Izquierda: María Ángeles Lacasa Otín, Directora de la Biblioteca. Derecha: Laura Fernández Fernández, Profesora Titular, Departamento de Historia del Arte; ambas de la Facultad de Geografía e Historia, Universidad Complutense de Madrid (foto: Federico Marín Bellón)

Un rey, una profesora y una doncella en apuros

Tiempo de lectura aprox: 9 minutos, 51 segundos

José Fernando Blanco vuelve a escribir en Damas y Reyes, esta vez para mezclar el ajedrez con historias y leyendas de edades olvidadas. Con la colaboración de Laura Fernández, profesora de Historia del Arte, nos cuenta algunos secretos y curiosidades del Libro del axedrez, dados e tablas, de Alfonso X el Sabio.

1

Dilaram es la esposa favorita de un gobernante musulmán al que ciertas crónicas dan el nombre de Al-Murdaui y el rango de visir. Aunque este ama tiernamente a su preferida, resulta ser un ludópata sin remedio; hasta el punto de exponer a Dilaram como objeto de apuesta en una partida de ajedrez.

a partida de Dilaram según Liudmila Gavrilova (fuente: blog Artedrez, de Mariano García Díez)
La partida de Dilaram según Liudmila Gavrilova (Fuente: blog Artedrez, de Mariano García Díez)

Dilaram está presente en la partida; tanto Al-Murdaui como su rival suponen que ella no entiende lo que está pasando en el tablero. La realidad es muy otra: la princesa ha dedicado horas de su tiempo a jugar con otros miembros de la corte, y ha adquirido una destreza notable.

La partida se encamina a la derrota del visir, pero Dilaram, que ve venir lo peor, interviene. Ella también ama a su esposo, a pesar de sus defectos, y no quiere separarse de él. Sabe que no puede soplar directamente a Al-Murdaui la combinación ganadora, así que habla de forma críptica: “Entrega tus carros de guerra o tendrás que entregar a Dilaram”. El esposo jugador entiende el mensaje y consigue deducir del mismo las jugadas que ganan la partida y le permiten conservar su mayor tesoro.

2

Alfonso, el hijo de Fernando y Beatriz, ha tenido una vida agitada. Lleva meses en Sevilla, intentando terminar sus últimos proyectos antes de que le llegue la muerte, que intuye cercana; ya estuvo muy enfermo el año anterior. Le cuesta concentrarse en la tarea, porque uno de sus dieciséis hijos (el mayor de los varones legítimos vivos) le está dando terribles dolores de cabeza.

Posado del Rey Alfonso, en toda su majestad, para la iluminación que abre el Libro de los Dados (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial)
Posado del Rey Alfonso, en toda su majestad, para la iluminación que abre el Libro de los Dados (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial)

Si Alfonso quisiera hacerse una tarjeta de visita, habría que usar un tipo de letra pequeño para que cupiera su título: «Señor de Castilla, León, Toledo, Galicia, Sevilla, Córdoba, Murcia, Jaén, Badajoz y el Algarve» (lo del Algarve está cogido con alfileres pero, aun sin eso, es una lista importante). Si hubiera tenido éxito en uno de sus proyectos (en el que invirtió infructuosamente tiempo y dinero, suyo y de sus nobles), habría podido añadir «emperador».

3

Laura habla con claridad y confianza, tanto cuando se explica en castellano moderno como cuando lee esa especie de trabalenguas que es el castellano del siglo XIII: donde lee «fazer» pronuncia sin pestañear «fatser». Se ve que domina perfectamente la materia y que está acostumbrada a hablar en público; por algo es profesora titular en el departamento de Historia del Arte en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid.

Se conoce al dedillo la vida, pero sobre todo la obra, de Alfonso. Realizó su tesis doctoral sobre los manuscritos científicos del rey; fue el primer estudio integral de los mismos. Hoy, jueves 20 de noviembre de 2025, se dispone a impartir una conferencia sobre el famoso Libro de los juegos.

