El campeón ganó una gran partida, con negras, después de superar una desventaja de casi una hora
Esta mañana, Xosé Zapata, un importante productor de cine muy aficionado al ajedrez, me comentaba que no le gustaba el escenario dispuesto en Singapur para el Campeonato del Mundo de Ajedrez. Estaba mal iluminado y faltaba lujo. Se podría añadir que la cartelera de la FIDE destacaba más sus propias siglas que los nombres de los contendientes. Para compensar, alrededor del tablero pudimos ver a tres genios. Además del campeón, Ding Liren, y del jovencísimo aspirante, Gukesh D, participó como invitado Demis Hassabis, reciente premio Nobel de Química, ex ajedrecista y el hombre que ha revolucionado la inteligencia artificial, también en los tableros. Tanto talento junto provocó un pequeño big bang, una primera partida explosiva que altera los planes de los contendientes y las previsiones de casi todos los expertos. ¡Viva el ajedrez!
Antes de seguir con los comentarios de lo que ha ocurrido en la primera partida del Mundial, es posible que quieras ir al grano y ver ya los movimientos. Los publicamos en dos formatos distintos, como una película o para degustar las jugadas al ritmo que quiera el lector:
Lo cierto es que después de solo diez movimientos, los peores augurios para Ding Liren parecían confirmarse. El gran maestro chino parecía fuera de preparación o incapaz de decidir sus jugadas. Había gastado 45 minutos más que su rival cuando se supone que él era quien había colocado la primera sorpresa, al jugar la defensa francesa. Luego, Gukesh se desvió un poco de lo más conocido, pero tampoco planteó ninguna novedad teórica.
«No se pude cometer un fallo tan grande en la preparación de un Campeonato del Mundo», decía El Divis en la retransmisión en directo a través de Chess.com y Chess24. «¿Cómo puedes ir a un torneo sin saber lo que hay que hacer contra esta línea?». El siguiente vídeo, de solo unos segundos, muestra con claridad lo mal que se sentía Ding Liren durante la partida. Solo se habían efectuado seis movimientos sobre el tablero y ya parecía perdido.
En cualquier caso, David Martínez, Pepe Cuenca y Miguel Santos celebraban lo bien que había comenzado el Mundial. «No se puede pedir más en la primera partida. Los reyes están en el centro, todas las piezas siguen en el tablero, hay montones de rupturas…», aseguraba Santos.
Cuenca añadía que era una posición mucho más fácil de jugar para las blancas, que podían ir progresando poco a poco, mientras que el plan de las negras era más oscuro. Pese a todo, Ding lo encontró, como dijo luego en la rueda de prensa, y supo cómo presionar en el flanco de dama. De paso, logró equilibrar los relojes y fue Gukesh el más apurado antes del control de la jugada 40. De hecho, tuvo que hacer sus últimos diez movimientos con muy pocos segundos en el reloj.
El tiempo es un factor cada vez más decisivo en el ajedrez moderno; en Singapur se juega sin incremento en los primeros 40 movimientos y veremos más de un apuro grave. Quien no ha jugado al ajedrez quizá no entienda que alguien necesite más de media hora para hacer un solo movimiento, como le ocurrió a Gukesh cuando empezó a sentir que la posición no era de su agrado.
Ahí vimos al mejor Ding y al más valiente, una réplica mucho más exacta del que derrotó a Nepo en la vibrante última partida del Mundial anterior. El jugador chino hizo varias jugadas prácticamente al toque, añadiendo esa presión de la que hablaba y sembrando la semilla de la duda en la privilegiada cabeza de Gukesh. Según Miguel Illescas, este «pagó su inexperiencia en este tipo de encuentros, donde lo recomendable es jugar sólido las primeras partidas para superar el miedo escénico».
Comportamiento ejemplar
Pese a todo, el indio acudió a la rueda de prensa –algo que otros se saltaron a veces después de una derrota, pese a las multas que impone la FIDE– y se mostró relativamente sereno. Explicó que sufrió sobre todo debido a un error táctico y declaró que «queda mucho Mundial por delante». También fue consecuente con sus anteriores declaraciones: «Yo me había mentalizado para esperar la mejor versión de Ding y eso es lo que he visto hoy».
Si esta version 2.0 del campeón es tan buena como el viejo modelo se verá en los próximos días. Ding sabe que no puede confiarse ni un ápice. Spassky, Topalov y Nepo perdieron el título después de adelantarse en el marcador. Los grandes campeones siempre se han caracterizado por saber superar sus peores derrotas y si se quiere unir al club deberá hacer lo propio.
Otra posibilidad, remota pero apuntada por algunos, medio en serio, es que Ding lleve un tiempo exagerando sus males para dar una falsa impresión. Anish Giri recordaba una cita de Sun Tzu: «Aparenta debilidad cuando estés fuerte y fortaleza cuando te sientas débil». Otro que practica la ironía, quizá no con tanta gracia, es Vladimir Kramnik. El ruso se burlaba del tiempo que necesitó el campeón para hacer alguna de sus jugadas en la apertura.
¿Seguís pensando que Gukesh es favorito? Ayer contábamos por aquí algunos pronósticos y muy pocos apostaban por Ding Liren. Entre ellos estaba el Divis, pero también Luis Fernandez Siles, que después de la partida sacaba pecho con motivos.
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor