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El GM estadounidense concede su primera entrevista larga en televisión y vuelve a negar que sea un tramposo
Si estás harto de Hans Niemann, que sepas que no estás solo. Entenderé incluso que te niegues a leer este texto, pero hoy toca hablar una vez más de las andanzas del GM americano. Hace unas horas concedió una entrevista en televisión al periodista Piers Morgan, a cuyo programa (‘Sin censura’) el jugador acudió acompañado por su abogado, Terrence A. Oved. El espectáculo fue desagradable por momentos y, por supuesto, salieron a relucir las famosas bolas anales, por las que el presentador sentía una evidente obsesión.
Si lo prefieres, también puedes ver la entrevista completa en el siguiente vídeo. El interrogatorio dura casi veinte minutos y a menudo se vuelve repetitivo, aunque no se puede negar su intensidad.
Morgan es un periodista y presentador británico de 58 años, conocido sobre todo por su trabajo en concursos de talentos. Antes trabajó en los tabloides ‘The Sun’, ‘Daily Mirror’ y ‘News of the World’, donde no puede decirse que se labrara la mejor reputación posible. Pasaremos por alto su estilo y su pasado, porque el protagonista es Niemann. También se puede decir que no se muestra nada complaciente ante el ajedrecista y que le aprieta todo lo que puede.
Entrevista
Esto fue lo mejor de la conversación entre los tres actores del espectáculo:
Niemann, de entrada, explica por qué se presentó a la entrevista con un letrado, que le había «ayudado a resolver este caso». «No es solo mi abogado», añadió. «Es un amigo, un confidente y alguien en quien confío plenamente. Y es por eso que está aquí hoy».
Morgan recuerda entonces su victoria contra Carlsen y le pregunta directamente por las bolas anales. «Obviamente fue muy desalentador ser acusado de hacer trampas después de esa victoria, pero estas cosas sucedieron y aprendí mucho de ese momento. Me ha enseñado muchas lecciones muy importantes sobre la vida y el ajedrez, y creo que ha fortalecido mi determinación. Me ha motivado más». Enseguida saca a colación también la beca que ha creado, para ayudar a jóvenes ajedrecistas.«Cuando te suceden cosas difíciles en la vida, tienes que aprender de ellas y seguir adelante. No puedes vivir en el pasado».
Al presentador la beca le importa muy poco y regresa al conflicto, pero Niemann no se arruga:
—Para que quede claro, no hiciste trampa.
—Por supuesto que no.
—Entonces, ¿qué has tenido que aprender si no hiciste trampas?
—Los medios me atacaron y la confianza en mí se derrumbó. Creo que lidiar y competir bajo toda esa presión fue una experiencia de aprendizaje.
—Pero, de nuevo, para dejar clara la acusación específica, ¿alguna vez has usado bolas anales mientras jugabas al ajedrez? Para ser honesto, nunca pensé que le haría esa pregunta a un invitado.
—Tu curiosidad es un poco preocupante. Tal vez estés personalmente interesado, pero puedo decirte que no.
—Definitivamente no.
—Por supuesto. Categóricamente, no, no.
Un patrón de trampas
La charla prosigue, ya lejos de los juguetes sexuales (de momento). Morgan recuerda entonces el informe de Chess.com y el reconocimiento de las trampas cometidas cuando Niemann tenía 12 y 16 años. También quiere que corrobore que desde entonces no ha hecho trampas en vivo y el ajedrecista asiente. Y le hace la pregunta que todos se plantean, si dado que admitió haberlas hecho es tan escandaloso que la gente piense que ha podido seguir haciéndolas.
Hans Niemann responde que el informe de Chess.com es «difamatorio», que la persona que lo escribió, Danny Rensch, le dijo que sabía que nunca había hecho trampas mientras hacían retransmisiones y que solo le prohibieron jugar «porque estaban ultimando la fusión con el grupo Play Magnus». «Necesitaban respaldar las acusaciones de su embajador estrella (Carlsen) y desacreditarme», asegura. «Es absolutamente ridículo. Ese informe no debe tomarse en serio en absoluto».
Morgan sigue apretando y quiere saber más de las trampas que sí hizo Niemann, quien acaba admitiendo que alguien le ayudó mientras usaba un iPad. «Yo tenía 12 años, era muy joven. No fue en un torneo, pero fue un error infantil y algo que he admitido». ¿Y cuando tenías 16 años?, le preguntan de nuevo: «Esto no era un evento con premios en metálico. Eran partidas aleatorias y sin sentido».
—¿Por qué lo hiciste de nuevo?