Laura Fernández habla de El libro de los juegos ante varios aficionados al ajedrez. Foto: FMB / Damas y Reyes
La profesora de Historia del Arte Laura Fernández habla de El libro de los juegos ante varios aficionados al ajedrez. Foto: Federico Marín Bellón / Damas y Reyes

Ni ella ni María Ángeles, directora de la Biblioteca de la Facultad y organizadora de estas charlas, esperan una gran audiencia: la hora no es buena y la mayor parte de los estudiantes prefieren volver a casa a comer. Sin embargo, hoy un extraño grupo de personas mayores ha copado la primera fila, doblando el número de asistentes.

4

El padre de Alfonso gozó en vida de una fama de santidad que confirmó la Iglesia unos siglos después con su canonización. Con ayuda de Dios, y de las disensiones entre los almohades, amplió el mapa de la Reconquista hasta reducir el dominio islámico en la Península a lo que fue (olivo arriba o abajo), durante los 200 años siguientes, el reino nazarí.

Alfonso, décimo rey de Castilla con ese nombre, ha heredado de su padre todos estos señoríos y los mantendrá hasta su muerte. Parece una tarea sencilla, pero las escaramuzas fronterizas requieren una gran inversión en recursos defensivos. Esto le deja poco margen de maniobra para mayores empresas, que aun así intenta, sin éxito.

El fracaso y las consecuencias ruinosas de estas empresas han provocado que muchos historiadores condenen su reinado; pero en la balanza de la fama los reveses políticos se ven compensados por su formidable labor de documentación, conocida como Scriptorium regio y que abarca manuscritos sobre leyes, historia, ciencias, religión, música y ocio.

5

Uno de los manuscritos más famosos del scriptorium alfonsí es el llamado Libro del axedrez, dados e tablas, también conocido como Libro de los juegos. Este es precisamente el objeto de la charla que va a dar Laura, y que ha atraído a estos cinco ajedrecistas aficionados (como Maria Ángeles ya ha intuido que son) y a una profesora de arte. Uno de ellos abre una especie de tableta con teclado y empieza a tomar notas a ritmo de taquígrafo. Su nombre es Federico Marín Bellón y sus notas han sido de gran ayuda al escribir estas páginas.

Entre los asistentes y Laura hay una mesa sobre la que reposa un enorme cojín; sobre el cojín, un libro de gran formato al que los oyentes no pueden dejar de echar una mirada furtiva y curiosa de vez en cuando. Pero Laura, para su exposición, se sirve por ahora de una típica presentación sobre pantalla.

La profesora presenta ordenadamente los conceptos que enmarcan la creación del Libro de los juegos: la importancia del rey como promotor e impulsor del scriptorium; el lugar del Libro de los juegos dentro de este ambicioso proyecto; su ubicación actual en la Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial, y su disponibilidad en formato digital de calidad.

También cuenta Laura que el Libro de los juegos se realizó en 1283, como se indica en el colofón del mismo. Comienza con la historia de un rey de la India que consulta a tres de sus sabios sobre la preferencia entre el intelecto (seso) y el azar (uentura). Uno de ellos da preferencia al intelecto, otro al azar y el último a una mezcla de los dos. En consecuencia, el primero presenta al rey el juego del ajedrez, el segundo los dados y el tercero las tablas (un precursor del actual backgammon).

Los sabios de la India presentan sus juegos al rey (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial)
Los sabios de la India presentan sus juegos al rey (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial)

El primer Libro de los juegos es el del ajedrez, por ser este más noble y de mayor maestría que los otros. Es también el más extenso, un total de 64 folios (¿coincidencia? Laura no lo cree) de los 97 que componen la obra (contando los folios de la ampliación, en la que se describen nuevos juegos, como el alquerque, además de un ajedrez de 12×12 casillas con piezas tales como cocodrilos, unicornios y jirafas).

