Ilan Schnaider y Faustino Oro (no te pierdas su cruce de miradas) firman tablas después de 91 jugadas en el Leyendas y Prodigios. Alan Pichot, que jugará este lunes contra Fausti, lidera la clasificación empatado con el ‘Messi del ajedrez’.
Acabó disgustado Faustino Oro después de firmar unas tablas que a priori lo acercan a su gran meta, la norma de gran maestro. Le queda un punto y medio en cuatro partidas, pero son todas peligrosas y su rival de ayer parecía de los más propicios. La partida contra su compatriota Ilan Schnaider fue un derbi en toda regla. Dos jugadores del mismo club bonaerense eran los representantes de River y Boca, en una partida de tensión extrema y cuchillo entre los dientes. El ajedrez es un juego de caballeros, pero como decía Nigel Short, «hay que estar dispuesto a matar».

Y vaya si lo estaban los dos niños prodigio, uno ya adolescente. No es cosa de ellos. En el torneo que se celebra en Madrid organizado por David Martínez y Mariano Sigman, Leyendas y prodigios, asistimos a una carnicería diaria, con un número ridículo de tablas. Solo Alan Pichot y Fausti salen indemnes cada día. Justo ellos se jugarán este lunes la mitad del título, o de los títulos (si contamos la norma que persigue el más pequeño). Será este lunes, en la Nave Bellver.
Superado ya el Ecuador de la prueba, Pichot y Oro son líderes, seguidos a un punto por Pepe Cuenca y Julio Granda. El primero las pasó canutas contra la maestra china Lu Miaoyi, pero acabó rapiñando el punto, porque a la agresiva jugadora oriental le falla el cálculo en los momentos decisivos. Si ya juega así tan joven, el día que supere su gran defecto –«curable», cuenta El Divis– va a ser aún más peligrosa.
El derbi del futuro
Oro y Schneider podrían liderar la selección argentina de la proxima década, como mínimo. Podrían crecer juntos y más rápido, en colaboración permanente, aunque ahora mismo los separa el Atlántico… y quizá sus hinchas y el orgullo. Es solo la visión desde fuera. Lo verdaderamente importante es que el talento de ambos es inmenso, aunque se manifestara de distinta manera. Ilan vio frenada su increíble proyección por la pandemia, cuando era el mejor ajedrecista niño del mundo.
Para Fausti, el confinamiento fue el descubrimiento del juego, no lo olvidará nunca, y el impulso esencial para triunfar en algo para lo que había nacido, aunque no lo supiera.
Los minutos finales de la partida fueron vibrantes, los dos quedándose a unos pocos segundos de perder por tiempo varias veces y con un número de espectadores en directo altísimo en la retransmisión comandada por David Martínez. La podéis ver cada día en Chess24 en español.
El análisis de Pablo Gowezniansky
Como análisis final de la jornada de ayer, que acabó en fiesta incompatible con el trabajo de cronista –los reporteros estrella volvieron a escapar– Pablo Gowezniansky la resume muy bien. No le cambiamos ni una coma:
«La ronda 5 tuvo de todo. Primero el match de los dos MI más jóvenes de la historia de Argentina. Faustino de negras presionó hasta la movida 90 a un Ilán Schnaider que supo defender increíblemente. Parecían dos jugadores de 20 años de carrera».
«Alan Pichot surcó la Pirc de Omar Almeida, entrando en riesgos con el rey en el centro. Pero logró mantener todo controlado y se llevó una victoria clave para quedar junto a Faustino en el primer lugar».
«Julio Granda vuelve a hacer de las suyas. Primero pensó 30 minutos en la movida 4 de una Caro Kann. Luego logró equilibrar la partida y defendió un triple sacrificio (alfil, caballo y torre) para llevarse una partida monumental jugando casi perfecto».
«Pepe Cuenca obró milagros. Se defendió de una Lu Miaoyi sedienta de victoria. Cuando ‘donpepizó’ (cambió damas), Pepe se halló en su territorio. Presionó como una verdadera leyenda a la prodigio china y ganó su partida para quedar con 3,5 junto a Julio Granda».
«El Fo no sorprendió volviendo a sorprender. Es decir, volvió a jugar como un loco y no sorprende porque siempre lo hace, lo cual hace que sus partidas sean increíbles. Quedó de blancas -1 en la movida 5 y la partida tuvo de todo; finalmente acabó en tablas. Son esas partidas raras que uno no sabe si ve jugadores amateur o sencillamente genios moviendo las piezas».
Os debo algunas fotos y un vídeo que merece la pena rematar mejor que Lu sus ventajas. Irán saliendo. De momento, el juego de miradas entre Ilan y Faustino da una idea de cómo la partida entre los dos prodigios argentinos, en un duelo que ya tiene ribetes de clásico.
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