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Vishy Anand ganó una vez más el Magistral de León, y ya van diez, mientras que Marta García triunfó en el torneo abierto. Esta crónica de José Fernando Blanco más allá de los resultados
Estuve en el Festival de León. A lo que todos los grandes cronistas del ajedrez español (menos uno) ya han contado con pelos y señales, solo quiero añadir un par de opiniones:
Marta García Martín ganó el Abierto. No era el Open de Aeroflot, pero tampoco era una pachanga. En el orden de fuerza tenía por encima cuatro grandes maestros y dos maestros internacionales. No me acerqué mucho por el torneo, porque hay que escalar tres rampas muy duras para un veterano, pero pude ver cómo aguantaba el tipo y ganaba contra Cámpora, que también hizo un torneazo y volvió a demostrar que es el GM más salao del mundo. Y cómo truqueaba a Striković, con el que hizo tablas en posición favorable, tal vez por el apuro de tiempo. También ganó a Khamrakulov y terminó imbatida. Un resultado sensacional.
En cuanto al Magistral, todavía estoy en shock por el 38 … f6 de Erigaisi en la tercera. No se me ocurre qué mecanismo mental puede llevar a un ajedrecista (ya no digo un top 5) a jugar algo así. Del resto de partidas, como digo, ya hablaron los expertos.
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Y ahora paso a contar lo que nadie contó, porque nadie se enteró.
Viajé a León el mismo día en que se aprobaba en la Diputación la moción leonesista. No sé en qué terminará ese proceso, pero los leoneses parecían muy animados con el tema. Sobre todo tres que conocí esa misma noche por la Plaza Mayor, y que se dejaron convencer fácilmente para animar, con música de Queen, a Jaime Santos (de cuya existencia acababan de ser informados).
El jueves tuvo lugar el sorteo de emparejamientos y colores para el Magistral. Es un poco deprimente que el número de implicados (entre la organización, el árbitro y los jugadores) sea casi tan alto como el de periodistas y curiosos juntos.
En la rueda de preguntas posterior, nadie quiso (o sea, nadie supo) traducir lo que había dicho Erigaisi. Es cierto que habla muy bajito y tiene un acento peculiar. Yo estaba al otro lado y solo oí «legends». Alguien aprovechó para sugerir que se cambie el sistema de eliminatorias por una liga todos contra todos (la gente ya no sabe qué preguntar). Le contestó con gran amabilidad el organizador.
También hubo una dura negociación referente a una posible entrevista a Erigaisi. Mi principal objeción era como la del párrafo anterior: a este chaval le han hecho veinte entrevistas en un mes y ya la gente (en este caso, yo) no sabe qué preguntar. La discusión llegó hasta el sábado, y finalmente se acordaron tres preguntas medianamente interesantes. Sin embargo, la cara que tenía el indio después de la remontada de Santos no invitaba a muchas preguntas.
El viernes, por fin, empezaron las partidas. En la cuarta del primer ‘match’ sucedió algo raro: El negro, que está perdido, extiende su mano al rival, este la acepta, los dos se levantan. ¿Qué ha pasado? Eso quisiera saber el árbitro: se acerca, pregunta a los jugadores, pero estos no le dan una respuesta precisa: están más interesados en discutir la posición final que en el resultado de la partida, que en cualquier caso da la victoria en el match al jugador de blancas. Incluso en un momento dado, ante la insistencia del árbitro, Anand dice: «Me da igual».
¿Cómo se debe abandonar una partida?
Es curioso que el reglamento de la Federación Internacional de ajedrez dedica docenas de subartículos a las situaciones en que se puede dar por buena una reclamación de tablas; y, sin embargo, la definición del procedimiento de abandono es de lo más concisa: «The game is won by the player whose opponent declares he resigns» (en la traducción de la Federación Española: «La partida es ganada por el jugador cuyo adversario declara que abandona»).
¡Nos hemos quedado como estábamos! ¿Cómo debe producirse esa declaración? ¿Verbalmente? ¿En alguno de los idiomas oficiales de la FIDE? ¿En el idioma oficial del torneo? ¿Se acepta lenguaje de signos? ¿Algún ademán concreto, como parar el reloj, tirar el rey, o dar un puñetazo en la mesa? Ninguna de estas preguntas encuentra respuesta en el reglamento.
