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Candela Francisco: «Quiero ser la primera mujer de Latinoamérica con el título de gran maestro absoluto»

Candela Francisco, en otra partida en Yeda

Candela Francisco, en otra partida en Yeda

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La campeona del mundo juvenil nos habla de su carrera, todavía corta pero intensa, ya que también ha ganado cuatro campeonatos argentinos, dos panamericanos, tres sudamericanos y un continental

De camino a su primer torneo, con nueve años, Candela Francisco sufrió un ataque de pánico: «Mamá, no sé jugar con las piezas negras». El miedo estaba poco justificado, porque acabó tercera en lo que resultó ser el campeonato nacional. Ahora es gran maestra femenina, campeona del mundo juvenil y la mejor ajedrecista de Argentina, con solo 17 años. 

Después de ver algunos ejemplos de precocidad asombrosos, el suyo es casi un ejemplo tardío, pese a todo. Nuestra entrevistada es una joven simpática, sencilla y locuaz, que da la sensación de ser extremadamente responsable. Viajó a Yeda (Arabia Saudita) acompañada por su madre, Lorena, quien destaca la importancia de seguir siempre de cerca los pasos de su pequeña, una circunstancia común, destaca la progenitora, a casi todas las estrellas más exitosas del tablero. 

En la convivencia de varios días, entre la competición y el turismo, Candela Francisco tuvo tiempo de contar su vida y sus ambiciones, que no son pocas. No será la última entrevista que puede hacer en Yeda, donde nacieron varios artículos y la conversación con Jaime Rey, que jugó el mismo torneo que Candela.



Las cosas importantes suelen ser hijas de esa extraña pareja que forman la casualidad y el destino. Como Faustino Oro, Candela empezó a jugar para dejar de molestar: «Mis papás estaban ayudando en un comedor de niños, los sábados a la mañana, y al mismo tiempo daban una catequesis allí, con los más grandes, de entre 12 y 15 años. Yo me iba a su clase, con otras chiquitas de mi edad, y hacíamos todo un lío. Entonces mi mamá dice: ‘Hay que buscarle algo mientras ayudamos en el comedor’. En un pequeño ‘shopping’ que hay en Pilar, donde vivimos, vieron que hacen clases de ajedrez el mismo día y en el mismo horario. Yo acepto. Cuando termina la clase, mis abuelos me preguntan, digo que me ha gustado y que quiero volver, así que empecé a ir sábado tras sábado». 

Candela Francisco, medallista nacional en su primer torneo

Aquellas primeras clases no eran muy rigurosas. Más bien, servían para «pasar un buen tiempo con otros chicos». «Pero un día el profesor le dice a mi abuela que quería hablar con mis papás porque yo tenía condiciones. Mi mamá medio que no le creyó, pero mi abuelo vio en el diario que había otro lugar donde daban clases y me empezaron a llevar ahí. Esta vez era más serio y el profesor de nuevo dice que yo tenía muchas condiciones y que había un torneo. Mi mamá aceptó, aunque costó un poco porque era la primera vez que manejaba tantos kilómetros. Pero fuimos. Después de los nervios iniciales, terminé el torneo y quedé tercera. Para mi sorpresa era el nacional. Ahí creo que nació todo». 

Candela Francisco, en la ceremonia de apertura del Festival de la Juventud de Yeda. Foto: FMB / Damas y Reyes

Siempre fui muy responsable. Todo lo que hago me gusta hacerlo con excelencia. En las cosas que me propongo quiero que todo sea perfecto. Para mí, un 9 es una ofensa. 

Yo creo que tengo un talento que Dios me dio, pero el talento sin estudio mucho no hace, así que es el conjunto de ambas cosas. 

Yo creo que porque es un juego de estrategia, de razonar, de pensar. Siempre me gustaron así las cosas. 

Diría que mi carrera fue bastante rápida, porque al año siguiente vuelvo a jugar el nacional y esta vez gano las 9 rondas. Ese mismo año me parece que quedé tercera en el sudamericano y al año siguiente quedé campeona panamericana. Hoy día tengo cuatro campeonatos argentinos, dos panamericanos, tres sudamericanos, un continental y un mundial. Surgió todo muy rápido. 

Honestamente, no. Siempre tuve muy buenos torneos, aunque no podía jugar mucho porque es muy costoso y vivimos más lejos de la capital. Pero siempre fue un progreso paulatino, sin altas y bajas.

Candela Francisco, en un momento de relax, jugando al futbolín. Foto: FMB / Damas y Reyes

Fue un bajón, porque era el momento en el que estaba en mi tope y hubo una parada, pero bueno, después subí 200 o 300 puntos. 

