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Tablas de risa entre Nepo y Dubov, castigados por burlarse del ajedrez

Nepo no puede aguantar la risa durante su farsa contra Dubov, que empezó y acabó en tablas

Nepo no puede aguantar la risa durante su farsa contra Dubov, que empezó y acabó en tablas

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Los árbitros, más protagonistas que nunca en el Mundial de Samarcanda, castigaron a los grandes maestros rusos con un doble cero

Las tablas sin lucha son una de las mayores lacras del ajedrez. Son contados los jugadores que no han firmado alguna vez un empate prematuro, no necesariamente amañado, por los motivos más diversos. Algunos lo justifican, pero el daño que causa al ajedrez como deporte y como espectáculo es difícil de calcular. Es además casi imposible evitarlo, porque ni siquiera es eficaz la regla de Sofía, que impide acordar el reparto de punto antes de la jugada 30. A los rusos Ian Nepomniachtchi y Daniil Dubov se les fue la mano, sin embargo, y su baile equino fue una burla impresentable, castigada por los árbitros en el Mundial de partidas relámpago. Se podría pensar incluso que se quedaron cortos.



La partida, correspondiente a la undécima ronda del Mundial de partidas relámpago, duró trece jugadas, pero podían haber sido dos o doscientas, con el mismo resultado. Ambos grandes maestros se limitaron a mover sus caballos, en un ritual ridículo, para devolverlos a la posición inicial, solo que intercambiados. Ni los caballos ni los jugadores podían aguantar la risa. Es mejor verlo para entender por qué los árbitros les regalaron un cero a cada uno, en una nueva decisión polémica, pero en todo caso más justificada que el castigo a Anna-Maja Kazarian por llevar «zapatos extraños».

Los Mundiales celebrados en Samarcanda están siendo especialmente agitados desde el punto de vista arbitral. También vimos cómo a Hans Niemann (este tío está en todas) le paraban una partida en la que seguía intentando derrotar a Aleksandr Rakhmanov después de malograr un final de torres con dos peones de ventaja. Otro caso llamativo fue el de Andrew Hong, que protestó después de perder por tiempo contra Yu Yangyi, porque, según dijo, el reloj no funcionaba bien. El estadounidense asegura que él lo pulsó, pero que su contador no se detuvo. La reclamación fue desestimada, aunque requirió una larga deliberación que retrasó una hora el comienzo de la siguiente ronda.

Otras tablas ridículas

Estos dos ejemplos no dejan de ser circunstancias más o menos normales del juego. Lo de las tablas sin lucha requiere casi un libro aparte. Al fin y al cabo, Nepo y Dubov se rieron del reglamento, pero no es tan distinto de lo que se vio en muchas otras partidas. Susan Polgar ponía un par de ejemplos, cuyos diagramas no pueden ser más elocuentes. Otro ruso, Vladimir Artemiev, entabló con Dubov de otra manera que no debería permitirse en un Mundial, mientras que la flamante campeona Mundial de rápidas, la también rusa Anastasia Bodnaruk, hacía lo propio con la china Tingjie Lei.

En otros deportes hemos visto auténticos escándalos, pero sería impensable un partido de fútbol, por ejemplo, que durara dos minutos porque ambos entrenadores decidieran firmar el empate nada más comenzar. En realidad, hacer tablas en pocas jugadas sin intención de luchar no es muy diferente, pero lo ocurrido en la partida Dubov-Nepo era demasiado evidente para pasarlo por alto.

Daniil Dubov también fue castigado con un cero por pactar las tablas con Nepo. Foto: Maria Emelianova / FIDE

Los jueces no tomaron la decisión en el momento, sin embargo. El árbitro principal del Mundial, Ivan Syrovy, tomó la decisión después de discutir el caso con sus colegas. «En mi opinión, ambos jugadores son responsables y considero que arreglaron previamente el resultado de la partida. Mi opinión se basa en los movimientos que realizaron», declaró. Luego apareció incluso un vídeo en Twitter en el que se escuchaba a los rusos ‘cocinar’ el resultado. Nepo y Dubov apelaron la decisión, pero no tuvieron éxito en su reclamación. El comité de apelación votó de forma unánime a favor del castigo.

¿Qué habríais decidido vosotros?

Fotos: Maria Emelianova / FIDE

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