Yago Gallach inaugura en Damas y Reyes ‘La sección de Susa Buesa’, un nuevo espacio, completamente distinto, para los amantes de los enigmas. Este texto fue publicado por primera vez en ‘Paterna al día’, en mayo de 2023. Espero que os guste
«¡Guau!», dijo Susa Buesa, la inspectora jefa del departamento, mientras abría el contenido del sobre.
—¿Qué es eso, jefa? —Le preguntó Pedro Ladrador, uno de los agentes más oliscos del cuerpo de investigación, que en ese momento entraba con un chocolate humeante en el despacho de su jefa.
—Sí, sí, ¿qué es? —Continuó su inseparable amigo Paco Mordedor—: ¿Tenemos caso?
Por respuesta, Susa levantó el sobre para que el texto fuese visible y con una sonrisa, confirmó:
—Ladrador, Mordedor, parece que tenemos ce cuatro ese cero.
—¡¡Nos encanta ese código!! —Corearon ambos al unísono.
Nunca podremos saber qué se esperaban Susa, Pedro y Paco, pero se quedaron absolutamente atónitos cuando, al abrir el sobre, se desvelaron las dos primeras pistas:
Si quieres saber qué hueso ha desaparecido del Museu de Ciències Naturals de València, conecta los números, con el movimiento de las torres, de tal forma que los caminos no se crucen entre sí: 1-1 [4], 2-2 [3], 3-3 [3], 4-4 [9], 5-5 [6].
—¡Oh!, ¿y ahora tenemos que aprender a jugar al ajedrez? —se indignó el agente Ladrador, quien, a su edad, ya no se veía para esos trotes. Su superior carcajeó, divertida:
—El ajedrez es un juego muy fácil —añadió—: ¡Sólo hay que pensar!
Resignado, el agente Mordedor, resopló un sonoro: «Procedamos».
—Buesa, ¿cómo se menean los castillos?
—¿Las torres? En línea recta, de arriba abajo, de izquierda a derecha, tantas casillas como quieran, siempre que tengan la vía expedita.
Estuvieron estudiando durante un buen rato las dos tarjetas.
—Parece que la primera nos da la llave de la segunda —indicó Mordedor.
—Y la segunda nos quiere llevar a…
—¡Visto! ¡¡La biblioteca!!
—¡Eso es! La biblioteca de La Cova, que está justo debajo de la torre de Paterna.
—¡Esto promete!
Yago Gallach Pérez nació un 23 de mayo, como Anatoli Kárpov, pero con una notable diferencia en años, títulos y Elo. Bueno, y que Yago nació en un cálido y festivo domingo y el gran Tolia en un frío y calculador miércoles. Casi 12 olimpiadas después (en nada nos quedará París), Yago ha pasado de ser un simple peoncito a un enamorado de nuestro juego que trata de transmitir toda la pasión que puede en sus clases, con el permiso de niños y niñas, claro. Siempre bajo la consigna del humor, que, como le decía su abuela entre risas, es el camino más corto entre dos personas.