Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 16 segundos
Vishy Anand recuerda la figura del «gigante de la industria y la filantropía», patrocinador del supertorneo de Wijk aan Zee
Si Vishy Anand es el padre indiscutible del milagro del ajedrez indio, que en cuatro décadas ha pasado de la irrelevancia exótica a ser el mejor del mundo, Ratan Tata podría ser considerado su padrino, en el buen sentido. El arquitecto, ingeniero y empresario, patrocinador durante muchos años del Tata Steel Chess de Wijk aan Zee, posiblemente el mejor torneo de ajedrez del mundo, falleció el pasado miércoles en un hospital de Bombay, a los 86 años.
«Con profunda tristeza nos despedimos de un gigante de la industria y la filantropía. Recibimos juntos nuestro Padma Vibhushan —un premio muy importante que se concede en la India— y me conmovió verdaderamente su humildad y su carácter gentil. La fraternidad del ajedrez debe mucho a las tradiciones que están tan estrechamente asociadas con el Grupo Tata», escribe Anand tras la muerte del magnate. «Tata Steel Chess, en Países Bajos, es un torneo que nos enorgulleció especialmente a los ajedrecistas, sobre todo cuando los Tata se hicieron cargo de Corus y comenzaron luego una nueva tradición con Tata Chess India. El mundo del ajedrez y yo ofrecemos nuestras más profundas condolencias a Ratan Tata, un ser humano que marcó todas nuestras vidas y siempre defendió el bien de la sociedad. Que descanse en paz».
Otras estrellas del ajedrez indio se han sumado a las condolencias, que recuerdan que el empresario no solo patrocinó el Tata de Países Bajos y que también fue quien hizo posible el crecimiento de otro gran torneo anual en Calcuta. Según cuentan en ‘The Indian Express’, Ratan Tata fue muy importante en el lanzamiento de la carrera del gran maestro Nihal Sarin, cuando este solo tenía diez años. Sarin tiene ahora 20 y es un gran maestro de primera fila, aunque parece algo eclipsado por jugadores como Gukesh, Pragg y Erigaisi. Estoy seguro de que todavía dará que hablar. Hace seis años me dio una entrevista que aprovecho para recordar por aquí.
«Descanse en paz, señor. Gracias a ti y a todos en Tata Trusts por esa llamada a mi padre en 2015 que cambió mi vida para mejor. Es un día realmente triste», ha escrito Sarin en sus redes sociales. Ese año, el grupo Tata ofreció patrocinio a Nihal, que lo recuerda en declaraciones a The Indian Express . «No pidieron nada a cambio. Fue muy amable de su parte. Realmente significó mucho para mi carrera ajedrecística. El ajedrez es un deporte extremadamente caro cuando se tienen en cuenta los viajes para torneos y cosas así», explicó el joven GM indio, que entonces todavía no era ni maestro internacional. Ratan Tata le acabó dando apoyo durante tres años, sin pedir nada a cambio.
«Rumores sobre mi salud»
En su último mensaje en las redes, el pasado 7 de octubre, el propio Tata trataba de negar los «rumores sobre su salud» y atribuía su hospitalización a revisiones rutinarias. «No hay motivo para preocuparse», escribió en un tuit que tiene más ese tres millones de visualizaciones. El expresidente del grupo Tata dirigió durante dos décadas este conglomerado indio, que ganó presencia en el mundo con grandes adquisiciones de empresas. Fue «un líder poco común cuyas inconmensurables contribuciones han dado forma no solo al Grupo Tata, sino también al tejido mismo de nuestra nación», aseguró la compañía en un comunicado que recoge The Telegraph India. El primer ministro indio, Narendra Modi, asegura que era «un líder empresarial visionario, un alma compasiva y un ser humano extraordinario».
Ratan Tata, un amante del deporte, no solo del ajedrez, fue también un importante patrocinador de la Liga Nacional de Cricket, el deporte nacional indio, por encima del ajedrez, del hockey y del badminton, entre otros. El grupo prestó su apoyo a una veintena de deportes, actividad que consideraba «una forma de vida».
Tata procedía de una conocida familia de empresarios y no fue el creador de su compañía. Cuando tomó las riendas del grupo no todos recibieron bien al sobrino del fundador, pero se ganó poco a poco el reconocimiento de todos cuando lo transformó en un gigante internacional.
Antes de marcharte, te quiero pedir un favor