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El ajedrecista noruego no le caben los títulos en las manos y logra su decimosexto campeonato del mundo. Bodnaruk ganó en la ruleta rusa del desempate a Humpy Koneru
Puede que Magnus Carlsen se aburra a ratos del ajedrez clásico, pero cuando las partidas son cortas, su ambición sigue siendo infinita. El gran maestro noruego ha ganado en Samarcanda su quinto Mundial de ajedrez rápido, con diez puntos en 13 partidas. De momento, su presencia sigue siendo intimidatoria para los grandes maestros más jóvenes, que deberán esperar a futuras ocasiones para asaltar el poder, aunque en este campeonato hemos visto a varios niños que dan miedo. Segundo fue el esloveno Vladimir Fedoseev y tercero, el chino Yu Yangyi.
Entre los españoles, David Antón fue el mejor, con 8 puntos y grandes partidas contra varios de los mejores grandes maestros del mundo. Solo le faltó salvarse en la última ronda, en un final largo y complicado contra Alexander Grischuk, para conseguir un resultado sobresaliente. A pesar del amargo sabor final, es un torneo en el que debería estar contento. Maksim Chigaev y Alan Pichot hicieron 7 puntos, con especial mérito para el primero, mientras que Eduardo Iturrizaga se acabó retirando y acabó con cinco.
Ruleta rusa en el Mundial femenino
En el Mundial femenino, aguantó en primera posición la rusa Anastasia Bodnaruk, que solo tiene el título de maestro internacional y un Elo modesto, de 2265 puntos. Aunque terminó invicta, en las últimas rondas no pudo evitar que la alcanzaran la india Humpy Koneru y la china Lei Tinjie. Esta última, con peor desempate, se tuvo que conformar con el bronce, una solución práctica pero poco estética.
Bodnaruk y Koneru tenían que jugarse el título en cuatro partidas relámpago. Ahí ocurrió de todo. La india empezó ganando con negras, pero luego perdió con blancas después de conseguir una posición muy superior. Después de unas tablas no menos tensas, en la cuarta y definitiva partida logró de nuevo ventaja, pero perdió por tiempo. «Humpy jugó mejor que yo, pero yo jugué más rápido. Ese fue mi camino hacia el éxito», declaró la rusa.
Bajo estas líneas podemos ver la reacción final de Bodnaruk, que no pudo contener la emoción tras su victoria.
Las españolas no tuvieron su día. Ana Matnadze acabó en el puesto 51, con seis puntos, mientras que Sara Khadem se acabó retirando y ni siquiera jugó las tres últimas partidas. Ella misma explicó su mala actuación en las redes sociales: «Enfermé un día antes de mi vuelo a Samarcanda. Decidí venir y luchar, pero lamentablemente mi situación está empeorando. Me retiré del Mundial de rápidas, pero haré lo posible para recuperarme para el de partidas relámpago». Ojalá pueda jugar en unas condiciones aceptables.
El relevo de Carlsen
Pese al triunfo de Carlsen, quien se declaró feliz de vivir cada Mundial en el día de la marmota, este Mundial de rápidas ha supuesto la confirmación de varios jugadores jovencísimos, que tarde o temprano tendrán que asumir el relevo. Volodar Murzin, de 17 años, terminó en quinta posición. Praggnanandhaa Rameshbabu, de 18, fue octavo.
Pero los dos jovenzuelos citados ya ni siquiera sorprenden. Lo bueno de verdad llega cuando analizamos los resultados de los niños de verdad, que de entrada sorprende que puedan jugar un Mundial absoluto a su edad. Sergey Sklokin, de 10 años, ganó a dos GM y a un MI. Roman Shogdzhiev, de ¡8 años!, venció a dos GM y 2 MI. Danis Kuandykuly (10 años), derrotó a dos GM y 3 MI. Faustino Oro (10 años) ganó a un GM y dos MI. Seguro que Fausti incluso terminó disgustado con su resultado, porque el final se le hizo largo y no pudo puntuar en las últimas rondas.
Este viernes y sábado tendrá lugar el Mundial de partidas relámpago (tres minutos más dos segundos). La emoción está asegurada.
Foto: Lennart Ootes