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Psicóloga, periodista y escritora, Konnikova cambió su vida y se convirtió en jugadora de póker cuando escribió el libro ‘El gran farol’, después de pasar un año entrenando con Eric Seidel
Acabo de ver cómo han eliminado a Maria Konnikova en el Main Event de las Series Mundiales de Póker, en una mano en la que la suerte le fue esquiva. Llegó al día 3, pero sus dobles parejas perdieron ante las que consiguió un rival afortunado en el river. Pinchó un as cuando solo tenía pareja de sietes. Eso me ha recordado la conversación que tuvimos en el EPT de Montecarlo, donde pudimos hablar con cierta profundidad. Esta entrevista puede parecer algo larga, pero las respuestas de la estadounidense de origen ruso me parecían tan interesantes que solo he podido podar las puntas.
[Jennifer Shahade: «La comunidad del póker me savó de los abusos que sufrí en el ajedrez»]
Eres psicóloga. Cuando estás en la mesa, ¿analizas a los demás jugadores? No sé si me estás estudiando ahora mismo.
No soy psicóloga clínica. Soy alguien que ha estudiado sobre la toma de decisiones y cómo funciona la mente, no si tuviste problemas con tu madre. Creo que estoy más en sintonía con la dinámica en la mesa, cómo se sienten los demás y cómo reaccionan ante diferentes situaciones. Eso lo uso mucho en las mesas. También trato de hablar con la gente para intentar que me cuenten un poco sobre ellos, porque eso puede ayudar mucho. Si están jugando en un evento que es muy especial para ellos o si están de vacaciones y simplemente se divierten o si son profesionales. Pero eso lo puede descubrir cualquiera, solo necesitas un poco de interés. Obviamente, yo soy escritora y periodista. Me interesan las personas y nunca sabes las historias que vas a descubrir, pero eso no tiene nada que ver con el póker. Tengo curiosidad de verdad y además es útil.
No he leído otros libros tuyos, aparte de ‘El gran farol’, pero sé que ya eras una escritora de éxito. Eso sí, ningún otro título cambió tu vida de esa manera.
Es verdad que lo hizo, porque fue muy inmersivo. Mis otros libros eran periodismo más típico. Entrevisté a gente y le dediqué tiempo, pero para ‘El gran farol’ (‘The Biggest Bluff’ es el título original, algo más potente) viví la vida del jugador. Me sumergí en este mundo y mira, ahora estamos aquí, en Montecarlo. No estaríamos juntos ahora si no fuera por ese libro.
«El póker te ayuda a comprender visceralmente lo importante que es la suerte y lo importante que es maximizar tu habilidad hasta el límite, porque la suerte no la puedes controlar, así que lo único que puedes hacer es jugar bien, porque necesitas hacerlo
Entonces, ¿fue un cambio positivo?
Creo que cambió mi vida para mejor, porque amplió mi capacidad de pensar en la toma de decisiones de un modo práctico. Cuando estudiaba para mi doctorado, trabajando en la toma de decisiones en el laboratorio. Todo era muy teórico y difícil de implementar. En el póker, vives esas decisiones y tienes que interiorizarlas de una manera diferente. Creo realmente que esa habilidad puede mejorar la vida de cualquiera, que es muy útil.

En el libro, cuentas que el póker es un juego hermoso, pero ¿qué te atrajo tanto? Explícaselo a la gente que no conoce el juego.
Es la forma en que te obliga a pensar en el mundo y en ti mismo. Es así de hermoso. En la mesa, realmente puedes experimentar lo que significa tomar una buena decisión, lo que significa tomar una mala y cómo puedes distinguirlas. Y creo que también te ayuda a comprender visceralmente lo importante que es la suerte y lo importante que es maximizar tu habilidad hasta el límite, porque la suerte no la puedes controlar, así que lo único que puedes hacer es jugar bien, porque necesitas hacerlo. Creo que es una forma muy útil de pensar sobre la vida y me ha hecho, en mi vida cotidiana, mucho más zen, mucho más tranquila, mucho más dispuesta a aceptar la incertidumbre tal como viene y afrontarla. No creo que hubiera tenido esa habilidad sin el póker. Pero lo que me ha mantenido en el juego es que es tan difícil y tan complejo que todavía estoy aprendiendo cosas sobre mí misma y aún me enseña todos los días. Si eso alguna vez deja de suceder, dejaré de jugar. Pero por ahora no creo que estemos en peligro de que ocurra.
El conductor que me trajo ayer al hotel me dijo que nunca se ganaría la vida con el póker, porque es demasiado estresante y, a largo plazo, malo para tu vida.
Bueno, depende de la persona, pero también depende de cómo fuiste entrenado y cómo lo abordas. Una de las cosas más importantes de mi libro es que el póker no es un juego de azar, sino de habilidad. Es cierto que algunas personas lo consideran un juego de azar. Para ellos es como un casino y, por supuesto, es estresante, porque el juego es estresante. Si no lo entiendes, si no te tomas el tiempo para apreciar la belleza del juego y en lugar de eso dices «Eh, vamos a apostar», entonces te vas a estresar y no vas a ganar dinero, por supuesto. Así que es bueno que esas personas no intenten ganarse la vida jugando al póker.
«¿En la vida importa más la habilidad o la suerte? Yo siempre respondo que la suerte»
Maria Konnikova
¿Has aprendido más en la universidad, en las mesas de póquer o hablando con Eric Seidel?
En los tres casos. Pero creo que es difícil responder esa pregunta, porque de alguna manera aprendí más sobre psicología en la mesa de póker y con Eric, pero ¿habría podido aprenderlo a ese nivel si no hubiera estudiado Psicología en la universidad, sin esa referencia? Me parece que no. Una de las cosas hermosas de la vida es que nunca sabes adónde te llevará. Yo no tenía ningún interés en el póker. Si me hubieras dicho hace diez años: «María, vas a ser jugadora de póker», me habría reído y habría respondido: «Qué broma más divertida». Nunca sabes cómo van a funcionar en tu vida las cosas estudias y aprendes , así que mi mensaje para todos es simplemente que estudien lo que les interesa y atraiga su curiosidad. No intentes planificar con antelación, porque la vida no funciona así. No puedes. Simplemente, mira lo que sucede y aprovéchalo al máximo.

Cuando tenías 4 años, tus padres se mudaron de Rusia a Estados Unidos. Al lado de esa apuesta, cualquier bote en una mesa de póker es una risa.
¡Exacto! Eso es absolutamente correcto. Cuando la gente pregunta: «¿En la vida importa más la habilidad o la suerte?», siempre respondo que la suerte, porque en primer lugar nacemos, pero luego suceden cosas, como que mis padres abandonen la Unión Soviética. Yo no estaría aquí sin eso. Sería una vida muy diferente y no puedo atribuirme ningún mérito por ello. Así que tienes toda la razón. Una vez que lo pones en perspectiva, el póker solo es póker. Es un juego, un hermoso juego, asombroso, que te permite ser mejor y jugar mejor el juego de la vida, pero es un juego.
Me pregunto si el póker es también como el amor y es difícil prolongar esa pasión a lo largo de los años.
Creo que depende de quién eres y de por qué juegas. Si miras a alguien como Eric Seidel, que ahora tiene 60 años, a él le encanta el juego. Dios mío, es como un niño pequeño. Es como si acabara de aprender a jugar. Es como escucharlo hablar sobre manos y sobre todo eso. Le apasiona, porque lo juega por las razones correctas. Está interesado y todavía aprende. Le supone un desafío y lo encuentra emocionante. También tiene una vida fuera del póker; creo que eso es realmente importante. Necesitas tener equilibrio para poder apreciar lo que te ofrece el póker. Él ha mantenido esa pasión durante… ¿cuánto? ¿40 años? Entonces es posible, pero si solo estás en esto por el dinero, te vas a agotar.
Entonces, ¿no debes afrontarlo como un trabajo?
Me lo tomo en serio, trabajo duro y estudio, pero lo que quiero decir es que si lo piensas como algo que tienes que hacer a la fuerza, creo que te agotarás. Es increíble poder venir a Montecarlo y jugar durante dos semanas. Eso lo puedo hacer. Es asombroso. Alguien me comentó ayer, mientras estaba jugando: «¡Siempre estás tan feliz!». Pensé: bueno, estoy aquí. ¿Por qué jugar si vas a ser una desgraciada? Siempre ves a gente así en las mesas. Yo digo: ¿por qué haces esto? Podrías hacer cualquier otra cosa.
¿Cómo empezaste a colaborar con PokerStars y cómo ha sido tu relación con la compañía?
Bueno, creo que soy una de las tres únicas personas en la historia de PokerStars que fueron embajadores, se fueron y regresaron. Lo fui por primera vez en 2018, después de ganar el PCA National. Me contrataron como embajadora, pero luego nos separamos cuando, creo que a finales de 2019, PokerStars estaba cambiando de dirección. Básicamente, todos los embajadores fueron despedidos en ese momento. Estuve sola por un tiempo. Luego, cuando intentaban regresar a Estados Unidos, en 2023, se acercaron a mí de nuevo. El equipo había cambiado otra vez y volvían a dar prioridad al póker. Realmente querían dar un paso adelante en los Estados Unidos y sus valores estaban alineados con los míos, en el sentido de que mi idea ees promover el póker como un deporte, un juego mental, un juego de habilidad.
Como el ajedrez.
¡Exacto!, como el ajedrez. He trabajado duro para propagar ese mensaje, porque creo que es muy importante. Y hay tantos conceptos erróneos sobre el juego. El póker puede ayudar a la gente a llevar una vida mejor. Por eso quiero que lo aprendan de la manera correcta, que entiendan el juego, que no se trata de un juego de azar. Cuando la gente dice: «¿No te vuelve adicto?» No. No si lo entiendes, si no lo afrontas como una máquina tragaperras. Cuando me llamaron, creo que fue un buen momento para volver a colaborar de nuevo.