—Bueno, ya sabes, eran partidas sin sentido. No había dinero ni nada involucrado. Fue algo infantil. Solo cuando tenía 16 años. Era económicamente independiente y sentía mucha presión. Simplemente quería obtener subir mi Elo en ese sitio web, pero quiero hacer una distinción. El ajedrez en línea y el ajedrez en persona son muy diferentes. Es necesario entender la diferencia. Las partidas por internet no tienen absolutamente ningún significado».
Un poco más adelante, Niemann insiste en que nunca ha hecho nada irregular en persona: «Cuando se trata de torneos oficiales sobre el tablero, nunca he hecho trampas y no hay absolutamente ninguna evidencia de que alguna vez lo haya hecho». Morgan, sin embargo, ve un patrón y asegura que no le gusta que nadie haga trampas aunque no haya dinero en juego.
En este punto, el abogado interviene para recordar la juventud de su cliente cuando cometió sus errores. Niemann repregunta: «¿Crees que un error con 16 años debe definir mi carrera entera?».
Polémica con Kramnik
La tensión es alta y el presentador acepta pasar página, para abordar su último enfrentamiento con Vladimir Kramnik. Niemann responde que la situación del ruso es «bastante compleja», porque lo derrotó hace una semana. «Hizo un vídeo un poco confuso, pero en realidad hace un par de días me escribí en privado con él y me dijo que personalmente no tiene ningún problema conmigo. Dijo que no pretendía acusarme en absoluto». «Mi nombre nunca fue mencionado», agrega el ajedrecista. «Él simplemente acusó a mucha gente de hacer trampas. (…) Y considerando que fui invitado por él a Amsterdam para conocerlo y jugar con él, parece un poco extraño. Desafortunadamente no puedo ir debido a otro torneo, pero espero conocerlo y discutir las cosas con más detalle con él».
Perseguido por los «matones»
Después de algún rifirrafe más con el presentador, Niemann explica que después ha ganado a mucha gente y que los propios responsables de Chess.com aseguran que fueron partidas legales. Sobre Carlsen y Chess.com, pese a el acuerdo extrajudicial, tiene una opinión más dura: «Es simplemente un caso en el que los matones persiguen a alguien porque amenaza sus intereses comerciales».
«Por supuesto que Carlsen es un abusón», insiste. «Usó todo su imperio y sus conexiones en Chess.com. Aprovechó el hecho de que había una fusión en marcha y consiguió que todas estas personas me atacaran. Fue un abusón. Es algo sencillo. Pero no dejo que la gente me intimide. Me enfrenté y espero volver a competir contra él en el tablero. Voy a hacer lo que mejor hago y demostraré mi valía».
A partir de aquí, la entrevista se desinfla. Morgan, aburrido, intenta exprimir de nuevo las bolas anales y le pide a Niemann algo ridículo, que demuestre que no las usó. El presentador no suelta la presa: «¿Te registraron desnudo? ¿Exploraron las cavidades?». El abogado interviene, enfadado: «No deberías invitar a tu programa para preguntar eso. Parece que es el tema principal de tu curiosidad. Tienes a un campeón de 19 años que derrotó al campeón del mundo y el mayor caso de ciberacoso de la historia en el mundo del ajedrez (…) ¿y quieres preguntarle por las perlas anales? Tal vez puedas preguntarle a la gente que tiene bolas anales y te lo podrán explicar mejor».
Piers Morgan tampoco se deja intimidar y asegura que seguramente lo haga. Luego, empieza a presumir de sus éxitos juveniles en el ajedrez y, como rabieta final, dice que al contrario que su cliente, él nunca hizo trampas con 16 años. «Tú eres mejor persona», responde Oved.
Para terminar, Niemann cuenta que su victoria sobre Carlsen no fue ninguna anomalía estadística y que piensa volver a ganarle en el futuro, porque es seguro que acabarán jugando. «¿Piensas dejar que te desnuden para acallar los rumores?», insiste Morgan, que consigue que su entrevistado parezca una persona mucho más sensata que él. «No puedo tomarte en serio cuando haces esas preguntas, Piers, lo siento».
Morgan estira el chicle y menciona los tuits de Elon Musk, que fue quien popularizó la absurda teoría de las bolas anales, pero la cosa no da más de sí. A Niemann le da tiempo a recordar sus obras de caridad y a asegurar que su objetivo es convertirse «en el mejor jugador de ajedrez del mundo».
–¿Crees que cuando vuelvas a enfrentarte a Magnus Carson le patearás el trasero, a falta de una frase mejor?
—Dejaré que el ajedrez hable por sí mismo.
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