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Abdalrahman Sameh Mohamed gana el título con 10 años y Aksel Bu Kvaloy iguala el récord de Carlsen y Adgestein con 15
El niño egipcio Abdalrahman Sameh Mohamed tiene trazas de ser el Faustino Oro del continente africano. Su Elo aún no se acerca al del argentino y supera por poco los 2100 puntos, pero acaba de ganar más de 150 puntos con una actuación descomunal. Hay que tener en cuenta que jugó su primer torneo en enero. Del 2 al 11 de julio ganó en el Estadio Internacional de El Cairo el campeonato nacional de Egipto, en el que participaban más de 350 jugadores, entre ellos siete maestros internacionales. Hizo diez puntos y medio en once partidas.
Otro chico de 13 años, David George Samir, logró la medalla de bronce. Con estos ejemplos, ya no sorprende tanto la victoria de Aksel Bu Kvaloy en el campeonato noruego, aunque a sus 15 años iguala la precocidad de Simen Adgestein y de Magnus Carlsen en un país aficionado a lanzar niños al espacio.

Aksel tiene un gran futuro por delante y no le faltarán entrenadores de primer nivel. Recordemos que Adgestein fue uno de los primeros ayudantes del actual número uno del mundo. El caso de Abdalrahman en Egipto es más excepcional. Hizo una actuación de 2466 puntos Elo, solo cedió unas tablas y su título nacional no parece tener precedentes. Lo difícil para él empieza ahora: a Mohamed lo entrena su padre, que no es un jugador profesional, y la familia tiene recursos limitados. ¿Surgirán mecenas para impulsar su carrera como en el caso de Fausti?
Tarjei J. Svensen se hace eco en Chess.com de los triunfos de estos dos niños y recuerda el caso de Alireza Firouzja, que se proclamó campeón de Irán con 12 años, en la temporada 2016/17. Superaba así a Bobby Fischer, campeón de EE.UU. a los 14 años, en 1958, y del citado Magnus Carlsen, ganador del título en 2006. Daniel Dardha ganó su primer campeonato de Bélgica a los 13 años y acaba de ganar el cuarto, cuando todavía tiene 18.
«El nuevo Bobby Fischer»
El primer gran maestro de Egipto, Ahmed Adly, asegura que nunca había sido testigo de un talento como el de Mohamed: «Es una locura. A decir verdad, no puedo explicarlo», declaró. Antes de ganar el campeonato de su país, se llevó el Juvenil Africano en junio. Esa competición se celebró en Sudáfrica, donde Abdalrahman ganó con el 9/9. «Analiza como un ordenador. Tal vez sea un nuevo Bobby Fischer», dice Adly.
Otro egipcio, el GM Bassem Amin, el mejor ajedrecista africano en la actualidad, confía en que el mayor talento que ha surgido en su país consiga «el patrocinio y el apoyo que merece para seguir mejorando y, con suerte, luchar por el título mundial algún día». Amin sabe que es esencial lo que ocurra en los próximos meses. De momento, Abdalrahman participará en el Campeonato Mundial por Equipos de partidas rápidas y blitz que la FIDE celebrará en Kazajistán el próximo 2 de agosto.

Aksel Bu Kvaloy en Noruega
El nuevo prodigio noruego no está tan tierno, pero ganar el campeonato nacional con 15 años tiene mucho mérito, en una competición con más de 500 jugadores, entre ellos seis grandes maestros y ocho maestros internacionales. Es cierto que faltaron las grandes estrellas del país, como el vigente campeón, Simen Adgestein.
El ya veterano gran maestro es un caso singular en la historia del ajedrez. Logró el récord de precocidad como campeón de su país y el año pasado se convirtió además en el campeón más veterano, con 56 años. En total, tiene nueve títulos como mejor jugador noruego. Su primer récord sigue vigente: Carlsen se acercó, pero era dos meses más viejo cuando ganó, y Kvaloy cumplirá los 16 el próximo mes.
Agdestein no participó en el último campeonato nacional, en el que habría sido favorito, porque participa estos días en un programa de televisión, ‘Mesternes Mester,’ (Maestro de maestros), un reality show muy popular en el que participan varias estrellas del deporte.
La carrera de Aksel Bu Kvaloy va por buen camino, en todo caso, a los 7 años ganó el campeonato sub 11 de Noruega y con 8 derrotó a su primer jugador titulado. Logró el título de MI justo antes de cumplir los 15, como cuenta Svensen, y ya tiene dos normas de gran maestro. Es una velocidad suficiente para no imaginarle todavía un techo, aunque ahora parezca que lograr el título con más de 14 años no tenga especial mérito.
Es evidente que vivimos una era especial dentro del ajedrez y de otros deportes, dominada por los niños, pequeños genios sin miedo y sin complejos.
En la imagen de arriba, Abdalrahman Sameh Mohamed, en una foto de la Federación de Ajedrez de Egipto