La Federación Internacional cambia el sistema Elo para evitar que Hikaru Nakamura supere a Carlsen, pero no frena su carrera hacia el Candidatos
La FIDE ha vuelto a retocar el sistema Elo, esta vez para «perjudicar» a un solo jugador, Hikaru Nakamura, aunque podría afectar a unas pocas decenas. Ya contamos por aquí que el americano quiere jugar el torneo de Candidatos, para lo cual necesita jugar un mínimo de partidas. Como no quiere riesgos, encontró un agujero en el modelo y decidió cumplir la cuota en torneos de aficionados, lo que originó un problema colateral, la posibilidad de adelantar a Magnus Carlsen como número uno. Esto no ha gustado a la Federación, que sigue cometiendo el error de legislar en caliente.
Hasta ahora, Nakamura había participado en dos abiertos impropios de su categoría, en Nueva Orleans y en Iowa, donde ganó todas sus partidas y mejoró 8,8 puntos su rating. Se ha colocado con 2815,8 puntos, a solo 23,8 de Carlsen. Como una hormiguita, frente a rivales muy inferiores –en algún caso la diferencia superó los mil puntos Elo–, Hikaru seguía subiendo, aunque su intención no era tanto recolectar puntos, el famoso farming, como llegar al mínimo de partidas. Veamos qué cambios ha aplicado la FIDE, con efecto inmediato (desde el 1 de octubre) y en mitad de un ciclo, aunque las consecuencias reales para los aspirantes solo son cosméticas.

La FIDE explica sus modificaciones del reglamento, que consisten en una enmienda «diseñada para garantizar la equidad e integridad del sistema de calificación de la FIDE y proporcionar un terreno de juego igual para todos los jugadores mejor calificados». El cambio solo se aplicará a los jugadores con un mínimo de 2650 puntos, por lo que afectará aproximadamente a 70 grandes maestros.
Cómo cambia el reglamento ELO
Lo que se cambia es la regla de los 400 puntos, una modificación anterior que se introdujo para proteger a los jugadores con más Elo. Cuando un ajedrecista se enfrenta a otro al que supera en más puntos, a efectos matemáticos se trata la diferencia como si fuera de 400 puntos. Ahora se modifica un punto del reglamento, el 8.3.1, que queda así. Los cambios se marcan en negrita:
8.3.1 Para cada partida jugada contra un jugador calificado, se determina la diferencia de calificación entre el jugador y su oponente.
Una diferencia de más de 400 puntos se contará a efectos de calificación como si fuera una diferencia de 400 puntos, para jugadores por debajo de 2650. Para los jugadores con 2650 y superior, la diferencia entre las calificaciones se utilizará en todos los casos.
«La precisión de las calificaciones y la equidad competitiva son primordiales para el ajedrez», añade la FIDE, que considera que su enmienda garantiza que el Elo entre jugadores de la élite «reflejen con precisión su rendimiento frente a oponentes estadísticamente iguales, salvaguardando los estándares profesionales establecidos por la FIDE».
Cómo explotar el sistema
Lo cierto es que limitar la diferencia a 400 puntos permitía «trucos» como el de Naka. Por cada partida ganada contra jugadores tan inferiores, el estadounidense ganaba 0,8 puntos. Puede parecer poco, pero podría estar merendándose a principiantes sin la menor dificultad con una mejora que, multiplicada por muchas partidas, era un sistema infalible para subir en la clasificación.

La nueva regla no solo le dará menos décimas por victoria frente a aficionados, ya que considerará la diferencia real de puntos, sino que el castigo por una derrota o incluso por unas tablas será mayor. Pese a todo, la FIDE no ha cambiado el reglamento de clasificación para el Candidatos (legalmente sería discutible hacerlo, en mitad de un ciclo), por lo que Nakamura logrará su verdadero propósito, que es jugar el torneo que le puede permitir luchar por el título mundial. Al americano solo le faltan 11 partidas para lograr su propósito.
Reacciones a la regla anti-Nakamura
El CEO de la FIDE, Emil Sutovsky, ha apoyado la idea, como es natural: «No más farming», dice en X. «Si tienes más de 2650 punts, demuestra tu habilidad frente a oponentes de fuerza comparable. ¿Por qué 2650? Es un nivel top-100 y estos jugadores rara vez se enfrentan a oponentes de baja calificación, mientras que, por ejemplo, los GM con 2500-2650 juegan principalmente en torneos abiertos y no deberían sufrir por las nuevas regulaciones».
El israelí explica que la FIDE prepara nuevos cambios, referentes a los jugadores inactivos, otra polémica de la que ya hablamos por aquí.
Sutovsky asegura que han preparado una encuesta que enviarán a los jugadores para abordar este asunto. Se trata de decidir después de qué período de tiempo un jugador debe ser considerado inactivo y cómo debe afectar esto a su puntuación. Los mejores 100 jugadores de la lista masculina y las 50 más altas de la femenina podrán enviar sus comentarios antes de que la FIDE adopte una decisión.
Por supuesto, no todos opinan igual. El GM británico David Howell asegura que nueva regla «protege a los mejores jugadores y aumentará aún más la desigualdad». Más allá del top 20, aumentará la deflación y la brecha se ampliará. «Los ricos (con alta calificación) se enriquecen aún más mientras otros se precipitan hacia el abismo». «Simples matemáticas», añade.
Otro gran maestro, el danés Jacob Aagaard, comenta con ironía que la regla anti-Nakamura solo servirá para impedir que supere a Carlsen. Alguien comenta que eso a Naka le da igual y él opina lo contrario. Michael Rahal, por su parte, celebra que se prevenga el farming y aplaude los comentarios de Sutovsky.
David Llada, por último, sale en defensa de Nakamura y cree que su sistema es menos dañino que los «eventos improvisados» que usó Ding Liren en 2022, por ejemplo. «En cuanto al sistema en sí, considero que las regulaciones del ajedrez suelen ser innecesariamente complejas. Como suele ocurrir con las leyes y la burocracia, cuanto más complicadas se vuelven, más fácil es encontrar fisuras y lagunas. La FIDE, en particular, tiende a abordar estos problemas (y todo lo demás, como las relaciones públicas) de forma reactiva, solucionando los problemas a medida que surgen, en lugar de anticiparlos y prevenirlos desde el principio».
En la imagen de arriba, Hikaru Nakamura, en la Global Chess League.
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