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Sancionado por escribir «tramposa» en la planilla y acusar a su rival

Tramposa, planilla

Tramposa, planilla

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El Comité de Competición de la Federación Catalana de Ajedrez castiga con dos meses a un jugador del Castelldefels

Wesley So perdió hace casi diez años una partida por escribir notas de motivación en su planilla, en el Campeonato de Estados Unidos. Sigo pensando que aquel castigo fue excesivo, porque So no molestaba a nadie, aunque es cierto que al gran maestro de origen filipino incumplió el reglamento y que el árbitro le avisó varias veces antes de actuar. Lo que ha ocurrido en la Liga Catalana es mucho más grave y denota cierta psicosis por las trampas, un asunto en el que algunos grandes maestros no son inocentes. En Cataluña, un jugador ha sido sancionado por acusar a su rival, de forma oral y por escrito, ya que escribió en su planilla la palabra «tramposa».

El Comité de Competición catalán ha atendido la denuncia del club Peón Negro por unos hechos que ocurrieron en la primera jornada de la Liga Catalana de la presente temporada. El jugador del Casteldefels B identificado por las siglas P. V. acusó a una ajedrecista rival, lo que fue reflejado en el acta por el capitán del club Peón Negro, al considerar que se trataba de un comportamiento «inadecuado y antirreglamentario». P. V. había escrito en la planilla la palabra «tramposa», término que también dijo en voz alta durante la partida, cuando acusó a su contrincante de haber hecho trampas durante la partida.



Después de analizar el caso, en el que el club Castelldelfels no presentó alegaciones, el Comité de Competición ha publicado su resolución, donde explica que ha decidido sancionar con la pérdida de su partida a P. V. contra la jugadora del Peón Negro, «ya que su conducta alteró el normal desarrollo de la partida y además incumplió el reglamento de la FIDE (Leyes del Ajedrez art.8.1b y 11.4)».

El primero de los artículos establece que la planilla «se utilizará únicamente para anotar los movimientos, tiempos de los relojes, ofertas de tablas, temas relacionados con una reclamación u otros datos relevantes». Este punto fue el que le costó su partida a So en su célebre partida contra Varuzhan Akobian. El segundo artículo alude a la conducta de los jugadores, que no pueden distraer o molestar al adversario de ninguna manera. (Sobre esto hablaremos otro día, porque se está extendiendo una costumbre bastante irritante entre muchos ajedrecistas, por lo general aficionados).

Por todo ello, el Comité sancionar P. V. con «dos meses de inhabilitación para disputar cualquier competición oficial u homologada por la Federación Catalana de Ajedrez, debido a sus ofensas a su adversaria». Asimismo, corrige el resultado de la partida, que es relevante porque permite a Peón Negro empatar el encuentro. Contra la resolución, no obstante, se puede interponer recurso.

Estrategia «bochornosa»

En efecto, la partida terminó en tablas, aunque según ha confirmado Sergio Vela, presidente del club Peón Negro, la jugadora H. W. la tenía totalmente ganada. Fue entonces cuando P. V. «utilizó la estrategia de llamarla tramposa delante de todos, además de apuntarlo en la planilla». Su rival se puso nerviosa y cedió medio punto. «El capitán lo reflejó en el acta porque fue bochornoso, incluso para el presidente contrario», añade Vela.

Incluso si la jugadora hubiera hecho algo irregular, está claro que P. V. se equivocó en las formas. También convendría tener presente que más daño aún que las trampas causan los que acusan sin pruebas. Las cazas de brujas nunca fueron buenas. Cabe aplaudir la rápida resolución de la Federación Catalana, que contrasta con el tiempo que se tomó la FIDE para resolver a medias el conflicto creado cuando Magnus Carlsen acusó a Hans Niemann.

Recordemos que el número uno del mundo sufrió una multa de 10.000 euros, cantidad que en su caso se puede considerar calderilla, más aún si tenemos en cuenta que el estadounidense llegó a pedirle 100 millones de dólares en una demanda que como poco parece exagerada. Carlsen recibió su castigo con alivio y luego supimos que el presidente de la FIDE había intervenido para evitar males mayores.

Por si alguien tiene alguna duda, la imagen de arriba no es de la verdadera planilla y es solo una ‘recreación’


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