Pero nuestro árbitro sabe lo que se hace: si no, no estaría arbitrando a dos excampeones del mundo. Ante la indiferencia del jugador de blancas, declara el resultado de tablas. Le avala el hecho de que el negro no ha hecho gesto alguno que denote la voluntad de abandonar. Coloca los reyes en el centro del tablero (maniobra que transmite el resultado al ordenador) y anuncia al (escaso) público el resultado final.
En la mesa de análisis, los expertos son de la misma opinión: han sido tablas. Sin embargo, al día siguiente los marcadores dan el resultado global de 3-1, que implica que el blanco ha ganado la cuarta partida. ¿Cómo es posible? ¿No ha transmitido el árbitro el resultado automáticamente? El análisis del vídeo muestra que no: quizá afectado por los nervios, ha colocado los reyes al revés.
Gracias a la intervención de un espontáneo quisquilloso, al día siguiente el marcador está corregido.
Karpov y Kasparov se caen del mural
En una pared del Auditorio de León hay un mural plagado de fotos de grandes momentos de los años anteriores. 37 ediciones del Festival dan para mucho, y la Organización está justamente orgullosa. El problema es que son tantas ediciones que hay demasiadas fotografías, y para incluir las del año anterior hay que ir descartando algunas. ¿Cuál es el mejor criterio de descarte? Parece lógico pensar en deshacerse de las más antiguas, y eso es lo que han hecho, por lo visto.
¿Algún problema? Pues sí: No quedan imágenes de Karpov ni de Kasparov (ni de alguna otra K que no nombraremos, para no meternos en líos legales). Puesto este hecho en conocimiento del organizador, le vemos recorrer una por una las fotos del mural para asegurarse de que es verdad lo que le dicen.
Es un tío tranquilo, pero se nota que esto le ha afectado. «Son muchas ediciones…». Innegable. «Habrá que poner otro mural…». Totalmente de acuerdo. Si aquí han traído a las dos Ks, o a las tres, se tiene que notar. El año que viene volveremos para ver si se ha añadido otro mural. Paredes no faltan en el Auditorio de León.
Y volveremos también, por supuesto, a disfrutar de esta encantadora ciudad, que en las fechas del Magistral se llena, además, de extraños seres recauchutados.
No quisiera irme sin transmitir, literalmente, las opiniones de un experto que fue consultado por un amigo mío el sábado por la mañana (valga como compensación por la de Erigaisi):
—¿Quién es el favorito para ganar el torneo Magistral de Ajedrez de León 2024?
—El Torneo Magistral de Ajedrez de León 2024 contará con un ‘cuarteto de lujo’ formado por Vishy Anand, Veselin Topalov, Arjun Erigaisi y Jaime Santos. Vishy Anand y Veselin Topalov, ambos excampeones mundiales, aportan su vasta experiencia y prestigio al torneo. Arjun Erigaisi, un joven prodigio indio, y Jaime Santos, el campeón de la edición anterior, representan la nueva generación del ajedrez. En cuanto a los favoritos, tanto Anand como Topalov, debido a su historial y experiencia, son siempre contendientes fuertes en cualquier torneo. Sin embargo, Erigaisi, con su rápida ascensión en el mundo del ajedrez, también es un candidato destacado. Jaime Santos, siendo el defensor del título y jugando en casa, tiene una ventaja significativa.
—¿Cómo es que consideras a Topalov entre los favoritos, si ya fue eliminado ayer?
—Tienes razón. Veselin Topalov ya fue eliminado del Torneo Magistral de Ajedrez de León 2024. Los jugadores que llegaron a las semifinales fueron Jaime Santos, Nikita Vitiugov, Paco Vallejo y Boris Gelfand. Actualmente, los favoritos para ganar son Jaime Santos y Paco Vallejo, considerando sus recientes desempeños y posiciones en el ranking.
Sin comentarios. Hasta el año que viene.
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor
Gracias, Miguel Ángel. Sin ti no habría sido posible.
Estoy muy de acuerdo, Miguel Ángel. Gracias por el comentario.
Brillante crónica «B» cargada de anécdotas, que acercan la vivencia del torneo, mas allá del mero análisis deportivo.