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Yago Gallach y Susa Buesa aprovechan un descanso del Campeonato del Mundo de Ajedrez para reaparecer. Este texto fue publicado antes en ‘Paterna al día’. Lo habíamos dejado aquí.
Con Pedro Ladrador al volante, Paula dando las indicaciones asfálticas, y Susa Buesa y Paco Mordedor (obviamente) detrás, llegaron casi en dos suspiros a La Torre (vale, suspiro y tres cuartos). Frenaron el coche en la rosa de los vientos, mirando a Corcolilla.
—Parece el hangar de los extraterrestres… —indicó Ladrador nada más apearse del vehículo; por cierto, alto, de rueda gorda, negro, brillante, sin sirena.
Paula señaló la casa de Liuba, quien los esperaba apostada en la puerta, sonriendo, curiosa.
—Vivo sola en esta pequeña aldea y las prisas no son buenas consejeras, Paula —dijo Liuba, a modo de recepción, con sus eses sibilinas, sibilantes, serpenteantes y arrastradas—. Y menos a la hora de comer.
—Precisamente —atajó Buesa—. Buenos días, Liuba, somos la inspectora Susa Buesa, y los agentes Ladrador y Mordedor. ¿Podemos pasar?
—Ustedes dirán —contestó Liuba, mientras les hacía un ademán para que la acompañasen—. Si quieren quedarse a comer, termino de preparar unas alubias, ¡y a volar!
—Por supuesto —aceptó aliviado Ladrador, sin dar pie al resto a una renuncia—, muchas gracias. Media hora después, y con el gorjeo lento de la cazuela de barro en el fuego, Liuba (asintiendo ante cada dato, prueba, y circunstancia) estaba al tanto e iba procesando todos los pormenores del c4s0.
—Liuba, debemos reconocer que nos hemos atascado —y mientras la inspectora extraía la prueba del museo de Alpuente…
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—¡Jefa, en el museo sólo se veían las dos torres! —se apresuró a indicar Mordedor.
—Vaya, un puente —reconoció de inmediato Liuba—. Y parece que tenéis química.
—¿Un puente? —preguntó muy extrañado Ladrador.
Liuba dispuso su tablero sobre la mesa y empezó a ejecutar los movimientos (mientras Mordedor registraba todo en su libreta).
—Aquí 1 Te4 establece el puente. Y puede seguir 1 … Rd6 2 Rf7 Tf2+ 3 Rg6 Tg2+ 4 Rf6 Tf2+ 5 Rg5 Tg1+ 6 Tg4!!, y el peón corona. Para mí es muy claro —concluyó Liuba—. h2 es el origen, H2O es agua. Un puente en Alpuente, y con agua, sólo…
—¡El acueducto! —completó Paula. —Ajá. Y si pasamos las letras a dígitos: 210.
—¿Kilómetros?
—Podría ser. Además, dice HUYO HOY.
—¿Para que averigüemos adónde va?
—Hum. La duda no es un estado demasiado agradable.
—Todo esto me parece más que imposible.
—A la reina roja de Alicia —dijo entre risitas Liuba— le gustaba pensar seis cosas imposibles antes de desayunar. Y ya es hora de comer. ¡¡Al plato!!
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor