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Ding Liren-Carlsen: el duelo entre campeones decepciona

Ding Liren-Magnus Carlsen

Ding Liren-Magnus Carlsen

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El gran maestro chino hizo unas tablas sanadoras pero poco convincentes, seguidas de otro empate en el Armagedón, favorable para el noruego, que jugaba con negras

Había expectación ante la primera partida entre Ding Liren y Magnus Carlsen desde que el chino logró el Campeonato del Mundo. El duelo solo duró 14 jugadas, sin embargo. Puede que el noruego no quisiera hacer sangre en la primera ronda del Norway Chess. Hace poco declaró que temía por el estado de su sucesor, en crisis desde que logró la corona. «La pregunta es si se ha quedado roto para siempre después del Mundial. No estoy seguro, pero creo que existe la posibilidad de que sea así», dijo Magnus. Ding, tan humilde como de costumbre, no se lo tomó como una afrenta y afirmó que iba a Noruega con el objetivo de «no terminar en el último puesto».

Las tablas son por tanto un resultado sanador, pero lo habrían sido mucho más después de una partida real. Lo que ocurrió no sirve para calibrar el estado de forma de Ding Liren. Algo mejor fue la partida de Armagedón que siguió para desempatar, una regla que se ha convertido en costumbre en Noruega. Al llevar Carlsen las piezas negras, logró en la ronda 1,5 puntos, frente a uno de su rival. Ganar en la partida clásica habría supuesto 3 puntos, una forma de incentivar un riesgo que esta vez ninguno quiso asumir. Conociendo al jugador que jugaba en casa, se puede interpretar como una muestra de respeto. Magnus, por otro lado, llevaba seis meses sin jugar ninguna partida clásica oficial.

Tampoco fue mucho más lejos la partida entre Fabiano Caruana e Hikaru Nakamura, que terminó en tablas después de 30 jugadas. Mucho más interesante fue la partida de desempate, en la que Fabi dio un salto precioso con su caballo, que no asustó a su compatriota. Luego, el italoamericano tuvo que desechar las mejores variantes, porque solo le daban finales con pinta de tablas, y se metió en más problemas de los que pudo asumir. Victoria final para el ‘streamer’. Esperemos que las peculiaridades del formato sirvan para acrecentar la combatividad en las próximas rondas, porque en la primera se ha visto demasiado respeto entre los jugadores.

En la sala de descanso y avituallamiento se produjo, por otro lado, una divertida anécdota. Hikaru comentó que se había encontrado allí a Carlsen comiendo a dos carrillos: «Pasó unos trece minutos comiendo fideos, ensalada y una gran pizza de pepperoni», afirmó.

Ding Liren sigue mejorando

Ding Liren, por su parte, ha ido contando detalles de su evolución con una naturalidad que se agradece. Alérgico a la atención pública, el gran maestro chino desveló que tuvo problemas psicológicos que derivaron en un insomnio severo. Sus participaciones en torneos fueron todas decepcionantes.

«En Wijk aan Zee, mi objetivo era terminar primero. No me fue muy bien y terminé casi último. En el Freestyle Chess G.O.A.T Challenge, acabé último. Fue una gran sorpresa para mí. El Norway Chess será un reto totalmente nuevo para mí. Habrá muchos jugadores fuertes compitiendo. Mi objetivo es no terminar en último puesto», admitió en una entrevista con The Indian Express’.

La cuestión que preocupa a los aficionados no es tanto cómo jugará Ding en Noruega como comprobar si se va recuperando y tiene posibilidades de llegar al Mundial contra Gukesh en buena forma. «Todavía hay muchos torneos por delante. Tengo que mostrar como mínimo la segunda mejor versión de mi mismo», dijo el chino en otra demostración de modestia.

Por otro lado, Ding Liren ha repetido ya varias veces que los aficionados no deben temer por un abandono del ajedrez. Primero dijo que defendería el título de campeón y ahora ha expresado su voluntad de no dejar los tableros: «El ajedrez es lo único que sé hacer profesionalmente. Seguiré jugando al ajedrez. No dejaré de jugar aunque no participe demasiado en torneos».

Pia Cramling, la más veterana del torneo noruego. Foto: FIDE / Anastasiia Korolkova

Sobre su duelo contra Gukesh, comentó que hasta ahora tiene un marcador favorable, aunque no se confía. «Le gané dos veces en Wijk Aan Zee con las negras, pero en noviembre será un jugador nuevo. Será un desafío para mí». Ding no quiere que el Mundial, que aún no tiene sede elegida, se juegue en China: «No creo que se una ventaja jugar el Campeonato del Mundo en casa. Prefiero jugar fuera, ya sea en la India o en cualquier otro país. En tu país de origen hay mucha gente que quiere conocerte y eso supone mucha presión. Es difícil lidiar con eso».

Para Magnus Carlsen, no dejan de ser un reconocimiento añadido los problemas por los que ha pasado Ding Liren. Con su crisis, ha puesto en evidencia que ser campeón del mundo no es nada fácil y que su abdicación después de ganar el título cinco veces no es ninguna muestra de debilidad. «Lo que le ha pasado a Ding después del Campeonato del Mundo debería hacer que la gente, los aficionados del ajedrez en general y otros profesionales, se den cuenta de lo difíciles que son estos torneos en realidad».

División por géneros en Noruega

Como en Salamanca, en Noruega juegan el mismo número de hombres y de mujeres, seis y seis, pero a diferencia de lo que ocurre en España, cada género disputa su propia liga. Un detalle a resaltar es que los premios son los mismos en ambas categorías. Serán por tanto dos ligas a doble vuelta, que terminará el 7 de junio.

Además de Carlsen y Ding, en el cuadro masculino participan Fabiano Caruana, Hikaru Nakamura, Praggnanandhaa Rameshbabu y Alireza Firouzja. En el femenino, las jugadoras son Ju Wenjun (campeona del mundo), Lei Tingjie, Humpy Koneru, Anna Muzychuk, Vaishali Rameshbabu y Pia Cramling, quien con 61 años sigue siendo un ejemplo de longevidad deportiva al mayor nivel.

Al menos en la primera ronda, las jugadoras se mostraron mucho más combativas que los participantes del torneo ‘abierto’ y no hicieron ningunas tablas rápidas.


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