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Sobre Damas y Reyes

Por qué nació Damas y Reyes

Permíteme que me presente. Soy Federico Marín Bellón. Estuve muchos años al frente del blog Jugar con Cabeza, en ABC, donde trabajé durante más de 30 años. Cuando pasó aquel suspiro. no quería perderme el lujo de mantener un escaparate alternativo a los medios convencionales para publicar noticias, opiniones, entrevistas y reportajes sobre ajedrez, algunas veces también sobre póker. El primer día prometí actualizar esta página todo lo que pudiera. También dije que pensaría más en lo que me gusta y en lo que creo que prefieren los lectores (esto es opinable, por supuesto) que en las apetencias de Google, a menudo extravagantes o incluso peligrosas.

Con esta premisa y con mucha ilusión, DAMAS Y REYES echó a andar en 2023, como un proyecto personal al margen de los grandes medios. El plan no ha cambiado, demostrar que no solo de fútbol vive el ser humano —aunque no reniego del balón en las dosis correctas— y que se puede salir al mundo sin paraguas.

Un poco sobre mí

Nací en Almería en 1967, pero he vivido en Madrid casi toda mi vida. Antes de empezar a escribir en El Mundo, estuve más de media vida en ABC, donde colaboré en casi todas las secciones del diario. Tuve plaza fija en las de Madrid, Cultura, Televisión y ABC Cultural. En las secciones de Deportes también soy un visitante asiduo, gracias al ajedrez y al póker, y sigo escribiendo de libros, cine y series en ‘Nueva Revista’.

En 2010 creé dentro de ABC el blog Jugar con cabeza, que actualicé con pasión hasta que en 2023 tuve que cambiar de aires. También soy autor del libro ‘Ajedrez sin miedo’, reedición actualizada de ‘Ajedrez para torpes’. Un poco más arriba puedes ojear gratis parte del libro y, en caso extremo, incluso comprarlo. Por supuesto, también hay versión en papel. Si no lo encuentras, puedes escribirme.

Aún vivo en Madrid, pero intentaré seguir moviéndome por el mundo (y por El Mundo) en busca de nuevas historias y aventuras. Espero con avidez tus sugerencias, peticiones y comentarios. El sano intercambio de ideas es una de las cosas más enriquecedoras que nos quedan. El único requisito es no faltar al respeto a nadie.

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