mate pastor

El pastor sigue rebañando 

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 9 segundos

Yago Gallach cuenta algunas anécdotas relacionadas con sus alumnos y el mate pastor, un clásico que se resiste a jubilarse

Uno de los momentos más divertidos, entrañables y genuinos de los torneos escolares (sobre todo en sub 8 y sub 10) es cuando se sientan, se dan la mano y las blancas preguntan:

—¿Te sabes el pastor?

Y, con toda la sinceridad del mundo, las negras contestan:

—¡No!

Cuatro jugadas después, al casillero sube el tanto del equipo local: 1-0. Y a jugar por ahí hasta la siguiente ronda. Digamos que el pastor siempre anda rondando.


Campamento de verano

Un truco que me ha contado algún entrenador es enseñarles la francesa con negras; ya no hay pastor que valga (pueden acabar con un pasillo, unas tijeras, un garfio o una escalera, pero el pastor ya no). Otro, que contesten que no si lo saben refutar (pero de verdad, no de oídas, aunque esto puede ser confiar demasiado) o que sí si no se lo saben.

¿Y fuera de la competición? Las clases no dejan de sorprenderme, por muchos motivos.

Otro de ellos es el pastor.

Esta semana, por ejemplo, me he encontrado con una versión refinada (refinamiento de negras, que querían contrapastorear y les han adelantado). No obstante, como casi siempre, lo mejor ha sido la conversación:

1 e4 e5

2 Ac4

—¿Me quieres hacer el pastor? ¡Vaya, no sé por qué lo intentáis tanto los principiantes!

—…

2 … Ac5

3 Dh5

—De verdad, no sé para qué lo intentas. Ya sé cómo se para.

—…

3 … g6??

4 Dxe5+!!

Una variación del mate pastor

—Ya veo, te quieres comer mi alfil.

—…

4 … Ae7

5 Dxh8

—¡Mira, profe, le he comido la torre!

—¡Profe!, ¿no dices siempre que no pastoreemos?

—Sí, pero no puedo evitar que sigáis intentándolo.

Para sortear cualquier tipo de disputa dialéctica (y no tener que intervenir ni mediar), he tratado de alejarme de esa partida. Primero, porque no tenía ninguna expectativa en el resultado. En realidad, me mantengo muy ajeno a ellos (por ejemplo, justo en el tablero de al lado, un poco más tarde, esta posición ha terminado en tablas):

Diagrama 2

Pero no sé cómo, no he llegado a verlo. 

—¡Al menos no he perdido! —me ha anunciado, muy contento, el jugador de blancas.

Con el tiempo (y a base de observar y de revisar también toooooooooooooooodas mis derrotas), aprendemos que una partida ganada no garantiza en ningún caso la victoria. Además, a esto hay que agregar que, cuando empezamos (etapa que, como la adolescencia, puede durar entre varios años y varias décadas), creemos que nada es imposible y, ciertamente, nada lo es («¿por qué pierden?» o «¿por qué abandonan?» son dos de las preguntas más recurrentes que escuchamos en clase). Prosigamos:

—Y ahora te quieres comer mi caballo, ¿verdad?

—…

5 … Rf8

6 Dxh7 Cc6??

7 Dxf7++

Diagrama 3

—Ernesto, ¿finalmente te han pastoreado?

El enfado de Ernesto ha sido morrocotudo y se ha puesto a llorar. Y alguien ha salido al rescate, para aclarar la situación:

—Profe, es que ha intentado humillar a su rival al principio y le ha dado mate.

—Ernesto, ¿quieres que te explique cómo hay que defenderse de ese pastor? Ahí no era …g6.

—¡No! ¡Es injusto! ¡A mí no me dejas pastorear!

—Ya sabes que no me gusta que pastoreéis, pero en realidad no puedo impedirlo.

En esta etapa del aprendizaje también he visto pastores tuertos que suelen urdir, preparar (y ejecutar) así sus trampas:

1 e4 e5 2 Dh5 Cc6 3 Ab5?! Cf6 4 Dxf7+?? 

El alfil se ha pasado de diagonal y le ha lanzado una piedra a sus propias ovejas. Sin embargo, luego de 4 … Rxf7, aún quedan muchos giros inesperados en el guión y el resultado todavía puede ser bastante confuso.


Por si parece que no, el pastor se ha explicado varias veces durante el curso (y otras muchas cosas), pero es un tipo (de mate) muy listo que sigue rebañando muchos puntos. 

Como curiosidad, en la competición por equipos he llegado a escuchar el siguiente grito de guerra: «No nos gusta perder, ¡pero nos gusta menos estudiar!». 


Si has llegado hasta aquí, apenas te costará unos segundos más suscribirte a Damas y Reyes, con lo que ayudas a que esta página siga siendo gratuita, no tenga publicidad invasiva y esté actualizada con frecuencia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio