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Hemos vivido un año cargado de historias, pero pocas tan emotivas como el momento en que el GM ucraniano se derrumba tras perder una partida en el Mundial de Blitz en Nueva York
Veo estas imágenes de Vasyl Ivanchuk, roto sobre el tablero, y tengo que parar el vídeo después de unos instantes. Un rato después, lo vuelvo a poner, pero no puedo aguantar hasta el final. Ya publiqué alguna imagen del llanto desconsolado del GM ucraniano en esta crónica del Mundial de Blitz, pero he sentido la necesidad de recuperar el vídeo, que para mí es el mejor del año, de ChessBase India.
Si no lo has visto todavía, no deberías perdértelo. Y si ya lo conocías, es probable que lo vuelvas a reproducir. Tiene una parte hipnótica y otra que conecta con el alma de cualquier ajedrecista, aunque en este caso es tan triste que ni siquiera nos sirve como tonto consuelo.
The haunting final moments of the Round 11 clash between Vassily Ivanchuk and Daniel Naroditsky in World Blitz 2024. Caïssa is a cruel goddess indeed… pic.twitter.com/dch96y76QY
— ChessBase India (@ChessbaseIndia) December 31, 2024
Ivanchuk es un jugador genial, que sigue luchando contra los mejores y que aún intenta mejorar. A los 55 años, sostiene que es capaz de volver a la superélite y rebasar de nuevo el listón de los 2700 puntos Elo. Es un ejemplo para todos por su amor incondicional al ajedrez (y a las damas), que para él es un arte antes que un deporte.
En su partida contra Daniel Naroditsky, yo creo que llora más por la obra de arte arruinada que por el punto perdido, y que renunciaría a varios puestos en la clasificación a cambio de volver atrás y rematar aquella partida como había soñado, después de jugar de forma magistral.
El episodio ocurrió en la ronda undécima. En las dos siguientes, Ivanchuk, como alma en pena, perdió contra dos jugadores inferiores. Primero contra Shamsiddin Vokhidov, imagino que por tiempo, porque hicieron 75 jugadas sin progreso alguno en un final de tablas. Luego sucumbió ante el maestro internacional Rudik Makarian, con un gambito de rey suicida con el que Vasyl parecía querer acortar la agonía.
Ivanchuk, un ídolo en España
La figura de Ivanchuk es bien conocida en España, donde pasa mucho tiempo viviendo y jugando, torneos abiertos o cerrados, allá donde lo quieran invitar. En Nueva York no aspiraba a ganar, aunque en 2016, no hace tanto, se proclamó campeón del mundo de ajedrez rápido. Sigue siendo un competidor peligroso.
El ucraniano, por otro lado, aún sufre los estragos de la invasión rusa en su país, como contaba en esta entrevista para ‘El Mundo’. No sé si alguna vez habrá llorado durante tanto tiempo a causa de la guerra, un mal sin duda mayor, como hizo tras su derrota contra Naroditsky. El americano también acaba compungido, por lo mal que lo pasa y porque es imposible no apiadarse del desgarro sincero de su rival. Hay un momento del vídeo en el que parece que los han descalificado a ambos
En Nueva York hemos vivido errores y episodios de ética discutible, pero el llanto sanador de Ivanchuk lo compensa todo. El ajedrez, con su despiadada manera de impartir justicia, es un juego que pocos practican durante mucho tiempo sin sentir la tentación irresistible y a la vez imposible de abandonarlo para siempre. Es un amante inalcanzable y solo unos pocos elegidos se pueden sentir correspondidos.
La foto de arriba es una captura del vídeo de ChessBase India.
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