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Niños imbatibles y un récord alucinante

Los niños y entrenadores de la delegación española

La delegación española, con Pérez Candelario y Michael Rahal como entrenadores

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Bodhana Sivanandan (ojo a esta chica) y Roman Shogdzhiev consiguen el oro en el Mundial de Cadetes con una puntuación perfecta: 11 de 11. El español Pau Marín acabó undécimo en la categoría sub 12

Ganar un Mundial cada vez es más difícil, incluso en las edades más bajas. Lo hemos visto en Egipto, donde los vencedores sub 8 acabaron con una puntuación perfecta, 11 de 11, en la categoría femenina y en la absoluta. Como apuntan tantos expertos, quizá sería mucho mejor que jugaran juntos a esas edades, como se hace en España.

Nuestra delegación acudió al Campeonato del Mundo con precaución, por la situación de extrema tensión que se vive en Oriente Medio, y con expectativas de traerse algún resultado destacado. En el primer apartado no hubo ningún problema, aunque países como Estados Unidos prefirieron quedarse en casa (salvo algún jugador que acudió por su cuenta). En ese sentido, el MI Michael Rahal, uno de los españoles enviados como responsables de la expedición, asegura que no tuvieron el menor problema, aunque iban «con cierta ansiedad o precaución». Tampoco estuvieron mal las condiciones de alojamiento ni la sala de juego, pese a que tampoco eran las óptimas.

La inglesa Bodhana Sivanandan está llamada a hacer historia. Consiguió una puntuación perfecta (no es la primera vez que lo hace en un Mundial) y acabó con una sequía británica de 25 años. Foto: Sergey Indeykin / FIDE

Otra cosa fue lo que ocurrió sobre los tableros, donde había niños realmente temibles, como se vio al final. Una cosa era lo que decían los números y otra la realidad. «El nivel es muy fuerte», explica Rahal nada más terminar el campeonato. «Hay muchos niños que vienen de países como Kazajistán, Azerbaiyán, Vietnam y Malasia, donde no hay torneos validos para Elo FIDE. Te toca un niño de allí y el ‘rating’ igual es cero o muy bajo. Se disparan las expectativas y luego te pelan y te quedas con cara de tonto. En sub 8 lo hemos vivido. El nivel es muy alto. Nuestros niños tenían un poco de Elo y salían por delante, pero había otros iguales o más buenos».

Pau Marín, entre los mejores

Las mejores noticias llegaron en la categoría sub 12, donde España contaba con Pau Marín (21163). «Ahí los ‘ratings’ ya son bastante estables y Pau ha estado todo el torneo en los primeros tableros», relata Michael Rahal desde Egipto. «Aflojó un poco al final y ha quedado en el puesto 11, que es una buena clasificación, pero nosotros confiábamos en que podía hacer más. Quizá no podio, pero sí acabar entre los cinco primeros».

Otra imagen que muestra el buen ambiente en la delegación española. Foto cedida por Michael Rahal

Al final, Marín hizo 7 puntos, con cinco victorias, cuatro tablas y dos derrotas. Lo de menos fue los puntos Elo que bajó, porque como apunta Rahal, las puntuaciones de los jugadores de muchos países no son fiables ni siquiera a esa edad. Lo importante es que ganó experiencia y acabó con saldo positivo. Empezó muy fuerte (tres victorias seguidas y dos tablas) y después perdió contra el vietnamita Khuong Duy Dau, uno de los favoritos y vencedor del torneo. Después se rehízo, pero perdió una partida clave, en la penúltima ronda, contra el egipcio David George Samir. La victoria final de Pau hizo que recuperar posiciones última hora, pero ya un poco lejos de los primeros puestos.

En sub 10 no teníamos representantes, mientras que en sub 8, Laia Cid acabo con el 50 por ciento de los puntos, con unas tablas, cinco victorias y cinco derrotas. En el ecuador del torneo encadenó tres puntos seguidos, pero su puesto 32 final sabe a poco. Eso sí, se merece el premio a la combatividad.

Hugo Pérez y Pablo Guirado, también en sub 8, también se abonaron al 50 por ciento y acabaron juntos en la clasificación (40 y 41), encabezando el grupo de 5,5 puntos. Pablo empezó con tres de tres y terminó con un digno dos de tres, pero en medio sufrió un bajón. Hugo repartió las fuerzas de otro modo. Estaba lanzado hasta la quinta ronda, luego perdió cuatro partidas seguidas y reaccionó en las dos últimas, lo justo para no acabar con saldo negativo.

Una niña que ya ha hecho historia

Como contaba al principio, en Egipto destacó la actuación de un par de niños que lograron una puntuación perfecta. El mayor fenómeno es seguramente el de la pequeña Bodhana Sivanandan, primer representante del Reino Unido que gana un campeonato del mundo de ajedrez clásico en un cuarto de siglo. El gran maestro Peter Wells escribía asombrado: «Lo que me sorprende es que las áreas en las que más impresiona (la sensatez bajo presión y la técnica de final de juego) son aquellas que esperas lograr con la edad y la experiencia».

La chica es reincidente y a buen seguro hablaremos más de ella por aquí. El pasado mes de junio, en Georgia, Sivanandan ya demostró su increíble talento al ganar los campeonatos del mundo de partidas rápidas y relámpago (como ya había hecho en 2022), también con una racha de victorias impecable. La inglesa lleva 32 victorias consecutivas en campeonatos del mundo, sin ceder ni unas tablas. Es casi imposible que no sea un récord absoluto histórico, que solo ella puede superar. En Egipto, una ronda antes del final ya sabía que el oro era suyo una vez más.

Roman Shogdzhiev solo tiene 7 años, pero también ganó todas sus partidas. Foto: FIDE

Algo parecido le ocurrió a Roman Shogdzhiev, que jugó con bandera de la FIDE. Partía con el mayor Elo de todos los participantes y demostró que la diferencia que sacaba a sus rivales era incluso pequeña. El pequeño Roman solo tiene siete años, pero ya sabía a lo que iba. En su cuenta de Instagram, quizá tan prematura como todo en él, escribió antes del torneo: «¡De camino a convertirme en campeón mundial de ajedrez! ¡El ajedrez es mi pasión!» ¿Se convertirá en campeón del mundo en unos días?

Por su parte, la jugadora china Tianhao Xue hizo 10,5 puntos de once, después de ceder unas tablas en la décima ronda. Por supuesto, también ganó el oro, en categoría sub 10, donde también hay que destacar la plata conseguida por la mexicana Mía Fernanda Guzmán, que solo cedió un punto y medio. Su única derrota llegó contra la campeona.

En la imagen de arriba, Pérez Candelario (izquierda) y Michael Rahal, con los jóvenes competidores españoles. «Ha sido unan delegación pequeña, pero muy unida», destaca el segundo

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