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La guerra entre Kramnik y Chess.com se recrudece: esto va a terminar mal

Vladimir Kramnik

Vladimir Kramnik, fotografiado por Lennart Ootes

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La plataforma expulsa al excampeón mundial durante tres meses por jugar con una cuenta ajena. El ruso asegura que solo trataba de demostrar sus tesis y denuncia que la plataforma trata mejor a los verdaderos tramposos que a sus perseguidores

Como si quisiera calentar el duelo Kramnik-Martínez, que tendrá lugar del 7 al 9 de junio en Madrid, Chess.com ha decidido castigar al excampeón mundial con una expulsión de tres meses. Más de uno llegó a pensar que era una broma por el April Fool’s Day, pero se ha confirmado que lo castiga por usar la cuenta de otro gran maestro, Denis Khismatullin, con la que participó en el Titled Tuesday, el torneo más famoso por internet de la plataforma. El reparto de sanciones es enigmático: tres meses para Vladimir Kramnik sin poder jugar torneos con dinero en Chess.com y veto de por vida para su compatriota, que tiene 39 años y un Elo de 2556 puntos.

El ruso, como respuesta, ha disparado en al menos dos direcciones. Por un lado, afirma que su irregularidad era parte de un «experimento para recopilar datos y probar métodos de detección de trampas». Por otro, se ha dedicado a recordar los casos en los que otros jugadores hicieron trampas, incluido Magnus Carlsen, con la complicidad de la propia plataforma. Esta, denuncia, llegó a recompensar e incluso a reír las gracias de algunos que admitieron sus fechorías. K también se refirió a Danny Rensch, uno de los máximos responsables de Chess.com: «Danny es un buen tipo con los tramposos, no con los jugadores que intentan descubrirlos, gran trabajo. Ya lo entendí hace medio año; es hora de que todos lo entiendan».

El gran maestro español José Carlos Ibarra ha resumido lo ocurrido en una frase: «Vladimir Kramnik acusando de trampas a todo el mundo y al final le sancionan a él por hacer trampas. ¿Qué cosas tiene la vida no?».

La comunidad está dividida entre facciones muy diferentes: quienes apoyan la cruzada de Kramnik, los que creen que se le ha ido la pinza con el asunto, otro grupo que considera que el ruso es el único que ilumina los rincones más oscuros de Chess.com y, por último, un número creciente de aficionados hartos de todo este asunto. Al fondo, se frotan las manos los fulleros profesionales, a los que este ruido les favorece.

A todo esto, no está de más recordar que Khismatullin es un gran maestro ruso que se libró de las sanciones de la FIDE pese a su apoyo explícito a la invasión de Ucrania. A principios de año alcanzó cierta notoriedad cuando el polaco Duda se negó a estrecharle la mano en el último Mundial de Rápidas.

Antecedentes de la guerra Kramnik vs. Chess.com

Tampoco es la primera vez que Chess.com emprende acciones contra Kramnik, en una escalada de hostilidades lenta pero constante. El pasado mes de diciembre, la plataforma cerró el blog del ruso, por «violar sus códigos». Las reacciones no fueron muy favorables a la medida, criticada incluso por Carlsen, y durante algunas semanas la convivencia fue pacífica, pero después de que Kramnik persistiera en sus ataques, le dieron un aviso público, que ha culminado con esta expulsión temporal de sus torneos con premios.

Mi sensación es que en esta polémica los dos bandos se están equivocando seriamente. Chess.com, que sin duda se toma muy en serio el problema de las trampas, ha seguido una política algo errática e indulgente contra muchos fulleros. Después, no ha sabido cómo reaccionar a las críticas tan duras de uno de los jugadores más importantes de la historia.

Este, por su parte, parece a veces enajenado, confunde las probabilidades con las certezas y ahora argumenta que su expulsión es injusta porque otros han cometido delitos parecidos o peores. Es un «y tú más» comprensible hasta cierto punto, pero sin sentido. Tampoco se sostiene su argumento de que jugar con otra cuenta admisible si la fuerza del jugador suplantado es parecida. Lo peor es que algunas de sus ideas, que pueden ser atinadas, quedarán embarradas por lo mal que las expone a menudo.

Es una verdadera lástima observar la deriva de toda esta polémica, que ojalá termine pronto de alguna manera pacífica y productiva, lo que parece cada vez más difícil. Entretanto, estamos a la espera de ver cómo se desarrolla el suelo entre Kramnik y José Martínez, una forma mucho más inteligente de resolver las disputas, siempre sobre el tablero. Será en el Casino Gran Vía de Madrid, del 7 al 9 de junio. Habrá apasionantes actividades paralelas, que merecen otro artículo. Peor antes, en un rato, empieza el torneo de Candidatos, el más importante del año.

La foto de arriba es de Lennart Ootes


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