El gran maestro estadounidense responde a las acusaciones del ruso, empeñado a su vez en desenmascarar a los tramposos
La guerra por las trampas en el ajedrez por internet se ha recrudecido en las últimas horas. Después de la sorpresa inicial de Hikaru Nakamura ante las insinuaciones de Vladimir Kramnik, y una vez digerido el sapo, el estadounidense ha dedicado uno de sus ‘programas’ a responder al ruso. Empezó hablando de «histeria», una palabra también utilizada por el excampeón mundial. Luego, dijo que «ha perdido la cabeza» y que es un «beato arrogante». Lo cierto es que ambos protagonistas, fiscales activos en el presente, también saben qué se siente desde el banquillo de los acusados.
Kramnik siguió atacando a Nakamura en un nuevo artículo dentro de su espacio personal en Chess.com. Al portal le honra su respeto a la libertad de expresión, porque el ruso tampoco para de atacarles. Sobre Hikaru, esta vez hizo algo más que preguntarse por sus increíbles rachas de victorias. «Me sorprendió mucho escuchar en el vídeo de Eric Hansen algo que nadie más dice en público pero todo el mundo sabe en privado, que en los últimos años, especialmente muchos jugadores profesionales me han comentado que creen que Hikaru hace trampas», escribió Kramnik.
Apunte breve para el lector: Hansen, gran maestro canadiense, era muy amigo de Nakamura y un colaborador habitual, pero luego se pelearon, por algún motivo. En uno de sus últimos vídeos se tomó la molestia de comprobar que la increíble racha de victorias de la que hablaba Kramnik se refería en efecto a Naka, y que tuvo lugar entre el 16 y el 17 de noviembre.
Hansen opina, sin embargo, que el estadounidense es inocente: «Llevo jugando contra él desde que era adolescente, en persona y por internet, y es igual de consistente. Es un poco mejor online, pero porque tiene buenas habilidades con el ratón, buenos instintos que simplemente se amplifican un poco en línea. Lo he visto jugar bebiendo, con dinero en juego… y es realmente muy muy fuerte. Es muy frustrante jugar contra él».
Lo curioso es que hasta la FIDE ha terciado en la polémica, con un comentario nada equidistante: «Cuando incluso Nakamura es acusado de hacer trampas por internet, sabes que las sospechas han ido demasiado lejos». En el tuit también podemos ver a Nakamura en plena retransmisión.
¿Quién sospecha entonces de Nakamura? Él cree que tienen que ser «otros ajedrecistas rusos» y piensa que son Daniil Dubov y Ian Nepomniachtchi. En todo caso, le molesta que le ataquen por la espalda: «¿Quiénes son esos jugadores profesionales? ¿Por qué no salen y dicen sus nombres?».
Nakamura: «Kramnik no sabe de lo que habla»
Luego, con su estilo habitual, va leyendo el texto de Kramnik mientras lo comenta punto por punto. Para ir al grano, la conclusión de Nakamura es al siguiente: «El ruso está malinterpretando las estadísticas y no sabe de lo que habla». También le dice que debería seguir el ejemplo de Vishy Anand, quien «ha sabido retirarse con clase». «Eres el vergonzoso y amargo ejemplo opuesto. Acepta que ya no eres competitivo contra los mejores y sigue adelante».
El estadounidense añade que está convencido de que en Chess.com sus partidas y las de Magnus Carlsen son las más analizadas de todas. De hecho, se utilizan como vara de medir la posible perfección excesiva del resto de jugadores. También cree que Kramnik está «completamente equivocado», porque para acusarle seleccionó solo 46 partidas, en lugar de mirar todas las jugadas en esos dos días.
Nakamura señala asimismo alguna racha de Kramnik que se salía de las estadísticas normales y trata de desmontar sus argumentos matemáticos, con lo que su discurso se vuelve bastante farragoso. La conclusión a la que llega es siempre la misma: «Kramnik simplemente no sabe de lo que está hablando». Y añade: «Espero que pueda tragarse su orgullo. Es un gran jugador de ajedrez y puede darse cuenta de que no es matemático».
Luego, Naka se va calentando y le ataca incluso en el terreno ajedrecístico. Recuerda que tiene un marcador positivo contra él y que Anand lo achicharró en el Mundial que le ganó. «Kramnik es uno de esos beatos, muy seguro de sí mismo y arrogante. Cree que puede vencer a todos y, como no lo hace, por supuesto pensará que todos le están haciendo trampas».
En algún lugar, Hans Niemann debe de estar comiendo pipas mientras observa el espectáculo.
La fotografía de Nakamura es de Anna Shtourman