6

Dije que Dilaram era la esposa favorita de Al-Murdaui, pero algunas fuentes la rebajan al rango de concubina o esclava (siempre favorita, eso sí). ¿Qué era en realidad? Por desgracia, no importa demasiado, porque Dilaram no existió. Fue imaginada, sin nombre, por algún oscuro autor para historiar un problema de ajedrez (mansuba) creado quinientos años antes. La tierna historia relatada al comienzo de este escrito acompañó a este problema (mansuba al-yariya o problema de la doncella) durante siglos. Solo en el XV, cierto poeta turco dio a esta mujer el nombre de Dilaram, o sea, alivio del corazón.

Este problema se atribuye al célebre Al Suli (Abū Bakr Muḥammad ibn Yaḥyā ibn al-‘Abbās al-Ṣūlī, 870-946?). Por desgracia, no tenemos espacio para traer a colación su fascinante biografía. La elegancia del remate dio justa fama a este mansuba, que se propagó de manuscrito en manuscrito por todo Oriente y Occidente (a menudo con variaciones irrelevantes), y encontró sitio, como era de esperar, en la colección de problemas del rey Alfonso.

7

Laura sigue contando anécdotas del Libro de los juegos: explica el porqué de un libro sobre este tema, según Alfonso: para que sus súbditos puedan compensar los pesares de la vida cotidiana; y para que puedan llenar su tiempo de ocio las personas (mujeres, ancianos, enfermos, prisioneros, hombres de mar…) que no pueden practicar ejercicios al aire libre.

Precisa que el tratado del ajedrez contiene 103 problemas, 88 de estilo islámico y el resto europeos. 20 de estos problemas son inéditos.

Alfonso manda describir también, para cada juego, la fabricación de los elementos del mismo; y nos ofrece un amplio abanico de personajes (masculinos y femeninos, de diferentes edades) practicándolo: representantes de diferentes clases sociales y profesiones, de las tres religiones que convivían en su reino, y visitantes de cercanas y lejanas tierras (bizantinos y hasta mongoles).

Mongoles jugando al ajedez (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial).
Mongoles jugando al ajedez (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial)

Ya centrados en el ajedrez, explica también Laura por qué, siendo el rey la pieza más poderosa, no es la que tiene más capacidad de movimiento:

«Así como el rey no se debe arrebatar en las batallas, mas ir muy a pasado, y ganando siempre de los enemigos… el rey de los trebejos no debe andar más de un paso

También nos habla Laura en detalle del Libro de los dados y el Libro de las tablas; apuntes muy interesantes, que por falta de espacio no comentaré aquí.

8

Los mansubat presentan a menudo situaciones desesperadas para el rey de uno de los bandos, amenazado de un mate inevitable. Su única salvación depende de que sus propias piezas consigan dar mate al rey enemigo antes de que lo haga el rival. Esta característica se cumple en el problema de la doncella.

En el Libro de los juegos, dicho problema aparece cuatro veces, con algunas variaciones. Sobre esta redundancia, en su monumental estudio sobre los problemas recogidos en esta obra, Ricardo Calvo Mínguez (maestro internacional de ajedrez e historiador, 1943-2002) dice:

«La razón de ello no pudo ser el descuido de los compiladores ni del ilustrador, sino el deseo de asegurar que la repetición del tema asegurase su supervivencia.»

Nada que objetar; sin embargo, las diferencias entre las cuatro versiones son lo bastante grandes como para disculpar que los compiladores no se percataran de que el tema era el mismo; máxime cuando estaban manejando un centenar de posiciones.

Así, por ejemplo, en la primera versión (problema 54, folio 38r), juegan las blancas y ganan; en las otras tres es al revés. Entre unas versiones y otras varía la situación, siempre desesperada, del rey del bando que finalmente resulta ganador y de las piezas que lo amenazan.

Por otro lado, también hay pequeñas diferencias en la disposición de la batería que ejecuta la maniobra de mate. Aquí nos basaremos en la mencionada primera versión, que es la más elegante: en la segunda y la cuarta, por ejemplo, el sacrificio del primer carro de guerra (la actual torre) ya se ha producido; y en la tercera cambia la posición del caballo y el elefante (el actual alfil), siendo el primero de ellos el que da jaque a la descubierta en la segunda jugada.

