Mundial de Rápidas: Magnus Carlsen queda medio KO, a expensas de uno de sus milagros

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Lideran el torneo el jovencísimo Murzin, el armenio Sargsyan y Leinier Domínguez. Entre los españoles, el mejor fue Alan Pichot

El Mundial de Rápidas se resuelve en solo tres días, pero es un torneo largo y difícil, en el que la vida puede dar muchas vueltas. En la primera jornada, se salieron Leinier Domínguez y Volodimir Murzin, de 18 años Los dos ganaron sus primeras cuatro partidas, con lo que ponían tierra de por medio con Magnus Carlsen, que acabó con 2,5 de 5 después de «robarle» unas tablas a Aleksandr Shimanov y de perder de forma contundente contra Denis Lazavik, un ruso de solo 18 años. La partida es una exhibición del chico.

Domínguez, un estadounidense nacido en Cuba, fue el mejor hispanohablante en una jornada no del todo feliz para nuestro idioma. Faustino Oro, por ejemplo, sufría con tres derrotas de aperitivo, antes de ganar su primera partida en cuanto no lo sentaron frente a un gran maestro. Que conste que luego derrotó al GM Merab Gagunashvili, con lo que terminó el día con buenas sensaciones. Por si alguien no lo sabe, el argentino tiene 11 años y que esté en Nueva York jugando un torneo de este calibre ya es una proeza.

Leinier cometió un grave error en la quinta ronda y parecía que iba a dejar al armenio Shant Sargsyan como líder del torneo. Al final, consiguió unas tablas meritorias, con lo que firmó un primer día casi perfecto. Otra partida clave de Domínguez fue su victoria contra Hans Niemann, con un error de este último muy instructivo en el final de torres, en la jugada 63. De alguna manera, recordó al que cometió Ding Liren en el Mundial de ajedrez clásico, del que tanto sospecharon los rusos. El aficionado (y algún profesional) haría bien en aprender cómo se gana luego en esa posición con blancas.

Antes de hablar de los españoles, recordemos la clasificación después de 5 partidas, con un triple empate en el liderato, compartido por Murzin, Sargsyan y Domínguez. Ninguno contaba demasiado entre los favoritos y aún es pronto para incluirlos entre ellos, pero ahí están sus candidaturas.

Así van los españoles

David Antón empezó con derrota, frente al GM húngaro Gleb Dudin en una partida que debió ganar. El Niño mantuvo la calma y no volvió a perder, aunque cedió dos tablas frente a ajedrecistas con casi 200 puntos menos que él, nada fuera de lo normal en estas competiciones. Lleva tres puntos y aún puede firmar un gran torneo.

Alan Pichot fue el mejor de los españoles el primer día, que superó sin perder ninguna partida. Estaba dentro de lo esperado por su Elo, pero no por ello es menos destacable. Aunque cedió algún medio punto contra rivales inferiores y en posición prometedora, también hizo unas tablas más que meritorias contra Ian Nepomniachtchi. Lleva 3,5 puntos, uno más que Carlsen.

José Carlos Ibarra fue una montaña rusa. Ninguna de sus partidas terminaron en tablas. Acabó con 2 puntos en 5 jornadas. Esperemos que mejore este viernes o que al menos le sirva de calentamiento para el Mundial de partidas relámpago, su verdadera especialidad.

En el torneo femenino, se jugaron cuatro partidas, una menos que en el abierto. Sara Khadem también tropezó en la primera, pero lo remedió enseguida con una victoria frente a otra rival asequible. Luego cedió dos tablas, aún a medio gas. No fue un buen comienzo, dado que sacaba más de cien puntos a todas sus rivales, pero está a tiempo de mejorar.

Marta García, como Ibarra, se olvidó de cómo hacer tablas y acabó el día también con dos puntos. Una de sus derrotas fue contra Anna Muzychuk, que empezó titubeante, pero luego superó a la española con cierta facilidad.

La única jugadora que hizo pleno fue la estadounidense Alice Lee, a quien colocábamos ayer entre las favoritas. Hay que seguir de cerca la carrera de esta jovencísima ajedrecista, de solo 15 años, que ganó en la cuarta ronda nada menos que a Valentina Gunina, que ha ganado dos veces el Mundial de partidas relámpago.

De momento, el Mundial transcurre con buenas sensaciones en un escaparate único, aunque todavía hay cosas por mejorar. Pepe Cuenca lamentaba al principio de la retransmisión para Chess24, al lado de Miguel Santos, lo obsoleto que se ha quedado el sistema técnico empleado para ofrecer las jugadas. Cuando los ajedrecistas mueven muy rápido, a menudo los tableros que ve el público se quedan desactualizados y las cámaras tampoco permitían seguir demasiado bien las partidas. Si no remedian esto último, en el Mundial de partidas relámpago será peor.

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