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Tres años de suspensión para Joeri Harreman por esconder un móvil en el calcetín

Foto del torneo neerlandés de este año. Autora: Tina Rouwendal. Se publica con licencia CC BY-NC-ND 4.0.

Foto del torneo neerlandés de este año. Autora: Tina Rouwendal. Se publica con licencia CC BY-NC-ND 4.0.

La comisión de Ética y Disciplina de la FIDE castiga al joven neerlandés, de 19 años, pillado en agosto del año pasado haciendo trampas en un torneo celebrado en su país

No hace mucho hablábamos de la plaga de tramposos en el ajedrez online, pero en vivo se siguen produciendo casos bastante llamativos. Joeri Harreman, ajedrecista neerlandés de 19 años, fue pillado en agosto de 2024 con un móvil escondido en el calcetín. Fue expulsado del torneo, pese a su insistencia en que era inocente. La Comisión de Ética y Disciplina de la FIDE lo ha castigado ahora con tres años de suspensión. No han sido más por su presunto arrepentimiento.


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En su fallo, el organismo regulador de la Federación Internacional narra lo ocurrido en el Torneo de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zelanda. El árbitro principal, Bart De Vogelaere, escribió un informe, fechado el 19 de agosto de 2024, en el que detallaba la sucesión de acontecimientos que llevaron a la expulsión del tramposo, que no llega a 1700 puntos Elo.

Como informa Tarjei J. Svensen en Chess.com y se explica en el documento de la FIDE, en la quinta ronda del torneo, Harreman derrotó al maestro FIDE Esper van Baar (2248), quien alertó al árbitro de sus sospechas, que aumentaron cuando se comprobó que ya había ganado a varios rivales muy superiores con un juego «casi perfecto», como lo calificó el organizador principal, Hans Groffen.

Racha cortada por el detector de metales

En la sexta ronda, el tramposo convicto jugaba en una de las mesas con tablero de retransmisión, donde los controles de detección de metales eran más severos y Harreman no pudo esconder su móvil. En la partida, la única que se conoce del joven neerlandés, omitió un sencillo mate en dos y perdió contra el MI indonesio Azarya Jodi Setyaki. El lance no dice mucho de su nivel.

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En la séptima ronda, de nuevo fuera de los tableros vigilados, el árbitro observó que Harreman iba al baño poco después de comenzar la partida. A su regreso, dos jueces lo esperaron para hacerle un control con rayos X. El jugador se negó varias veces, pero accedió cuando le amenazaron con darle la partida por perdida, expulsarlo del torneo y enviar un informe a la FIDE.

El móvil en el calcetín, «lo normal entre los jóvenes»

Teniendo en cuenta que le encontraron un móvil escondido en el calcetín, parece increíble que se dejara hacer el registro, aunque él alegó que era una costumbre muy extendida entre los jóvenes y que se le había olvidado que lo llevaba. Eso sí, no consintió en encender el aparato para que el árbitro jefe examinara el teléfono, porque «un teléfono es privado».

Ante las contradicciones y el comportamiento errático del jugador, fue expulsado del torneo y se le dio la partida por perdida.

Esper van Baar, una de las víctimas de Joeri harreman. Foto: Wikimedia Commons
Esper van Baar, la última víctima de Joeri Harreman en el torneo neerlandés. Foto: Wikimedia Commons

El caso pasó entonces al Comité de Juego Limpio de la FIDE, en una nueva investigación dirigida por el ya famoso profesor Kenneth Regan. El informe del experto concluyó que el rendimiento de Harreman estaba muy por encima del esperado y que correspondía a una ayuda evidente de la computadora.

Recurso de Harreman

En su recurso, un asesor legal de Harreman argumentó que estos resultados eran engañosos, ya que la calificación del jugador se basaba en muy pocas partidas. El defensor también expuso que no había pruebas concluyentes de que el teléfono hubiera sido utilizado.

El Comité de Ética y Disciplina desestimó estos argumentos y declaró culpable al ajedrecista, pese a que la Real Federación Neerlandesa de Ajedrez había considerado que no había pruebas suficientes para castigar a su jugador. Dicho organismo solo consideraba probado que se habían violado «otras reglas de juego limpio», al llevar un teléfono en la sala de juego, pero no que se hubiera utilizado.

La FIDE, con jurisdicción en todos los torneos internacionales, no dio por válidas las conclusiones de la Federación Neerlandesa y ha dictaminado una prohibición de 36 meses, aunque estipula que los últimos 12 meses estará en «libertad condicional», debido a factores atenuantes como su edad, un historial limpio, una calificación baja y a que (en algún momento) expresó remordimiento.

¿Arrepentidos?

Como en el caso Shevchenko, llama la atención que la FIDE aluda al arrepentimiento de jugadores que negaron de forma sistemática haber hecho nada ilegal, hasta que las pruebas cayeron sobre ellos.

Como recuerda Tarjei J. Svensen, es la segunda vez que se vive un episodio de trampas en el torneo de Vlissingen. En 2022, la FIDE castigó a un jugador de Singapur durante dos años después de que confesara haber usado un teléfono durante cuatro partidas en la edición de 2019 del torneo. Justo en esa época, otro joven de 19 años fue pillado con un teléfono durante el Abierto de Holanda.


No hay imágenes conocidas de Joeri Harreman y su ficha de la FIDE aparece en blanco, sin ni siquiera mostrar su Elo ni su evolución.

La imagen de arriba corresponde a la edición de este año del torneo, es obra de Tina Rouwendal y se publica con licencia CC BY-NC-ND 4.0.


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