El problema de la doncella, en su primera aparición en el Libro de los Juegos (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial)
El problema de la doncella, en su primera aparición en el Libro de los juegos (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial)

En las iluminaciones del Libro de los juegos, el tablero se muestra en horizontal, correspondiendo con la posición de los jugadores. Todas las piezas miran hacia el lado del rival, pero además los caballos se muestran de pie. La posición que vemos es un raro caso en el que el caballo negro está del revés; véase, por ejemplo, la iluminación que muestra a los jugadores mongoles, unas líneas más arriba; allí los caballos negros están del derecho.

El diseñador mexicano Armando Hernández Marroquín creó un bonito tipo de letra basado en el Libro de los juegos. En 2002, Hernández Marroquín amplió esta fuente para que incluyera algunas piezas rotadas. Sonja Musser Golladay utilizó estas fuentes ampliadas en su excelente tesis sobre el Libro de los juegos. Por ejemplo, la iluminación anterior queda así:

El problema 54 del Libro de Ajedrez, a partir de la fuente Chess Alfonso-X ampliada, de Armando Hernández Marroquín (fuente: Los Libros de Acedrex, Dados e Tablas: Historical, Artistic and Metaphysical Dimensions of Alfonso X’s Book of Games,de Sonja Musser Golladay)
El problema 54 del Libro de Ajedrez, a partir de la fuente Chess Alfonso-X ampliada, de Armando Hernández Marroquín (fuente: Los Libros de Acedrex, Dados e Tablas: Historical, Artistic and Metaphysical Dimensions of Alfonso X’s Book of Games, de Sonja Musser Golladay)

Los protagonistas, según se les conocía en la Arabia medieval, son estos:

(Fuente: A History of Chess, de Harold James Ruthven Murray)
(Fuente: A History of Chess, de Harold James Ruthven Murray)

Con esta información, el lector tiene todo lo que necesita para entender la frase que Dilaram dijo a su esposo o señor, encontrar la combinación ganadora y proclamarse así de nuevo, mil años después, salvador de esta notable doncella.

9

Finalmente, Laura deja su presentación y nos abre el libro misterioso: se trata de una bonita edición facsímil del Libro de los juegos, realizada en 1987. Pide que nos acerquemos y empieza a mostrar sus páginas con un entusiasmo contagioso.

Laura y su libro (fuente: Federico Marín Bellón)
Laura y su libro (Foto: Federico Marín Bellón)

Se sabe de memoria cada folio y señala hermosos detalles de las iluminaciones: a menudo uno de los jugadores tiene a su lado una copa, símbolo del vencedor; un cliente viene a entregar su muestra de orina al médico mientras este juega; la ropa que viste el rey Alfonso en varias iluminaciones coincide con la que se encontró al exhumar su cuerpo en 1948.

Laura pide a los presentes alguna aportación de carácter ajedrecístico sobre el tema. Uno de los asistentes comenta, como dato curioso, que en el siglo XIII el firzan árabe ya se llamaba dama o reina en varias zonas de Europa, pero todavía no en la península (en el Libro de los juegos se le llama alferza, derivación del nombre árabe); posiblemente porque la influencia musulmana retrasó en los reinos hispánicos las evoluciones que se produjeron más al norte.

Otro de los asistentes, René Mayer Schwartz (ya conocido en esta web), cuenta que en la sociedad medieval había cierta permisividad con los encuentros en torno a un tablero de juego, y que esto abría la posibilidad de ligar jugando una partida de ajedrez. Esto encaja perfectamente con toda una serie de poemas y relatos que tratan el tema, y que, de nuevo por falta de espacio, no podemos detallar aquí.

