El ucraniano, demasiado pesimista, se rinde después de solo 18 jugadas contra Harikrishna, cuando tenía ventaja, al creer que su posición no tenía esperanza
«Nadie ganó nunca una partida abandonando», dejó dicho Savielly Tartakower, sin que su consejo haya calado. Ejemplos de que el mayor error es rendirse de forma prematura hay unos cuantos. Hace cinco años lo vimos en una partida entre Jaime Santos y Paco Vallejo, que mostré en Jugar con cabeza, y lo acabamos de revivir en manos del bueno de Vasyl Ivanchuk, que vio más fantasmas de los que había.
El abandono de Chucky no tiene nada que ver con los de Carlsen y Kramnik contra Niemann, indignados ante el presunto tramposo. El gran maestro ucraniano, un tipo que vive y sufre el ajedrez como nadie, abandonó el viernes en su partida de la Liga polaca contra el indio Pentala Harikrishna. Apenas habían salido de la apertura y, como señala Boris Avrukh, se rindió cuando estaba «claramente mejor».
Posición FEN (para jugadores invidentes):
q4k1r/r3bppp/2B1p3/3pPb2/8/1Q2P3/PP3PPP/2RR2K1 b – – 2 18
No estoy seguro de que su ventaja fuera tan evidente, pero es cierto que Stockfish dictamina que las negras tenían ligera ventaja con Dd8. Pese a su superioridad material, el rey de Ivanchuk no estaba en su mejor momento, aunque con juego preciso podía salir adelante y encaminarse hacia un final favorable. Eventualmente, las negras parecían condenadas a cambiar su dama por las dos torres blancas, pero luego el alfil blanco se quedaría atascado en territorio enemigo.
Las líneas son un poco largas y, desde luego, difíciles de calcular sobre el tablero. Nada fuera del alcance de Ivanchuk, un genio contrastado, que como mínimo debió haber probado antes de regalar el punto.
La fotografía de arriba fue tomada en León, en el Museo de la Real Colegiata de San Isidoro