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La ajedrecista ovetense, maestra FIDE, cuenta cómo afrontó los exámenes de acceso a la Universidad: «Me sentía como si estuviera jugando un campeonato de España»
«Madre mía, no me lo creía cuando salieron las notas», reconoce Paula Martínez Ramos, que ha sacado una de las calificaciones más altas de España en la EBAU de este año: todo dieces y un 9,5. Le ha faltado poco para marcarse un Nadia Comaneci. La ovetense cumplió 18 años en abril y también es ajedrecista. Tiene el título de maestra FIDE y es la mejor sub 18 de España, con 2033 puntos Elo.
En los exámenes de acceso a la Universidad, Paula logró un 10 en todas las pruebas de acceso (Lengua, Inglés, Filosofía y Matemáticas). «En la de admisión, escogí mates (10) y Física (9,5). Y en Bachiller saqué matrícula de honor». Su nota global, si elige el doble grado de Física y Matemáticas, como tiene previsto, será de 13,87 sobre 14.
En casa de Paula no saben mucho de ajedrez. «Me enseñó mi padre, pero siempre le digo que él solo sabe mover las piezas», asegura. En la EBAU se pasó de frenada, pero es cierto que necesitaba concentrarse para conseguir una buena nota: «Voy a estudiar un doble grado de Física y Matemáticas, y otros años, el último corte estuvo por encima del 13. Hacía falta mucha nota, aunque tampoco tanta».
Martínez es una chica muy inteligente, pero no es una niña prodigio del ajedrez. Aprendió a jugar con diez años, y enseguida compitió con éxito. «Mis mayores éxitos fueron en 2022, cuando quedé subcampeona de España en selecciones y también en el sub 16 de Salobreña. El año pasado me hice maestra FIDE en el Open Ciudad de Oviedo. También ha sido seis veces campeona de Asturias femenina por edades por edades y campeona de Asturias sub 18 absoluta». Veamos una de sus partidas en el Abierto de Oviedo, contra Enrique Álvarez ‘Kikín’, seis veces campeón de Asturias absoluto:
Si no puedes ver la partida en el teléfono, baja hasta el final y pulsa en ‘Salir de la versión móvil’
Pese a tener una carrera tan prometedora, Paula Martínez aparcó el ajedrez por los estudios: «Este año lo tuve que dejar un poco de lado, porque con los estudios me ha sido imposible compaginarlo. Ahora, en verano, jugaré el Campeonato de España sub 18 y algún torneo por aquí». ¿Será posible compatibilizar el ajedrez con una carrera tan exigente? «Supongo que haré como este año durante el curso, jugar lo mínimo y luego en verano ya jugar de todo».
En el futuro, a Paula le gustaría «seguir jugando torneos». «También quiero intentar hacerme maestro internacional, que tampoco lo tengo tan lejos. E intentar compaginar las dos cosas, que no siempre es fácil, pero lo intentaré».
¿Cuánto tiempo le has llegado a dedicar al ajedrez en tus mejores momentos?
En tercero y cuarto de la ESO tenía clases todos los días y torneos todos los fines de semana. Estaba todos los días jugando.
¿Tenías algún entrenador?
Iba a clases en mi club, en el Ciudad Naranco. Durante tres años me dio clase el GM Silvino García. Vino a Oviedo hace cuatro años y es profesor en mi club. Sus clases son exigentes, porque vemos partidas clásicas con conceptos difíciles de entender, y siempre son muy interesantes; nos cuenta anécdotas de su vida como ajedrecista y de sus viajes por todo el mundo. También he tenido un entrenador particular, el maestro Fide Aitor Alonso. Ahora retomaré las clases con él para ponerme un poco en forma en el verano.
A lo mejor en poco tiempo lo superas y necesitas de algún maestro internacional o un gran maestro como Silvino.
Sí que me gustaría tener algo más de apoyo de la Federación Española también en ese sentido. El año pasado sí tuve clases de la FEDA, con el maestro internacional Sergio Estremera, pero al ser online una hora a la semana, a veces se quedaban un poco cortas. Luego ya no las cogí, porque no tenía mucho tiempo. Pero creo que estaría bien que la FEDA intentase poner más clases durante el verano.
¿Hay algo que puedas hacer para tener más de una hora a la semana de las clases de la FEDA?
Sé que hay un grupo femenino de élite. Creo que son sub 20, pero yo en ese grupo no estoy. Tampoco sé cómo funciona exactamente. Los deportistas de alto rendimiento sé que tienen más clases y más ayudas, pero bueno, como no tengo el título, de momento nada.
¿Cuáles son los requisitos para conseguirlo?
Había que conseguir algún mérito importante y había que solicitarlo. Creo que había que hacerlo como muy tarde a los dos meses de conseguirlo. Yo, como me enteré después, ya no pude pedirlo.
Quizás, aparte de mejorar las ayudas, también podrían mejorar la información sobre las ayudas.
La verdad es que sí. Hacen bastante trabajo por nosotros, pero siempre es mejorable.
Paula Martínez: «Cada examen era una partida»
Aparte de las competiciones, ¿el ajedrez es útil en tu vida privada y en tus estudios?
Sí, yo en la EBAU me sentía como si estuviera jugando un campeonato de España. Lo afronté como si fuera a jugar. Cada examen era una partida. Y tenía que ganar, tenía que encontrar el tiempo, pensar cada movimiento y afrontar los momentos críticos como si fuera una partida. Haber jugado tantos torneos creo que me ha ayudado mucho en ese sentido, porque supe gestionar bien la situación y no ponerme nerviosa. Yo creo que si no hubiera tenido el ajedrez, me hubiera desbordado completamente. Aparte, el ajedrez me aporta muchísimo porque está muy relacionado con las matemáticas, con la lógica. Y te ayuda a desarrollar ese tipo de pensamiento. En las relaciones también, por la gente que conoces en los torneos. Te ayuda a crecer mucho como persona.
