El ajedrecista rumano, que podría padecer problemas mentales, está arrepentido por haber escondido dos móviles en el servicio
A los árbitros y organizadores del Campeonato de España de clubes les tranquilizará saber que sus sospechas sobre Kirill Shevchenko no eran infundadas. El jugador rumano, nacido en Ucrania, fue expulsado del torneo acusado de utilizar hasta dos teléfonos móviles, que escondió en los servicios del hotel donde se disputaba la competición, en Melilla.
Según ha podido saber Damas y Reyes, Shevchenko, un top 100 mundial de solo 22 años, ha reconocido su «delito» y está arrepentido. La FIDE, que investigaba el caso, no necesitará demostrar nada, que parecía lo más difícil en este caso, aunque todos los indicios apuntaban en la misma dirección. Falta la confirmación oficial y conocer la sanción que recibirá este jugador, que en la actualidad tiene 2653 puntos Elo. Será el ajedrecista de mayor calificación castigado por hacer trampas en vivo.
Al parecer, dada la confesión de su jugador, la Federación Rumana de Ajedrez ha desistido de recurrir y no seguirá defendiendo a su jugador, salvo quizás para intentar que la pena no sea demasiado alta. El club con el que participó en el Campeonato de España, el Silla de Valencia, ya asumió que era culpable, aunque Shevchenko tuvo el detalle inesperado de devolver el dinero recibido. Pese al daño sufrido en la reputación del equipo, también quedó claro que el gran maestro lo hizo todo a título individual, sin ninguna ayuda ni conocimiento de sus compañeros o responsables. Pese a todo, el Silla logró al final un meritorio tercer puesto en el Campeonato de España de clubes.
Una circunstancia atenuante para Shevhenko, además de su confesión y arrepentimiento, algo tardío, es que podría padecer algunos problemas de salud mental. Es un territorio resbaladizo y hasta ahora solo se sabía que es una persona más introvertida de lo habitual, incluso para ser ajedrecista. Por otro lado, en su club llamó la atención la frialdad con la que encajó las acusaciones y la expulsión en Melilla, lo que algunos consideraban un indicio más de culpabilidad y otros consideraron que era precisamente lo contrario. También se comentó el comportamiento extraño que tenía en ocasiones y los árbitros reflejaron sus reacciones inesperadas cuando lo sorprendían esperando en el servicio para poder entrar justo en el cubículo donde había escondido los móviles.
«¡No toques!»
Otra circunstancia llamativa es el mensaje que se halló junto al segundo móvil descubierto, acompañado de una nota que decía: «¡No toques! ¡El teléfono se dejó para que el huésped contestara por la noche!». La letra y la tinta con la que estaba escrito el mensaje apuntaban también a su probable culpabilidad. Fue otra prueba bastante torpe de las muchas que fue dejando por el camino. La nota la escribió como reacción a la desaparición del primer móvil escondido, que fue recogido por una limpiadora del hotel y entregado en recepción, donde seguramente seguirá.
Queda por saber qué decidirá la Comisión de Ética y Disciplina de la FIDE, que este mismo año ha impuesto algunas sanciones bastante duras y otras que podrían haber sido peores. Así, el maestro internacional Andrejs Strebkovs fue sancionado por cinco años por enviar material pornográfico a varias jugadoras. El árbitro Arild Rimestad, por su parte, fue castigado con dos años de inhabilitación por acosar a una empleada de la Federación Internacional.
El año pasado, otro árbitro, Xuhao He, también fue inhabilitado durante cinco años por manipular los emparejamientos de algunos torneos con la intención de ayudar a su hijo, Anthony He, que se hallaba en plena recolección de normas. He (él) llegaba incluso a sugerir a algunos posibles rivales que se tomaran un descanso (‘bye’) para evitar que se enfrentaran a su vástago.
El caso Feller, el más grave hasta la fecha
Pero el caso que más recuerda al de Shevchenko, por su categoría, juventud y procedimiento en el engaño, es el que protagonizó el francés Sebastien Feller hace más de una década. El ajedrecista hizo trampas nada menos que en la Olimpiada de Ajedrez de 2010, con ayuda del entrenador del equipo galo (el GM Arnaud Hauchard, que hacía de enlace) y de otro cómplice (el MI Cyril Marzolo), que seguía las partidas gracias a la retransmisión y enviaba las jugadas codificadas por SMS.
La FIDE sanciono a Feller con (solo) dos años y nueve meses, con el atenuante de ser menor de edad en el momento de los hechos. Hauchard sufrió tres años de castigo, mientras que Marzolo fue el mejor parado, con un año y medio. Ha pasado tanto tiempo que Feller volvió a jugar. Ahora tiene un Elo de 2546, lejos de los 2668 que alcanzó antes de su suspensión.
En el caso de Kirill Shevchenko, la duda principal no es el tiempo, sino si será desposeído del título de gran maestro, como se dijo que podría ocurrir. Quizá le salve su arrepentimiento y su condición de víctima de una enfermedad mental. De momento, las fuentes consultadas de la FIDE no han querido comentar la noticia, dado que la comisión que investiga el caso no ha emitido su veredicto.
Me comentan que el castigo podría ser muy alto e incluso que hay quien defendía una sanción de por vida. Recordemos que Paco Vallejo proponía hace poco penas de diez años. No creo que lleguen a tanto, pero quién sabe.
Foto: Instagram
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor