Luis Blasco, experto en la materia, detalla los múltiples beneficios del ajedrez para combatir los trastornos relacionados con el déficit de atención e hiperactividad
Luis Blasco es árbitro internacional y monitor de ajedrez, pero hoy se asoma a Damas y Reyes por su trabajo en ajedrez educativo y social. Uno de sus proyectos más destacados está relacionado con personas con TDAH, un problema que afecta a millones de niños en todo el mundo y a no pocos adultos. Contra los vendedores de crecepelo, Blasco advierte: «Si no hay motivación, el ajedrez tampoco funciona».
A continuación, os dejo el vídeo publicado por Apdesierratdah. Si te interesa o preocupa el TDAH, no dejes de mirar su canal, porque también hablan de otras terapias, que en lugar del ajedrez recurren a la música y a las artes marciales, por ejemplo. Y aunque se sale del tema de este artículo, si quieres un ejemplo de niño ‘trasto’ que se convirtió en un gran ajedrecista, deberías conocer la historia de Faustino Oro.
Luis Blasco asegura que los beneficios del ajedrez para las personas con TDAH «son múltiples», porque es «un deporte que prima y beneficia a la gente que tiene paciencia, que tiene saber estar, que tiene tranquilidad, que tiene un segundo pensamiento, que tiene una reflexión, que no tiene impulsividad».
«Todas esas cosas precisamente son las que se trabajan en un curso cuando tenemos una adaptación de ajedrez para trabajar con niños con hiperactividad. Aquí comenzamos ya hace muchos años, en el año 2012, y los beneficios que hemos podido demostrar del ajedrez creo que no tienen ninguna duda».
En sus cursos, se trabaja precisamente «la atención, la concentración y la toma de decisiones, que es algo muy importante». «Todos sabemos lo que cuesta a los niños tomar una decisión y muchas veces están esperando mirar al padre o a la madre y que ellos asientan con la cabeza o le digan que no para tomar esa decisión». Una de las claves es enseñar a tener paciencia, en esta época de videojuegos «en los que tienes que tener una reacción inmediata».
Ventajas del ajedrez para tratar el TDAH
En este sentido, «el ajedrez te da una mayor clarividencia a largo plazo, una forma de evaluación, una forma distinta de pensar, una organización cerebral». No solo los niños pueden recibir estos beneficios, «también las personas que pueden tener otro tipo de problemas similares, como problemas de atención, de concentración, de lógica».
«Estamos muy contentos de todo el trabajo que hemos realizado todo este tiempo», afirma Luis Blasco. «Al final, hemos conseguido demostrar que el ajedrez tiene múltiples beneficios, porque estimula, potencia y por supuesto trabaja las funciones ejecutivas y el aspecto cognitivo del alumno o alumna».
«Principalmente, lo que hacemos es enseñar a los niños a pensar, y yo creo que ese tiene que ser el primer punto. Si no aprendemos a pensar, difícilmente podemos entender la complejidad del ajedrez. Hay una geometría, una movilidad y un respeto al turno de juego. Es decir, hay una serie de principios y valores que en el ajedrez están muy claros y que enseñados de la manera correcta al alumnado con hiperactividad producen efectos muy positivos».
Otra ventaja el ajedrez es que no es un juego de azar. «Aquí no hay un dado y sale una cifra mágica con la que puedes ganar. Al final, lo único que tienes es tu cerebro, tu forma de pensar, tu forma de discurrir, y eso es lo más importante, que a la hora de trabajar utilices el cerebro de una forma ordenada y aproveches el tiempo».
No es ajedrez de competición
No hay que confundir todo esto con el ajedrez de torneo. Aquí no siempre se utilizan todas las piezas y no tiene por qué haber un ganador y un perdedor. «Hay muchos ejercicios que son contra ti mismo y eso es muy importante. Son ejercicios de superación. Lo que buscas es mejorar tu resultado personal día a día».
El proyecto de ajedrez y TDH surgió en 2012, en feliz colaboración con Apdsierratdah, en Collado Villalba, aunque se fue extendiendo por toda la Comunidad de Madrid y a nivel nacional. «Yo animaría a las familias a que vengan y prueben, aunque también les recomendaría que no obliguen a los niños a que vayan a ajedrez simplemente porque han visto un vídeo o una recomendación de que el ajedrez es superbueno. El ajedrez lo es para los niños con hiperactividad si hay motivación. Si no hay motivación, el ajedrez no funciona».
«A los niños nunca se les pregunta qué tal el ajedrez, si han subido mucho el Elo o han ganado algún torneo. Esas preguntas no nos interesan desde el punto de vista del proyecto que estamos realizando y, de hecho, les indicaría a las familias que cuando se apunten a algún curso de ajedrez, comprueben que es para niños con hiperactividad, que comprueben que el temario, el contenido y los profesionales sean adecuados. Si no, al final estamos recibiendo únicamente y exclusivamente un curso de ajedrez, que puede ser fantástico e incluso también le puede ayudar, pero ni el contenido ni el objetivo va a ser el necesario».
Agresividad y comportamientos difíciles
Blasco termina con un comentario sincero sobre las dificultades que ofrecen muchas de las personas que han pasado por sus cursos: «Después de diez años en el proyecto, han pasado muchos niños y la verdad es que hemos visto que en muchos casos también había componentes de agresividad y mal comportamiento. No solamente era el típico tema del despiste o de la falta de atención. Eran problemas un poco más críticos y hay algo que me gustaría destacar: el ajedrez te saca de ese entorno».
«Yo creo que ahora los jóvenes están en algunos entornos que no son ni seguros ni recomendables ni el mejor sitio para estar. Yo tampoco soy quién para decir esto, pero creo que es la realidad. El ajedrez también te saca de ese entorno, te lleva a un entorno en el cual tú el viernes por la tarde, en vez de estar tomando botellón en algún lugar, estás jugando al ajedrez con gente de todas las edades, lo cual yo creo que también es muy enriquecedor para ese tipo de niños y niñas porque te ayuda a madurar, a crecer como persona. Al final, eso es un poco de lo que se trata».