Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 20 segundos
El jugador madrileño esquivó los ases de un rival con un movimiento magistral, pero luego se estrelló contra la mala suerte y la fortuna que sí tuvo otro español, Adrián García
¿Por qué es tan bueno Adrián Mateos? Uno de los motivos es su increíble olfato para detectar el peligro, pero hay tantas razones que por eso nadie se acerca a él y está entre los diez jugadores que más dinero han ganado en torneos en vivo a lo largo de la historia. Es también el mejor este año, con más de nueve millones acumulados en lo que va de 2024. En el torneo principal de las Series Mundiales de Póker, Amadi pasó al quinto día como segundo jugador con más fichas. Parecía lanzado en busca de otro resultado descomunal, pero el póker es un juego diabólico, en el que no basta con no cometer errores. «Probablemente jugué mi mejor torneo, pero esto es póker».
Para muchos ajedrecistas, una de las cosas más frustrantes del póker es que ser el mejor no garantiza nada, al menos a corto plazo. Adrián Mateos lo ha ganado todo en el mundo del naipe, pero su hambre de gloria no se ha saciado. Pese a todo, se tomó su eliminación con deportividad –una de sus ventajas competitivas es que siempre tiene una mentalidad positiva–, aunque tuvo que ser duro ver cómo después de las lecciones que había dado en la mesa acabó eliminado por pura mala suerte.
Un torneo tan largo como el Main Event es un campo de minas. Por supuesto, hay que tener buena suerte para ganarlo. La última jornada de Adri en las WSOP se resume en dos manos asombrosas. Esquivó la primera bala, que iba directa a su cabeza. El azar quiso que le repartieran reyes al mismo tiempo que William Berry recibía ases. Lo habitual aquí es que los dos se lo jugaran todo, lo que habría acabado con la eliminación del español. Mateos, ante la sorpresa de los comentaristas, fue capaz de tirar sus reyes y renunciar a un bote gigantesco después de olerse la emboscada.

La segunda mano clave fue peor para él, aunque la volvió a jugar bien. Otro español, Adrián García, fue all in con as-rey, un movimiento estándar, y Mateos vio la apuesta con sus ases, la única respuesta posible. Aquí vino una secuencia de cartas caprichosa, que acabó con el bote en poder del Adrián menos conocido, que ahora lidera a los siete españoles que han sobrevivido hasta ahora en el torneo principal de las WSOP. Recordemos que el ganador se llevará 10 millones.
Adrián García | 7,3 millones |
Guillermo Sánchez | 6,9 millones |
Andrés González ‘Wisopekeño!’ | 6,2 millones |
Francisco Sánchez | 5,9 millones |
José Carlos López ‘Joseka’ | 3,6 millones |
Pol Vela | 3,3 millones |
Francesc Dávila ‘Obélix’ | 1,9 millones |
Declaraciones de Adrián Mateos
Sienta muy mal despedirse del torneo más importante del año de esa manera, pero Mateos demostró en sus declaraciones posteriores que su enfoque del juego es el correcto: «Durante todos los días, todas mis lecturas fueron finas. Siento que probablemente jugué mi mejor torneo de la historia. Pero esto es póker. Dos manos: reyes contra ases y ases contra as-rey, y el sueño ha terminado. Lo único que puedo hacer es concentrarme en el próximo torneo y tratar de dar lo mejor de mí. Eso es lo único que puedo controlar y ese es mi plan».
Adrián Mateos acabó el torneo en el puesto 330, con 45.000 dólares de premio.
Un dato llamativo es que entre los jugadores que siguen vivos en el Main Event, hay tres portugueses entre los cinco con más fichas. El líder es estadounidense, pero luego nuestros vecinos parece dispuestos a luchar por el brazalete con más efectivos que nunca. En la cuarta columna, figuran las fichas que tiene cada uno y en la última las ciegas grandes, un dato más significativo y útil.
1 | Stephen Song | Estados Unidos | 12.310.000 | 154 |
2 | Carlos Caldas | Portugal | 12.110.000 | 151 |
3 | Diogo Coelho | Portugal | 9.950.000 | 124 |
4 | Yegor Moroz | Estados Unidos | 9.470.000 | 118 |
5 | Manuel Machado | Portugal | 8.830.000 | 110 |
De todos modos, aún quedan 160 jugadores en liza, por lo que esto dará muchas vueltas todavía.
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor