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El jugador catalán se impone en el Winamax Póker Tour, en Torrelodones, y convierte 10 euros en un premio de 51.000
El fin de semana estuve en Torrelodones. No queda demasiado lejos y allí terminaba la tercera edición del Winamax Póker Tour. En la final participaban además los ajedrecistas Olga Alexandrova y Miguel Illescas, de cuya afición a las otras mesas hablaremos pronto. El protagonista de esta nota es David Ballestero, que cumplió el sueño de todos los aficionados al póker: clasificarse en internet y por muy poco dinero para un torneo importante en vivo, y acabar ganándolo.
El jugador de Esparraguera se clasificó para la final gracias a un satélite de diez euros, que al final convirtió en 51.000, más una espada que no podrá llevar en el equipaje de mano de un avión, pero que quedará de miedo en la pared de su casa. Ballestero fue el vencedor de un torneo principal en el que hubo 1.125 participantes, tras una carrera por etapas que empezó en Torrelodones y que después pasó por A Coruña, Málaga, Zaragoza, Murcia, Benidorm, Bilbao y Castellón, para regresar de nuevo a la localidad madrileña con su gran final.

Ballestero, que se clasificó para la final del torneo principal justo dos días antes de jugarlo, estaba tan contento como cabe esperar en estos casos. En sus declaraciones tiró del tópico lotero: «Utilizaré el premio para tapar agujeros. A los amigos les invitaré a algo seguro, pero no sé a qué», explicaba emocionado y entre gritos. ¿Hará alguna locura después de ganar? «En el próximo que gane, me rapo. Voy a ir al SISMIX de Marrakech y veremos».
Pacto entre Ballesteros y los otros dos finalistas
Hay que decir que Ballestero pactó con Enis Chetitas y Ricardo Hernández, con quien repartió los tres premios finales. El primero se llevó incluso algo más de dinero, porque tenía más fichas en el momento del pacto, pero el español se queda con la espada que lo acredita como gran triunfador. En la mano final, el catalán iba con un as y un 3, frente al Rey-5 de Chetitas. Tres ases más le dieron un póker que no olvidará.
Como siempre, el torneo se jugó en esas de seis jugadores, lo que obliga a tener más crupiers, pero a cambio hace que el juego sea mucho más entretenido. Os dejo algunas fotos que hice a varios de ellos, buena gente por lo general, incluso cuando reparten cartas que parecen cualquier cosa menos de amor.




Aunque esta era la tercera edición de la competición, en realidad solo hay dos ganadores, porque la primera vez que estaba previsto, el Winamax Poker Tour fue suspendido por la pandemia. En la segunda, se impuso Alejandro Nicolás y ahora es David Ballestero el vendedor, después de diez días de póker en el Gran Madrid Casino de Torrelodones. La gran mayoría de los participantes eran aficionados, pero tampoco faltaban profesionales de la baraja, como Leo Margets y Adrián Mateos.
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