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Yago Gallach sigue desplegando las alas de la imaginación y nos trae un plato de ajedrez y teatro, dos ingredientes insuperables que rara vez vemos juntos. Quizá sea el principio de algo
El ajedrez (como el tomate) se mezcla muy bien con muchos otros ingredientes y consigue platos muy variados y suculentos. A veces es la materia prima principal y en otras ocasiones solo está presente para dar ese punto de sabor que le hace falta a la vida. En este caso, y de manera muy básica e inicial, vamos a ver cómo se mezclan dos ingredientes muy vitales: la representación (produce respeto hablar de teatro) y el ajedrez.
Ambas disciplinas, si nos lo proponemos así (y así las proponemos), pueden ser dos juegos que animen y entretengan. Y le den una cánida acogida (la que siempre me ha ofrecido mi perro al llegar a casa) a la imaginación, ese músculo que disfruta jugando. De hecho, con ese ánimo lúdico nace este pequeño y desenfadado divertimento titulado El legendario juego del jajadrez.
Personajes
Narrador/a número 1: Rey negro.
Narrador/a número 2: Rey blanco.
Vestuario: Si puede ser, el rey blanco, de blanco. Y el rey negro, de negro.
[Nota importante número 1: no hace falta pintarse las caras].
Escenario: Ajedrez gigante. Orientado de forma transversal al público, para que vea la«partida» y a los reyes moverse de izquierda a derecha, no de delante a atrás.
Elementos indispensables: cetros-plumeros
[Nota importante número 2: coloridos si puede ser. Además de hacernos cosquillas con ellos, hay que dejar el espacio igual o mejor que nos lo hemos encontrado. Las personas con alergia al polvo lo agradecerán].
«El legendario juego del jajadrez»
Por Yago Gallach Pérez
1. Pequeños y pequeñas…
2. Mayoras y mayores
1. Hoy os vamos a contar la verdadera historia del jajadrez, un juego muy, muy antiguo que se inventó en el lejano reino de Divertalia.
2. Pues resulta que en el lejano reino de Divertalia, llamadme clásico, pero yo no he inventado el pasado, un rey que estaba muy, muy triste porque hacía ya al menos dos días.
1. ¿Dos días, en serio?
2. Sí, dos días… ¡que se habían acabado los macarrones!
1. ¿Y también el tomate?
2. Sí, y también el tomate.
1. ¡Hala! ¿Y también los helados?
2. Sí, ¡y también los helados!
1. ¡¡Pues sí que estaba triste!!
2. Claro, por eso la más sabia del reino, su abuela o su yaya, que ya no me acuerdo, se inventó el jajadrez.
1. ¿El jajadrez, dices?
2. Sí, el jajadrez, el juego de las cosquillas.
1. Cosquiiiiiiiiiiiiiillas. ¿Y cómo se juega?
2. Mmmmmm. ¡Pues ahora lo verás! ¡Igual te mueres de la risa!
1. Ah, ¿no será ese juego, con muchos personajes, en el que hay que hacerle cosquillas al rey del otro equipo?
2. ¡Ese, Ese!
1. Vale, pues, ¡empezamos!
2. Bien, yo voy a mover a este peatón [1 e4].
1. Pues yo voy a mover a esta, para que se den un beso de nariz [1 … e5].
2. Ahora salta mi caballo, que es fuerte y veloz como un rayo [2 Cf3]
1. Pues para que tu caballo no se zampe a mi peón, le daré cariño, ayuda y protección [2 … f6].
2. Tengo un caballo hambriento, ¡me comeré a tu peón sin miramientos! ¡Ñam! [3 Cxe5].
1. Pues mi peón que ya ha movido se come a tu caballo desabrido [3 … fxe5]
2. Y esta dama, que es una maravilla, empieza el festival de las cosquillas. ¡Ja, ja, ja, jaque! [4 Dh5+].
1. ¡Qué martirio, qué horror! No sé si aguantaré esto hoy. [4 … Re7].
2. ¡Cómo que no! Tengo más cosquillas para ti, comiéndome a este peatón de aquí. ¡Ja, ja, ja, jaque! [5 Dxe5].
1. ¡Insufrible, inaguantable! Mis risas se oyen por todo el valle. [5 … Rf7].
2. Ahora sale este alfil que te hará cosquillas mil. ¡Ja, ja, ja, jaque! [6 Ac4+].
1. ¿Alguien más se une a esta fiesta?, ¡tanta cosquilla apesta! [6 … Rg6].
2. Aún no ha llegado lo mejor, ahora vuelvo a hacerte cosquillas yo. ¡Ja, ja, ja, jaque! [7 Df5+].
1. Pues me pienso escapar, tanta risa no se puede tolerar. [7 … Rh6].
2. Ahora este alfil dormido se despierta muy divertido. ¡Ja, ja, ja, jaque! [8 d4+].
1. Pues este peón, aunque es menudo, se pone delante y hace de escudo. [8 … g5].
2. Y mi peón sale a su encuentro para que tu rey no quede absuelto. [9 h4].
1. Pues ante esa jugada tan anodina, vas a probar de tu propia medicina. ¡Ja, ja, ja, jaque! [9 … Ab4+].
2. Esas cosquillas yo las tapono con este caballo tan, tan mono. [10 Cd2].
1. Pues ese caballo voy a eliminar, y más cosquillas te voy a dar. ¡Ja, ja, ja, jaque! [10 … Axd2+]
2. ¡A este alfil tan juguetón y sandunguero hay que sacarlo del tablero! [11 Axd2].
1. Pues mi caballo no se lo piensa y de un gran salto acude a la defensa. [11 … Cf6].
2. Ja. Y esta dama que sigue siendo una maravilla termina haciendo la última de las cosquillas. ¡Ja, ja, ja, jaque! [10 Dxg5++].
1. ¡Me rindo, abandono, no puedo más, tanta risa me va a matar!
2. Y así es cómo, pequeños y pequeñas…
1. Mayoras y mayoros…
2+1. El jajadrez es un juego que adoro… Un, dos tres, ¡¡viva el jajadrez!!
Nota importante número 3: Acabada esta pequeña representación, hay que dejar que invadan el tablero y jugueteen con las piezas.
La imagen de arriba corresponde de a un pase de la obra de Yago Gallach que se hizo en Escuela 2 (La Cañada)
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor