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Carlsen también es el mejor en Casablanca: su secreto, amar a los clásicos

Magnus Carlsen, vencedor de la nueva modalidad de ajedrez Casablanca. Foto: Lennart Ootes / FIDE

Magnus Carlsen, vencedor de la nueva modalidad de ajedrez Casablanca. Foto: Lennart Ootes / FIDE

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El noruego demostró que, además de dominar todas las modalidades, es el ajedrecista más erudito. El formato estrenado en Marruecos triunfa entre los jugadores

Magnus Carlsen es el número uno del mundo por muchos motivos. Uno de ellos es su respeto y conocimiento del ajedrez clásico, que desprecian muchos jugadores jóvenes enganchados a la teta del módulo. En Casablanca, se inauguró este fin de semana una modalidad de ajedrez curiosa: las partidas empezaban en una posición ya jugada en alguna partida clásica, por figuras como Fischer, Kasparov y Capablanca.

Carlsen no solo supo adaptarse mejor que nadie a este regreso al pasado; conocía casi siempre los antecedentes y sabía incluso quiénes la habían jugado y en qué contexto. Su entendimiento profundo del ajedrez no nació por generación espontánea. Puede que sea un genio, pero además ha trabajado como el que más, ha estudiado a sus geniales predecesores y tiene una memoria prodigiosa.

Hikaru Nakamura terminó segundo en Casablanca, por detrás de Magnus Carlsen. El americano aseguró que este es su formato favorito. Foto: Lennart Ootes / FIDE

El noruego terminó invicto el torneo. Derrotó a sus tres rivales con una victoria y unas tablas. En segunda posición terminó Hikaru Nakamura, gracias a sus dos triunfos contra Bassem Amin. El representante de Asia, Vishy Anand, acabó con el 50% de los puntos, algo meritorio si tenemos en cuenta que era el único que superaba los 40 y los 50 años. En última posición, como se esperaba, acabó el mejor GM de África, que solo logró dos empates, contra Carlsen y contra Anand.

Carlsen: «Perdí el control contra Bassem»

Es curioso, porque Carlsen dominó en todo momento a sus rivales, excepto a Amin en una de las partidas. «Siento que jugué razonablemente bien, salvo cuando perdí el control contra Bassem. Pudo terminar de cualquier manera, pero estoy contento con la forma en que jugué», declaró Magnus nada más imponerse en el Casablanca Chess 2024.

Lo interesante del formato, que será difícil exportar muy lejos, es que permitió ver cómo se desenvolvían los jugadores en posiciones alcanzadas por otros jugadores en partidas clásicas. Si en el ajedrez 960 (o Freestyle Chess) es el azar el que decide, en Marruecos fueron dos grandes maestros, Hicham Hamdouchi y Laurent Fressinet, los que elegían las partidas y la posición de partida. Veamos algunos ejemplos.

Posiciones de origen en las partidas de la tercera ronda en Casablanca

Nadie duda de su imparcialidad, pero algunas elecciones fueron discutibles. Pese a que ninguno de los dos jugadores empezaba con una ventaja objetiva, a juicio de las máquinas, había posiciones mucho más fáciles de jugar con un color que con el otro, sobre todo a un ritmo de juego rápido. Lo comentaron los grandes maestros participantes.

En el siguiente vídeo podemos ver cómo recibían las jugadas los participantes. Les daban un folio con los movimientos ‘obligatorios’, sin decirles a qué partida pertenecían.

Carlsen ‘adivinó’ las partidas modelo mucho mejor que sus contrincantes, también cuando se trataba de partidas de los Campeonatos del Mundo femeninos. Contra Anand, por ejemplo, el indio comentó que pensaba que una partida que Keres le ganó a Botvinnik. No iba tan mal tirado el pronóstico, pero Carlsen acertó del todo: «Es un Smyslov-Botvinnik cualquiera», dijo. En efecto, la posición la habían jugado ambos varias veces, aunque para esta partida el modelo elegido había sido un duelo entre Alekhine y Euwe.

No siempre supo las partidas y en alguna ocasión Magnus se sintió mal por ello. «Estoy bastante avergonzado de no haber reconocido inmediatamente la partida Kasparov-Karpov», admitió en una de las rondas, en las que llegó a pensar: «¿Qué tipo de idiota pone el caballo en d7? Probablemente no sean tan buenos jugadores».

Al final, el número uno del mundo dijo que había sido un formato «divertido», mientras que para Nakamura fue su torneo favorito «en años», como comenta en su habitual resumen en vídeo. En Chess.com explica: «Me divertí muchísimo. Creo que esta variante es mi favorita en la actualidad. Supera con creces el Fischer Random (ajedrez 960), simplemente porque a pesar de que terminamos con posiciones nuevas, sigue siendo ajedrez clásico. Se basa en la historia de lo que ha sido el ajedrez durante los últimos 600 años y, francamente, las partidas eran muy, muy creativas». 

Fabiano Caruana, por cierto, hizo un comentario que algunos encajaron mal: «Chigorin en 1889 > Magnus e Hikaru en 2024», escribió. Para mío solo fue una muestra de reconocimiento al genial ajedrecista, que ya en el siglo XIX jugaba unas partidas de escándalo. Otros lo interpretaron como un ataque a sus colegas. De hecho, Anish Giri comenta también en broma: «Imagina a Chigorin con nuestros cursos de Chessable», y el estadounidense responde: «Creo que Chigorin dejaría una mala reseña de nuestros cursos».

En la imagen de arriba, Magnus Carlsen, vencedor de la nueva modalidad de ajedrez Casablanca. Foto: Lennart Ootes / FIDE

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