Con profesores, pero uno también tiene que hacer el trabajo solo. No te van a servir la comida y llenarte la boca toda la vida. Pero sí tengo entrenadores, maestros internacionales y grandes maestros, muy buenos, Sebastian Iermito, Andrés Rodríguez y Diego Valerga. Hace un tiempo también tenía clases con Martín Bitelmajer. Creo que fueron un punto clave. 

Si bien es una ventaja, también es una desventaja darte cuenta de que sos bueno, porque podés aflojar. De hecho, ha pasado con chicos que quizás ganaban su categoría de taquito y después ni estudiaban. Eso muchas veces desmotiva, no tener competencia en la categoría. Gracias a Dios, no me pasó y siempre busqué superarme a mí misma, no tanto competir contra el otro.

«Me gusta el periodismo deportivo, pero cuando me entrevistan casi siempre me preguntan lo mismo y se vuelve un poco tedioso. Querría estar del otro lado para hacer algo más original»

Candela Francisco, campeona del mundo juvenil

Jugué uno el año pasado y quedé tercera. Y después jugué la final del argentino, que es el torneo más importante del país. Me invitaron antes de salir campeona mundial y fue el torneo más fuerte que jugué en la Argentina. 

No, en cierta parte. A las chicas creo que les favorece que los torneos sean en fechas distintas. Así podés jugar ambos campeonatos. Si se hace todo junto, no sé si se pierde una oportunidad.


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Siempre tuve claro desde chiquita que iba a ir a la universidad. Ahora, con el tiempo y los resultados que he obtenido, obviamente con ayuda de Dios, me entusiasma más seguir al cien por cien enfocada al ajedrez. Sería cuestión de probar, ver si es sustentable y, si no, estudiar una carrera. 

Me encantan las matemáticas y también me gusta el periodismo deportivo, pero cuando me entrevistan casi siempre me preguntan lo mismo y se vuelve un poco tedioso. Querría estar del otro lado para hacer algo más original y que la gente lo disfrute.

Cómo empecé a jugar al ajedrez, por qué, qué logré…. 

No sé, tendría que pensarla. De momento, no se me ocurre. 

Candela Francisco, con Andy Woodward y Yagiz Erdogmus. Foto: FMB / Damas y Reyes

Intento no ponerme presiones ni que la gente externa quiera poner presiones sobre mí, jugar tranquila y disfrutar el juego. Ahí es cuando mostrás tu mejor ajedrez y tenés buenos resultados. Muchas veces quizás por la ambición de querer ganar el torneo y tal, me puse más presión de la que debía y terminé jugando mal. En este torneo, si bien no estoy teniendo los resultados que me gustaría, estoy jugando tranquila y veo que estoy teniendo buenas partidas, aunque después no termino concretando. Creo que estoy mostrando un buen nivel y me va a ayudar mucho para seguir progresando. 

«Todos estos años pude subir el Elo y mi nivel sin la necesidad de viajar a Europa. Creo que se puede seguir haciendo hasta cierto punto en Argentina»

Candela Francisco

Esto me causa gracia, porque mi profesor me escribe después de las partidas y me pregunta: ¿Cómo estás? Y yo estoy mejor que nunca, ni me reconozco. Normalmente, estaría bastante bajoneada o no me lo tomaría bien. Creo que es más frustrante cuando estás mejor y perdés o cuando juegas mal y te estás colgando una tras otra. No me está frustrando, me está motivando para decir: Che, estoy al nivel de estos chicos, que son durísimos, que tienen más experiencia que yo, que juegan estos torneos todo el tiempo. En Argentina, en Latinoamérica, no tenemos esta oportunidad. 

A vivir lo dudo muchísimo y tampoco me veo muy haciendo una gira. Honestamente, no considero que por hacer una gira vas a subir tu nivel. Si es algo que no podés conseguir donde vivís, no pretendas que yendo a otro lado mágicamente lo vas a lograr. Todos estos años pude subir el Elo y mi nivel sin la necesidad de viajar a Europa. Creo que se puede seguir haciendo hasta cierto punto en Argentina, pero también yendo a torneos específicos, no jugando diez torneos de un saque, cansarme y no dar mi mejor nivel. O sea que de momento, no. 

Mi meta es ser la primera GM absoluto de Latinoamérica y ser la campeona del mundo en mujeres, que para nada lo veo imposible. De hecho, me hubiese encantado el año pasado ir al mundial de blitz y rápidas, pero por los costos obviamente no se pudo.

En la imagen de arriba, Candela Francisco juega contra Jakub Seamann, otro campeón del mundo. Fotos: FMB / Damas y Reyes


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