¿Alguna vez te han visto como una friki tus compañeros de instituto y de colegio o eso ya no ocurre?
Al principio, cuando iba al colegio, la gente tampoco sabía mucho de que iba a eso. Ahora en el instituto a veces me mandan noticias que yo ya he visto y me dicen: «Mira, sales en tal periódico». Les parece muy chulo. A algunos les he enseñado a jugar, pero tampoco se lo han tomado demasiado en serio. Ellos se lo pasan bien.
¿Notaste el cambio social con ‘Gambito de Dama’?
Yo creo que la serie impulsó mucho el ajedrez femenino. En mi club pues estábamos dos chicas más y yo, más o menos. Después de ‘Gambito de Dama’ se apuntó un grupo de niñas pequeñas e igual había diez en la misma clase. Casi todas iban porque sus padres habían visto ‘Gambito de Dama’ y eso les había animado a apuntarlas al ajedrez.
¿Eres optimista sobre el número de chicas que jueguen al ajedrez en el futuro?
De momento tampoco veo demasiadas chicas, pero yo creo que con el tiempo, si la federación da ayudas y se fomenta el ajedrez femenino, se visibiliza en las calles, sí que podemos hacerlo mucho mejor. En algún momento creo que llegaremos a igualar, pero todavía está lejos.
¿En los Campeonatos de España te sientes igual jugando contra chicos y chicas? Ganaste el absoluto sub 18 de Asturias. ¿Aspiras a hacer lo mismo en el Campeonato de España?
El absoluto ya queda un poco lejos, pero cuando juego contra un chico es igual. Eso no importa. En otros casos no lo sé, pero en mi caso he priorizado los estudios en esta temporada y por eso he dejado de lado el ajedrez. Eso al final se nota mucho en el rendimiento en los torneos. Conozco a otros chicos que en mis mismas circunstancias han continuado jugando al ajedrez como hacían de forma habitual.
¿Tienes alguna meta concreta?
Me gustaría ser maestra internacional, que está en 2200, además de las normas. Es el objetivo clave ahora mismo, aparte de conseguir medalla en el Campeonato de España. Quedé subcampeona dos veces. Me quedé a nada de quedar campeona en el sub-16 de Salobreña, por el desempate. A ver este año qué tal se da.
¿Te parece justo que el título femenino se decida en una prueba mixta?
Eso la verdad es que no. Los campeonatos por edades los haría por separado, porque es verdad que a veces influye la gente contra la que juegas, los emparejamientos. Y sería mucho más justo si hay un título femenino que jugásemos entre nosotras. Al menos eso es lo que pienso.
Por otro lado, está bien aspirar al absoluto, que tú ya ganaste en Asturias y María Eizaguerri en el Campeonato de España.
La verdad es que es muy difícil esa decisión, porque podemos optar al absoluto y también jugamos contra gente de más nivel. Pero para el título femenino es verdad que a veces te influyen demasiado otras cosas, que si fuera solo femenino no pasaría.
¿Cambiarías alguna cosa más en el ajedrez?
Tendría que haber más actividades, que se visibilice el ajedrez en las calles, por ejemplo. Que se organicen torneos en las calles para cualquiera que quiera jugar, simultáneas. Creo que sí falta eso, porque normalmente nos metemos en sitios cerrados y no nos ve casi nadie. Es como nuestro mundo aparte, yo creo que tenemos que hacerlo más grande.
¿Alguna vez te han tratado mal en los tableros por ser una chica?
Alguna situación sí que he tenido, sobre todo con personas mayores. Es lo típico cuando eres pequeña y ganas a un señor mayor, que se enfada y no recoge las piezas ni te da la mano. A un niño le podría pasar, pero cuando son chicas a veces les duele más. Ahora ya no me pasa tanto, porque ya me conocen. Cuando tenía 10 años se lo tomaban mal algunos.
¿Tienes algún modelo de ajedrecista ideal?
Pues, a ver, yo siempre digo que Judit Polgar, pero la verdad es que su estilo de juego tampoco es muy compatible con el mío, porque ella es más de ataque y a mí me gusta más la estrategia y jugar tranquila. Pero bueno, como figura femenina a seguir, sí que estoy siempre identificada con ella. En un ámbito más cercano, Sabrina Vega, a la que he conocido, me parece una persona excelente, muy maja, y a nivel ajedrecístico es brutal. Me encantaría ser como ella.
¿Este verano ya tienes torneos en tu agenda, aparte del de España?
No he preparado casi nada, porque he estado liada hasta estos días con la EBAU. Ahora tendré que planificarlo todo. De momento, el Open de Oviedo me pilla cerca, pero no sé cómo voy a hacer, porque es justo la semana después de Sanlobreña. Igual tengo que pedir algún ‘bye’.
Aprovecha si quieres pedir algo más por aquí…
Pues sí que me gustaría recibir alguna ayuda, porque la verdad es que tampoco recibo demasiadas. Económicamente no podemos permitirnos ir a tantos torneos. Por ejemplo, nunca he ido a jugar fuera de España y me gustaría. Un año me invitaron al Mundial y me pagaban los gastos del viaje y del hotel, pero yo era más pequeña y tenía que ir con alguien de mi familia. Nos fue imposible costearlo y no pude ir.
Todas las fotos han sido cedidas por Paula Martínez
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