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Jacob Aagaard cree que esto solo es posible por los defectos del sistema Elo y que es injusto que el noruego siga en lo más alto de la lista de la FIDE sin jugar apenas ajedrez clásico
Jacob Aagaard cree que Magnus Carlsen no debería ser el número uno del mundo. Gran maestro respetado y venerado autor de libros, Aagaard no tiene nada contra el noruego. Incluso se muestra comprensivo con los motivos que lo llevan a jugar cada vez menos ajedrez clásico (su teoría es razonable), pero considera que el sistema Elo no funciona como debería y que nunca debería favorecer a un ajedrecista que no juega.
«Me parece obvio que el dominio total de Carlsen en 2021, seguido por la incertidumbre de que la gente no hiciera trampas contra él en los torneos posteriores, es la razón por la que ahora ha abandonado en gran medida el ajedrez clásico», afirma Aagard en un largo tuit al que siguen distintos comentarios y respuestas. «Es difícil determinar si ahora sería el mejor jugador del mundo si jugara. Porque no lo es. Pero, como la mayoría, mi estimación es que su diferencia de puntos respecto a otros jugadores es una estimación razonable de la diferencia de nivel, si siguiera activo como en 2021».

«Pero ya estamos en 2025», prosigue el jugador nacido en Dinamarca, aunque luego jugó con bandera escocesa. «Hay un problema fundamental al tener un número uno que no participa en los torneos. Es fundamentalmente injusto que puedas ser el número uno sin que tus rivales tengan la oportunidad de desafiarte. También es perjudicial para los torneos».
Aagard se hace eco de las críticas contra el último Campeonato del Mundo, en el que se enfrentaron el número 5 y el 21 del mundo. Según el autor y entrenador, «un sistema de clasificación mundial basado en el rendimiento en los torneos y no en la predicción estadística del resultado de la próxima partida resolvería eso». Además de la ausencia de Carlsen en los grandes eventos, señala la del número 2, Hikaru Nakamura, que está «ocupado haciendo otras cosas».

Gukesh, campeón del mundo, ha ascendido al número 3, pero según Aagard, «sería el número uno en cualquier otro sistema, por un margen que Serena Williams envidiaría en su mejor momento…». «En resumen: Carlsen es genial, no tengo ningún problema con él, pero si no juega, no debería ser el número uno. Es un fallo del sistema. No es culpa ni responsabilidad de Carlsen».
¿Cambiará el sietema Elo?
«Más adelante, cuando la situación económica mejore, consideraremos probar sistemas de clasificación alternativos. Para mí, el sistema Elo es fantástico para todo, menos para determinar quién está entre los 100 mejores. Hay una razón por la que muchos deportes lo copian, pero esos deportes no tienen incentivos extraños para no participar. Nosotros sí. El sistema de títulos también funciona. Tenemos muchos más maestros que en cualquier otro momento de la historia y los nuevos títulos otorgados aún no están fuera de control».
Es posible estar en desacuerdo con Jacob Aagaard, pero su razonamiento no carece de lógica y sus explicaciones son inteligentes. Alguien le replica que si nadie logra superar los 2820 puntos, no es culpa de Magnus, y la respuesta es contundente: «En muchos deportes no hay un jugador dominante, pero siempre habrá un número uno. En ajedrez, tenemos un mal sistema de clasificación que significa que los jugadores más inactivos son el número 1 y 2, mientras que el ajedrecista que ganó la mayoría de los grandes eventos, dominó de una manera que pocos jugadores han hecho en la historia moderna y ganó el Campeonato del Mundo es solo el número 3».
Por supuesto, la teoría de Aagaard no gusta a todo el mundo, en parte por el carisma de Magnus Carlsen y el cariño que le tienen los aficionados. En realidad, no es un debate sobre una persona, aunque parezca la señalada, sino sobre un modelo de puntuación que, con sus ajustes, ha sobrevivido ya unas cuantas décadas. ¿Habría que seguir reformándolo?
En la imagen de arriba, Magnus Carlsen juega un torneo de ajedrez 960. Foto: Lennart Ootes / Freestyle Chess