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Candela Francisco y Marc’Andria Maurizzi ganan el Mundial de ‘bebés’

Candela Francisco, campeona juvenil del mundo. Foto: David Llada / FIDE

Candela Francisco, campeona juvenil del mundo. Foto: David Llada / FIDE

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La argentina y el francés consiguen el título con 17 y 16 años, respectivamente. Fracasa del estadounidense Hans Niemann, en un campeonato sin los grandes prodigios indios

Fue el mundial de los bebés. Dos niños de 16 y 17 años se impusieron en una competición reservada a ajedrecistas de hasta 20, en esa época de la vida en la que tres años son capitales. La argentina Candela Francisco logró el Campeonato del Mundo femenino y su futuro parece espectacular. Otro prodigio, Marc’Andria Maurizzi , rebajó aún más la edad necesaria para ganar el torneo, celebrado en México.

En una competición sin los pequeños genios indios, creo que no es demasiado duro considerar un fracaso la actuación de Hans Niemann, gran favorito. Acabó empatado entre el puesto 8 y el 16, a un punto de los cuatro líderes: Maurizzi, Arseniy Nestterevo (Rusia, aquí con bandera de la FIDE), Luka Budisavlevic (Serbia) y Mamikon Gharibyan (Armenia). Niemann también terminó por detrás del colombiano Santiago Ávila. Se jugó en México y se habló español, porque son asimismo destacables las actuaciones del también colombiano José Cardoso y del cubano Jorge Pérez Marimón.

Niemann, en el Mundial. foto: Emilio Castellanos / Fenamac

Lo de Niemann, enredado en batallas absurdas en las redes sociales, da argumentos a sus críticos. Completó un torneo digno de un jugador de 2550 puntos Elo, que contrasta con esos días en los que rinde como una máquina de 2900. Si somos indulgentes con él, tuvo opciones de subir al podio hasta el último día, pero perdió contra Nesterov cuando solo le valía la victoria. Tuvo tablas por repetición con las que no se conformó, y luego jugó mal un final difícil. Su falta de olfato para ver el peligro de un peón pasado del ruso resultó llamativo. En todo caso, la ventaja que tenía Maurizzi en caso de desempate parecía insuperable y el oro prometido nunca estuvo a su alcance.

Candela Francisco: «Todo gracias a Dios»

La gran alegría de la competición fue la victoria de la argentina Candela Francisco, una chica de 17 años que sí supo templar los nervios y adelantar a sus rivales justo en la línea de meta. Empató a 8,5 puntos con la estadounidense Carissa Yip y la búlgara Beloslava Krasteva, a las que superó gracias al sistema de desempate. Seguramente también fue justo, porque la campeona entabló con Yip y ganó a la búlgara, mientras que sus rivales empataron entre ellas.

La victoria de Candela tampoco puede considerarse sorprendente. Era la segunda favorita y hace poco se proclamó campeona continental, en Cuba. En México ha ampliado una colección de medallas de oro impresionante, «todo gracias a Dios», como proclama en sus redes sociales.

La gran sorpresa de la competición, por otro lado, fue la mexicana Lhia Castellanos, octava, pese a que partía con menos de 2000 puntos Elo.

Marc’Andria Maurizzi, fotografiado por David Llada

Sigan a este muchacho

El campeón absoluto del Mundial Juvenil es otro jugador al que conviene seguir la pista. Desde muy pequeño, Maurizzi no ha parado de conseguir títulos internacionales. Es maestro internacional desde los 12 años y dos meses y gran maestro desde los 14 años y cinco días, después de sus grandes resultados en Sitges, Cataluña y Barcelona. Francia sigue produciendo grandes maestros jovencísimos, tras la estela de Etienne Bacrot y Joël Lautier, que ganó el Mundial juvenil a una edad aún más temprana, con 15 años.

El rival de Maurizzi en la última ronda, el serbio Luka Budisavljevic (bronce), es otro chico jovencísimo, de 17 años, lo que confirma la tendencia. Es el GM más precoz de su país, con 16 años y diez meses. La plata fue para Nesterov, en cambio, casi un veterano de 2003. Todo esto se explica en parte porque grandes estrellas aún en edad juvenil ni se molestan en perseguir este título, que quizá se les queda pequeño. O eso creen ellos.

Los españoles, discretos

Adhara Rodríguez empezó muy bien, pero se le hizo largo el torneo. En las primeras cinco rondas, hizo cuatro puntos, con cuatro victorias y una única derrota contra Carissa Yip. Luego, no volvió a ganar; tres tablas y tres derrotas en las últimas seis rondas, pese a que solo jugó contra una jugadora mejor que ella, según la clasificación inicial. Terminó en el puesto 17, no mucho peor de lo esperado, pero bajó casi 22 puntos Elo y le faltó contundencia.

Aaron Alonso puntuó mejor, con 7 de 11 y un balance final de cinco victorias y dos derrotas. También perdió Elo (9 puntos). Terminó en el puesto 25, cuando partía de diez más abajo. Lo más importante para los españoles habrá sido la experiencia conseguida.

Todas las partidas se pueden ver en Lichess.

Foto: Candela Francisco, por David Llada / FIDE

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