La jugada te salió bien, pero en el póker es imposible ganar todos los botes…
Por supuesto.
…y sobre eso tengo dos dudas o preguntas. La primera es que quizá no salió tan bien, pero simplemente estás en el lado bueno de la varianza.
Sí, eso es algo que tienes que seguir preguntándote. De hecho, puedo mostrarte las notas que tomo cuando juego y, básicamente, en algunos torneos escribo cada mano, para después poder analizarlas. Puedo ver cuándo cometí errores y cuándo no. Y también puedo analizar todos mis ‘all in’ y ver si era favorita o no. Así es como sabes si estás en el lado correcto de la distribución o no.
«La mayoría de la gente es muy mala para saber si los otros mienten o no. Creemos que somos mucho mejores de lo que somos»
Maria Konnikova
La segunda pregunta es si, a pesar de todo, alguna vez lo has pasado mal en este mundo del juego.
Por supuesto. Es muy difícil.
¿Puedes desarrollarlo un poco?
El año pasado, en las Series Mundiales de Póker. Perdí más de 100.000 dólares, lo que es una cantidad enorme para mí. Afortunadamente, no todo era mío. Vendí acciones y minimicé las pérdidas, pero me hizo preguntarme cosas. Era como si no pudiera cobrar en un solo evento. Fue un desastre detrás de otro y detrás de otro. Luego, hice mi análisis de manos y no es que mi juego hubiera sido una mierda, pero así lo veía en mi cabeza. Yo me sentía como si mi juego fuera una mierda. Pensaba: ¿por qué estoy haciendo esto? ¿por qué no trabajo en algo normal, simplemente? Ahora mismo estoy trabajando en mi próximo libro y pensé en dejarlo todo y concentrarme completamente en escribir y en mis otros proyectos. ¿Qué sentido tenía seguir? El caso es que todavía amo el juego, incluso en esos momentos en los que todo te sale mal, porque también te enseñan algo. Son los que te enseñan a lidiar con todo esto, los que te dicen si estás destinado a esto o no. Creo que eso es cierto en cualquier otro campo. Cuando todo va bien, es fácil ser feliz, pero los momentos importantes son aquellos en los que afrontas las adversidades. Lo que perdí en las WSOP no es nada para los grandes apostadores, pero para mí era mucho. Mis compras más importantes son las del Main Event, de 10.000 dólares, pero normalmente juego 1.000 como mucho. Entonces supuso un gran problema.

¿Te consideras una jugadora ganadora?
A lo largo del tiempo sí, pero soy una jugadora en vivo, por lo que entiendo que el tamaño de la muestra es pequeño.
Como psicóloga, ¿te interesan especialmente los ‘tells’ (las señales involuntarias de los jugadores)?
Sí y no. Lo que sé gracias a la psicología es que son realmente complejos. La mayoría de la gente es muy mala para saber si los otros mienten o no. Creemos que somos mucho mejores de lo que somos. Y a menos que tenga una base firme de comportamiento y un gran tamaño de muestra, como una enorme cantidad de datos estadísticamente significativa, es realmente muy difícil. Pero por supuesto, les presto atención.
¿Has llegado a estudiarlos a fondo?
Lo he hecho, pero lo que aprendes es que la mayor parte son tonterías, así que realmente hay que tener mucho cuidado. No es irrelevante cuando tienes suficientes datos, pero nunca los tienes en la mesa de póker. Imagíname tratando de leerte ahora mismo. Te conozco desde hace 20 minutos. No sé cómo eres normalmente, no sé cómo puedo saber si estás nervioso en una mano. Y si lo estás, ¿eso significa que tu mano es buena o mala? No lo sé. Así que hay que tener mucho cuidado. Lo usaré a veces como desempate. He descubierto que algunas personas que no juegan nunca en vivo tienen señales importantes, pero eso es muy, muy raro.
¿Jugar por internet es peor para ti porque te quita todo el lado psicológico?
Sí. Y tampoco juego en línea con tanta frecuencia porque en los EE.UU. solo puedo hacerlo desde Nueva Jersey, Pensilvania y Michigan. Simplemente, no tengo tanta experiencia, pero me gusta jugar en línea.
Última pregunta, creo: ¿cómo te pusiste en contacto con Eric Sidel y cómo aceptó el desafío?
Soy periodista. Lo llamé en frío. No tenía ninguna conexión con él. Simplemente me acerqué y le dije: oye, estoy trabajando en un nuevo proyecto, me encantaría hablar contigo al respecto. Y él me respondió y me dijo que le encantaba mi forma de escribir, porque me había leído en ‘The New Yorker’. Yo pensaba que estaba en Las Vegas, pero resultó que estaba justo en Nueva York y quedamos para desayunar. Nos conocimos en persona y así empezó todo.