Tres españolas acaban en el top 15 europeo en ajedrez rápido. Después de su medalla de plata, Khadem completa otro gran torneo y acaba sexta
No hubo segunda medalla, pero las ajedrecistas españolas han completado un buen torneo en Mónaco, donde en los últimos tres días se han celebrado los Campeonatos de Europa de ajedrez rápido y relámpago. La gran vencedora en el Principado ha sido Alexandra Kosteniuk, que se ha llevado el oro en las dos especialidades: ajedrez rápido relámpago.
En cuanto a las españolas, el viernes Sara Khadem ganó la medalla de plata en el ritmo más veloz. En las partidas de 15 minutos, la jugadora entrenada por David Martínez acabó sexta. En la misma competición, Sabrina Vega fue undécima y Marta García, decimoquinta.
Kosteniuk (39 años), excampeona del mundo que ahora representa a Suiza, jugó a un nivel fantástico en Montecarlo. En el campeonato de partidas relámpago empató a puntos con Kadhem, que incluso la derrotó en la última ronda, pero su victoria fue más clara en el ajedrez rápido, con 11 puntos en 13 partidas. No perdió ninguna y certificó el triunfo de las veteranas en una especialidad que podría parecer diseñada para la juventud.
La ‘tendencia’ fue corroborada por la segunda y tercera clasificadas, la búlgara Antoaneta Stefanova (44 años) y la alemana Elisabeth Paehtz (39 años). Más meritoria es probablemente la actuación de otra jugadora que podría ser madre e incluso abuela de las tres medallistas.
Nona Gaprindashvili, quinta campeona del mundo, no estuvo entre las primeras, como es natural, pero completó una actuación de enorme mérito. Terminó en el puesto 43, con seis puntos. Fueron los mismos que consiguió la española Mónica Calzetta, campeona del mundo para mayores de 50 años.
Así quedaron las otras españolas:
Lucía Follana: 6 puntos.
Adhara Rodríguez, Cecilia Guilló, Laura Collado, y Rebeca Jiménez: 5,5.
Veronika Lezhepekova, Viviana Galván y Lidia Zapata: 5.
La jovencísima Alina Prochaieva, que es ucraniana pero vive en España y es como de la familia, terminó con 4,5 puntos.
Fotos: Patricia Claros Aguilar