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Guardiola y Carlsen hablan de fútbol y ajedrez

Pep Guardiola y Magnus Carlsen, en la campaña de Puma

Pep Guardiola y Magnus Carlsen, en la campaña de Puma

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Pep y Magnus explican las similitudes entre ambos deportes en una campaña publicitaria para Puma. El noruego comentó después: «No fue horrible»

Pep Guardiola trabó cierta amistad con Gary Kasparov hace años. Ahora ha grabado con Magnus Carlsen una charla en la que ambos debaten sobre las similitudes entre el ajedrez y el fútbol. La marca Puma los ha reunido, en colaboración con el Manchester City y Chess.com, y ha grabado un vídeo de casi doce minutos. En él comentan los paralelismos entre sus deportes, que se parecen en la estrategia, la toma rápida de decisiones, la paciencia y la importancia de adaptarse al rival. Mo Salah estaría de acuerdo.

El vídeo es interesante porque, entre otras virtudes, no abusa de la promoción publicitaria, que por otro lado es evidente. No es algo negativo: que un gran maestro grabe una campaña de tú a tú con uno de los futbolistas y entrenadores de fútbol más exitosos de la historia es una buena noticia para el ajedrez. Minutos después de difundirse la campaña, Carlsen ha comentado con sentido del humor que la conversación «no fue horrible».

En el vídeo, Guardiola destaca la importancia de controlar el centro, en ambos deportes, mientras que Carlsen dibuja similitudes entre atacar por un lado para tratar de crear ventajas. También discuten el papel del instinto y la imprevisibilidad para triunfar.

Pep empieza contando su relación con el ajedrez y Magnus explica la suya con el fútbol. «Cuando era pequeño, empecé a jugar. Mi padre me enseña un poquito, pero cuando me di cuenta de que no podía vencer a Magnus, dije: lo dejo. Esa fue mi decisión», asegura Guardiola.  «Me encanta el fútbol desde pequeño», afirma el noruego. «Jugué mucho, todos los días. En realidad, no volvía a casa directamente de la escuela; me quedaba allí para jugar al fútbol. Luego volvía a casa para jugar al ajedrez y resultó que era mejor en el ajedrez. Entonces seguí haciendo eso. Definitivamente, fue una buena elección».



El número uno del mundo también habla de las similitudes entre ambos juegos: «Creo que tanto en el ajedrez como en el fútbol lo importante es controlar el centro. Otra cosa es que a menudo en ajedrez también atacas por un flanco, obligas al oponente a sobrecargar la defensa y luego cambias de lado para conseguir alguna ventaja. En términos de espacio, es notablemente similar».

El entrenador y exfutbolista le da la razón y añade nuevos parecidos: «Es correcto. El ataque depende del movimiento del oponente. Hay que prestar atención al otro. El oponente lo hace en cada movimiento y reacciona. No tiene dos horas para realizar el siguiente movimiento. Tenemos un segundo para reaccionar o tomar una decisión. Depende de lo que esté pasando».

Guardiola y Carlsen, dos ganadores natos

El presentador también les pone algunos vídeos de goles del Manchester City para que su entrenador comente las jugadas. Carlsen sigue encontrando paralelismos: «Pep acaba de hablar de la paciencia y la preparación. Eso es lo que sucede a menudo en el ajedrez. Maniobras, maniobras e intentas encontrar debilidades, hasta que aparece una grieta. Luego, todo va muy rápido».

Magnus comenta asimismo una partida importante contra Wesley So. «Había perdido contra Wesley un par de partidas. Solo recuerdo que el tiempo corría. A los dos nos quedaban segundos. No estaba jugando tan bien y ambos estábamos nerviosos, pero lo superé y obtuve una gran victoria». 

Guardiola y Carlsen también comentan algunas jugadas de fútbol

¿Cómo mantener la calma en un ambiente de tanta presión? «Creo que la respuesta simple es que a veces no lo haces. Simplemente mantienes un poco más de calma que tus oponentes. Por lo general, lo que hago en los grandes momentos es tratar de reducir la velocidad un poco si tengo tiempo, concentrarme en respirar lentamente. Si eso no funciona, probablemente esté en problemas». 

Pep también desvela cómo actúa bajo presión: «A veces, algo va mal y no sé lo que está pasando. En ese momento, como decía Magnus, lo mejor es respirar y relajarte un minuto. Tal vez en tres o cinco minutos encuentres la solución. Te pones más ansioso que nervioso. No hay posibilidad de encontrar la solución adecuada».

El director de orquesta del City también admite que no le gusta jugar al contraataque, pero a veces «hay que aprovechar» también esa forma de actuar. Carlsen lo ve parecido: «Una vez más, es el mismo principio. A veces, si avanzas en el ajedrez, puedes sentarte y defender. Y a veces tienes oportunidades para contraatacar. Es bastante similar».

Guardiola y Carlsen tienen la misma idea y comparten un momento de complicidad

Otra principio válido en el fútbol y el ajedrez es cambiar de estrategia si las cosas salen mal al principio. «A veces esperas un tipo de juego y el oponente piensa todo lo contrario. El truco está en los primeros minutos. Tenemos que hacer de manera diferente uno o dos aspectos. A veces quizás sea lo más difícil», detalla Guardiola. Carlsen hace lo mismo: «Creo que a veces cambias de estrategia según lo que está haciendo tu oponente. A veces las cosas no van muy bien y cambias. O a veces sigues el mismo plan y si tu oponente no comete errores, no ganas. Así que hay que ponérselo difícil». Cuando les preguntan si es importante se imprevisible, Pep ataja: «La gente dice: ¿cómo vamos a atacar? Y yo te digo, dime cómo me va a defender el rival».

Siete horas concentrado

Una diferencia notable entre el fútbol y el ajedrez es la duración de los partidos. En ajedrez pueden durar más de siete horas, algunas veces. A Carlsen le recuerdan una de sus victorias más largas contra Ian Nepomniachtchi. «Me sentí bien. Estaba listo para jugar más», asegura el noruego. «Recuerdo que estuve muy tranquilo y concentrado durante las últimas dos horas y media. Estaba jugando con bastante poco tiempo en mi reloj, pero sabía que era mi oportunidad. Si ganaba esa partida, probablemente sería campeón del mundo otra vez. Supe que era mi momento. Y después, estaba tranquilo. Incluso le dije a mi manager que estaba listo para trabajar tres horas más si era necesario. Iba a conseguir esa victoria».

Aquí Guardiola se desmarca: «De ninguna manera podría estar siete horas concentrado en una sola cosa. Para él es su pasión, su amor, lo mejor. Por eso puede hacerlo y manejarlo. Por eso es campeón del mundo tantas veces».

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