todas maneras, somos un país bastante activo en organizar torneos. A España le tengo que agradecer que ha suplantado a mi patria como mi primer hogar. Tiene cosas muy valiosas. En cada sitio hay una casa cultural. España es el sueño dorado de todo jugador de ajedrez».

«España es el sueño dorado de todo jugador de ajedrez»

Patricia Claros

¡No, no, qué va! Hay tres tipos de jugadores: el que va exclusivamente a por los premios, el va a por el Elo y el que va a ver qué pilla. A veces hay gente que consigue las tres cosas.

¡Me encantan! Los quiero un montón. Dan vida al torneo. También están los que cuando pierden una partida se les ha acabado el mundo. Y los que han ganado una y ya no creen en Dios. Y los que les rompes el ego cuando tenían mate y no lo dan. Yo creo que todos los tipos de jugadores aportan al ajedrez, definitivamente.

Es verdad que los quiero mucho. Les estoy muy agradecida porque cuando empecé en 2004 con la propaganda de Benidorm, conocí a un grupo de jugadores madrileños que cargaban con mis folletos. Eran la releche, una cosa increíble. Me ayudaron mucho. Por eso me gustan tanto los campeonatos de veteranos.

«Cuando pasó la pandemia, vi un cambio total de los jugadores. El ajedrez les hacía vivir. En el siguiente Campeonato de España de Veteranos recuerdo cómo se besaban y se abrazaban»

Patricia Claros

Hay una nueva ola de dirigentes muy eficaces, porque notan que necesitan sacar a flote su ciudad.

El ajedrez ha hecho muchísimo bien al ser humano, porque lo convierte en un ser sociable. Dicen que los ajedrecistas con tímidos, pero no lo creo. Cuando pasó la pandemia, vi un cambio total de los jugadores y era la parte social. El ajedrez les hacía vivir. En el siguiente Campeonato de España de Veteranos recuerdo cómo se besaban y se abrazaban. Yo me tenía que dar la vuelta para no llorar, porque me emocionaba.

Este año he visto en mis torneos más participación de mujeres, es una brutalidad. En el de La Nucía, en Semana Santa, tuvimos 66. Eso no lo había visto nunca. Claro que podemos hacer más cosas, pero también pienso que no tenemos paciencia. A mí me gusta ir desde abajo hacia arriba, dejar a las chicas que vayan saliendo a flote poco a poco.

Otra imagen de Patricia Claros en el torneo de Candidatos. Fotos: FMB

La presión no es madre de nadie. Es al contrario, la paciencia es la madre de todas las virtudes. Estamos en un proceso en el que hemos avanzado mucho con las chicas, pero vamos a dejarles un poco de tranquilidad. ¿A ti no te ha costado salir adelante? Pues a mí también.

Muchas, muchas cosas difíciles. La parte dura de la vida es cuando tienes que poner una cara cuando no tienes ánimo de ponerla realmente. Recuerdo que en la pandemia perdí a mis dos hermanos. Estaba deshecha, desmoralizada, pero comencé a ir a los torneos de ajedrez otra vez y la gente lo sabía, por mis redes sociales. Realmente, sentí un calor enorme. Eso me dio energía para salir adelante.

Primero murió mi hermano. Me tocó Salobreña, en junio. Nadie se daba cuenta de que yo me metía al baño y me ponía a llorar. Desfogaba mi tristeza, mi incomprensión, porque mi hermano en ese momento era muy feliz con su familia. Había sido abuelo bastante joven y tenía una familia maravillosa y una nieta con la que disfrutaba de la vida. ¿Por qué murió? Yo me iba al baño y me desahogaba un rato. Luego me lavaba la cara y salía a seguir trabajando, porque el dinero no lo puede todo, pero tienes que subsistir y salir adelante.

Una vez que superas lo del hermano, viene lo de mi hermana. Eso ya fue lapidario para mí, incomprensible total, una tristeza increíble.

Patricia Claros, con Manuel Álvarez, en el Abierto de Cap Negret. Fotos: FMB

(Patricia se limpia las lágrimas y prosigue) Pero me hace bien recordarla porque una vez hablé con un gran amigo que es médico y me dijo que es preferible que llore todo lo que pueda, porque así supero más cada día y no se acumula. Acumular te puede traer muchas cosas malas. En esa parte jugó un papel muy importante mi hijo. Me apoyó muchísimo moral y físicamente. Pude salir adelante, aunque sigues llorando, sigues con la tristeza, pero tienes que seguir trabajando. Y también fueron muy buenos conmigo en el trabajo, muy comprensivos, aunque nadie te puede ayudar, salvo una misma.

Empecé primero con Javier Ochoa en la Federación Iberoamericana. Le llevaba la web y las informaciones. Con él no tienes que pensar realmente, él me daba todo el trabajo. Yo tenía que organizarlo, publicarlo y difundirlo, pero llegó un momento en que la FIBA pasó un segundo plano y comencé a ir a Salobreña, cuando empezaron a hacerse allí los Campeonatos de España por edades. Ramón Padullés vio las fotos que hacía y le gustaron. Empecé a ir a los torneos sub 8 y sub 10 y luego al resto, y a otros torneos de la Federación.

Es muy importante el vínculo familiar que han logrado los campeonatos de España. Sé que le achacan a la Federación muchas cosas, pero no ven esos logros que hemos hecho, que los padres puedan convivir con sus hijos en los campeonatos, y ojo, jugar también a veces.

Eso nadie lo puede quitar, aunque la gente critica sin saber. La Federación quizá debería ser más rápida en las contestaciones, pero esas respuestas pasan por varias partes. La gente tampoco sabe los correos electrónicos que tenemos de los padres pidiendo que se repita allí. Ese lugar lo tiene todo y genera una confianza tremenda.

«El último año que estuve en el Bali, donde trabajé 16 años, se apuntaron más de mil personas y el año pasado fueron 509 en La Nucía. Vamos a ver qué sucede en San Vicente del Raspeig»

Patricia Claros

El proyecto nació con la idea de dar a conocer aún más Alicante. Este año ya he llevado a la gente a Alicante, a Torrevieja, a La Nucía… pero en los últimos tres años mi centro de operaciones es San Vicente del Raspeig. Este año lo haremos en el polideportivo por última vez, porque en 2025 se abre el nuevo polideportivo, que abriremos con el ajedrez. Me han apoyado mucho. Vamos a ver cuánta gente juega allí. El último año que estuve en el Bali, donde trabajé 16 años, se apuntaron más de mil personas y el año pasado fueron 509 en La Nucía. Vamos a ver qué sucede. De momento ya tengo cerca de 200 jugadores y no ha terminado el año.

Es un torneo muy cómodo por lo bien conectado que está. Puedes venir en coche desde Alicante en diez minutos o treinta caminando. También puedes ir en el Tram, que es fabuloso, en autobús, en bicicleta… Es un regalo para los jugadores de Alicante y alrededores y también es importante que las mujeres sigamos demostrando que somos capaces de hacer muchas cosas y buenas.

No, pero me gustaría conocerlo. A ver si tiene vida. Bueno, yo sí que tengo vida, que esto me gusta mucho.

Fotos: Todas las imágenes fueron tomadas por el autor de este artículo, con permiso expreso de la protagonista

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