El exfutbolista y entrenador regresará a los tableros en un abierto muy exigente, contra rivales como Erigaisi, Sarin, Niemann, Pichot y Faustino Oro
«Estamos muy contentos de anunciar que Quique Setién jugará en el III Open Chess Menorca.
Para nosotros es un orgullo ser el torneo elegido para su regreso al ajedrez de competición. ¡Bienvenido Quique!». Con este texto y una fotografía del exfutbolista y entrenador en Instagram, la organización del Abierto de Menorca desvelaba la participación de un ajedrecista que, con mucho menor nivel que los profesionales del gremio, competirá en atención con estrellas ya confirmadas, como Hans Niemann, Arjun Erigaisi, Nihal Sarin, Vladimir Fedoseev, Jorden Van Foreest, Alan Pichot y Faustino Oro, entre muchos otros titulados de prestigio.
El Abierto de Menorca se jugará del 2 al 7 de abril, justo después del Abierto de Semana Santa de San Vicente del Raspeig, y las partidas se disputarán en una nueva sede, el Hotel MarSenses Paradise Club. El número de participantes se acerca a los 300 (el cupo ya está agotado) y la bolsa de premios asciende a 20.000 euros, pero la noticia de las últimas horas ha sido la confirmación de que Quique Sitien volverá jugar un torneo de ajedrez, por primera vez en el siglo XXI.
El santanderino, de 65 años, tiene un Elo oficial de 2055 puntos, que lleva congelado en el tiempo desde enero del año 2000. Ha seguido jugando en las plataformas y en partidas amistosas y simultáneas, pero su trabajo principal no le ha permitido participar en torneos, sobre todo de ajedrez clásico, que suelen durar más de una semana. Allá por los 90, recuerdo verlo y estar a punto de enfrentarme a él en el abierto de Benasque, a finales de siglo, justo después de su retirada como futbolista y antes de su etapa como entrenador.
Setién como futbolista y entrenador
En aquel torneo se celebró también otro paralelo de fútbol, entre comunidades, y recuerdo que metía goles como quien hace cosquillas, cada vez que su equipo lo necesitaba. Parecía más en forma que cuando jugaba en el Atlético de Madrid y en la selección española. También jugó en el Logroñés y, por supuesto, en el Racing de Santander.
Setién fue un centrocampista muy fino, con muy buena visión de fútbol y con gol, aunque con una acusada preferencia hacia la técnica, por encima del despliegue físico. (En Benasque aquella impresión se difuminó por completo, aunque era contra aficionados). Algunos nostálgicos de la improductiva furia española nunca lo supieron valorar en su justa medida, un mal que sufrió aún más otro artista del balón, Juan Carlos Valerón. Setién dejó su huella en el césped y otros en el diccionario: antes de su salida como rojiblanco, Jesús Gil se retrató por partida doble cuando lo acusó de ir con mujeres «ostentóreas».
Como entrenador, su etapa más brillante fue la del Betis, que lo llevó a fichar por el F.C. Barcelona, donde no terminó de encontrar el equilibrio entre sus avanzadas ideas estratégicas y la complicada plantilla del equipo, menos disciplinada que un ejército de peones. El 2-8 contra el Bayern de Múnich fue seguramente un resultado que lo perseguirá todavía en sus peores sueños.
Pero volvamos a los tableros, que esperan con ilusión el regreso de Setién. Sus últimas partidas computadas, 12, se vieron reflejadas en la lista de enero de enero de 1998. Incluso en España ha llovido desde entonces. En todos estos años no ha variado su Elo, ni siquiera con el último ‘regalo’ de la FIDE, ya que solo lo han recibido quienes tenían menos de 2000 puntos. Su única puntuación es de ajedrez clásico.
Setién vuelve al ajedrez como muchos jubilados, a los 65 años. Veremos hasta qué punto mantiene la buena forma. Como recuerda Daniel Pérez en el diario ‘As’, llegó a jugar contra Anatoly Karpov y Garry Kasparov en partidas simultáneas y fue invitado para jugar contra la máquina de IBM Deep Blue Junior. En su día, Radomir Antic se llevó la fama como jugador avanzado de ajedrez, pero después de ver jugar a los dos es fácil decir que Setién siempre fue superior.
En Menorca trabajarán como comentaristas Miguel Illescas, Michael Rahal y David Martínez.
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