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Magnus volverá a enfrentarse a Hans Moke el 6 de septiembre, dos años después de su última partida: «Has corrido, pero ya no te puedes esconder», escribió el americano, que también ha acusado de «cobardía» al número uno

Magnus Carlsen tendrá que enfrentarse el próximo día 6 de septiembre a Hans Niemann en París. El choque de trenes se producirá en una de las semifinales del Speed Chess Championship, un torneo de partidas blitz y bala que Chess.com anuncia como su evento de ajedrez rápido más importante. La bolsa de premios es de 175.000 dólares, pero la cantidad de ego que está en juego es mucho mayor. Los otros dos semifinalistas son Hikaru Nakamura y Alireza Firouzja. Para añadirle morbo, será la primera vez que este campeonato resuelva sus semifinales y su final en vivo, cara a cara y con la presencia de los aficionados. Las entradas ya están a la venta; cuestan entre 45 y 1.300 euros.

En competiciones recientes por equipos, Carlsen evitó al estadounidense, contra el que no se ha enfrentado desde que estalló el escándalo de las supuestas trampas y las acusaciones sin pruebas en San Luis. La cosa se desmadró tanto que se prepara incluso una película sobre la rivalidad entre ambos ajedrecistas. Parece evidente que al noruego no le apetece ni un pelo volver a jugar contra un gran maestro al que considera un tramposo. El acuerdo extrajudicial con el que cerraron sus disputas apenas sirvió para tapar las heridas. Incluso tengo dudas sobre si Carlsen jugará finalmente este encuentro o nos sorprenderá con algún ‘sacrificio’.

Ascenso y provocaciones de Niemann

El precedente de la derrota de Magnus en San Luis no es lo más preocupante para él. Han pasado dos años y Carlsen jugó aquel día condicionado por sus sospechas, estuvieran o no fundadas. En las últimas semanas, Niemann ha celebrado una serie de duelos privados contra jugadores de primer nivel, a los que ha derrotado con cierta facilidad. Hans Moke ya está en el puesto 16 del mundo, con 2733 puntos Elo. Tiene 21 años y tampoco se le puede considerar un niño prodigio, porque en el top 15 hay cuatro jugadores con 20 años o menos, pero su evolución es evidente y su estilo difícil de descifrar.

Más previsibles son sus provocaciones: cuando supo que su siguiente rival en el Speed Chess Championship sería el número uno, escribió uno de sus mensajes: «Has corrido, pero ya no te puedes esconder». Días antes le envió otro mensaje poco cifrado: «Si no estás dispuesto a arreglar las cosas en el tablero, ni te molestes en jugar. El ajedrez es la mayor combinación de arte y guerra. La cobardía conduce a una derrota inevitable».

La osadía de Niemann es tremenda: tiene cien puntos menos, no está aún ni entre los diez mejores del mundo y se muestra convencido de que va a ganar a quien para muchos es el mejor ajedrecista de todos los tiempos. «Creo que Magnus lo va a superar muy claramente, pero ¡hay ganas de verlo!», comenta David Martínez, uno de los que esperan un correctivo del excampeón mundial. El propio número uno se muestra confiado, hasta cierto punto: «Él está jugando bastante bien. Creo que si tengo un día decente, probablemente ganaré sin demasiados problemas».

Carlsen reaccionaba a las palabras de Hans Niemann, cuyo principal combustible es el deseo de venganza, ya que se considera agraviado por las viejas acusaciones de su rival: «Espero que la gente pueda entender que soy uno de los mejores jugadores del mundo y que seguiré mejorando», asegura a Daniel Naroditsky en una entrevista para Chess.com después de clasificarse para la final del Speed Chess. «Desafortunadamente, el monopolio y la mafia de Chess.com difamaron mi reputación, pero estoy dejando que el ajedrez hable por sí mismo. Creo que a lo largo de mi carrera quedará muy claro que merezco una disculpa, pero no soy una víctima, así que no necesito una disculpa. Mi venganza será la victoria en el tablero», añade Niemann.

Las partidas se podrán ver por internet e incluso en vivo. Las entradas ya están a la venta y Niemann, que se ha hecho bastante amigo de Vladimir Kramnik en los últimos tiempos (unido al ruso por su enemigo común), anda a la búsqueda de un patrocinador para sacarle aún más rendimiento a la experiencia. Le favorece la expectación creada y que el formato es atractivo. Los duelos están divididos en tres tres fases: 90 minutos de partidas de 5+1, 60 minutos de partidas de 3+1 y 30 minutos de partidas de 1+1. Se trata de acumular el mayor número posible de puntos.

De forma paralela, los aficionados que vayan a París pueden participar en un varios torneos organizados por el Bois-Colombes Echecs, el día 31 de agosto, y el Blitz Society Café, el día 4 de septiembre.

Carlsen llegará sin haber jugado tanto, mientras que Niemann estará calentito gracias a su gira, ‘Hans Niemann contra el mundo’, en la que ha ganado todos sus duelos. Primero derrotó a Vidit Gujrathi en Dallas y, ya en Europa, venció a Anish Giri, Nikita Vitiugov y Etienne Bacrot. En el Speed Chess, por otro lado, ha llegado a semifinales después de superar a Maxime Vachier-Lagrave y Wesley So.

La imagen de arriba con Carlsen y Niemann en el torneo de San Luis es de Crystal Fuller