También señala Laura que está documentado que el manuscrito del Libro de los juegos estuvo en poder de la reina Isabel la Católica, y que esta lo conservaba en su cámara, no en su biblioteca o alguna otra estancia (junto con varios tableros y otros tratados de ajedrez). Esto da una idea de la afición de la reina por nuestro juego, y de alguna forma apoya la construcción historiográfica (poco realista, en mi opinión) de que Isabel promoviera o impulsara, directa o indirectamente, los cambios en las reglas del juego que se originaron en España durante su reinado y que dieron lugar a un juego mucho más dinámico.

Laura podría haber seguido horas y horas contando cosas del libro. Ni contó todo lo que sabe, ni aquí cabe todo lo que contó. Toda la exposición ha durado 90 minutos, pero se nos ha hecho muy corta. Terminaré copiando la iluminación que cierra el Libro del Ajedrez, ya que Laura mostró una predilección especial por ella. Se ha planteado que los jugadores representados puedan ser el rey Alfonso VI (1040-1109) y Abenámar (Abū Bakr Muḥammad ibn ˁAmmār, 1031-1086).

Alfonso VI y Abenámar jugando al ajedrez (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial)
Alfonso VI y Abenámar, jugando al ajedrez (fuente: RBME Digital, Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial)

Las lanzas en la puerta son promesa mutua de tregua; la botella y el vaso junto al embajador árabe indican que este es el vencedor; la inscripción árabe en la parte superior de la tienda es una invocación a Alá (En el nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo).

Termina la presentación. Todos estamos impresionados y felices de haber venido. Tras los aplausos, empiezan los saludos. Dos ayudantes recogen con mucho cuidado el facsímil y el cojín que lo sostenía. La profesora de arte se acerca a Laura y le entrega un dibujo que ha hecho durante la exposición.

Laura, vista por María José Acosta Malo
Laura, vista por María José Acosta Malo

10

Vamos llegando al final. ¿Cómo salvar, pues, a Dilaram? Vamos a ponerlo un poco más fácil, convirtiendo las piezas del siglo XIII a las actuales. Gracias a Juan Carlos Sanz Menéndez por generar la fuente a partir de un diseño mío para Android:


La posición de Dilaram, a partir del diseño Android2, de José Fernando Blanco Sánchez, convertido a fuente por Juan Carlos Sanz Menéndez

La posición de Dilaram, a partir del diseño Android2, de José Fernando Blanco Sánchez, convertido a fuente por Juan Carlos Sanz Menéndez

Los visires, carros de guerra, elefantes e infantes son ahora damas, torres, alfiles y peones, respectivamente; pero no hay que olvidar que algunas piezas no mueven igual:

  • El alfil mueve exactamente dos casillas en diagonal, aunque puede saltar; de ese modo, el alfil de h3 puede ir a f1 o a f5.
  • La dama mueve solo una casilla en diagonal; es decir, la dama de e1, lejos de estar dando mate, solo puede moverse a f2.

Con estas consideraciones, la posición puede llevar el enunciado de «blancas juegan y dan mate en cinco». La solución se puede leer en este enlace.

Y así fue cómo Al-Murdaui logró salvar a Dilaram y aprendió, esperamos, una lección sobre los peligros de apostar en el juego.


En la imagen de arriba aparecen María Ángeles Lacasa Otín (izquierda), directora de la Biblioteca, y Laura Fernández Fernández, profesora titular del departamento de Historia del Arte; ambas de la Facultad de Geografía e Historia, Universidad Complutense de Madrid (Foto: Federico Marín Bellón).


Si has llegado hasta aquí, apenas te costará unos segundos más suscribirte a Damas y Reyes, con lo que ayudas a que esta página siga siendo gratuita, no tenga publicidad invasiva y esté actualizada con frecuencia.


2 comentarios en “Un rey, una profesora y una doncella en apuros”

  1. Muy interesante e instructivo Felicitaciones a todos por compartir estos bocatta di cardinale del noble juego , de una epoca en que todavia iba abrazado a la poesia , sustituida hoy por el frio silicio Una enhorabuena especial al cronista ,tan buen espadachin de las palabras como de los trebejos !

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio